Capítulo 3: La descripción

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Hoy es un día de lo más normal. Todavía sigo herido por los ataques de Isaac así que imaginense el dolor inmenso y la sangre que perdí por ello.

Pienso que Jess, quién ahora se encarga de mi, es una persona amable y bella. Tiene cabello oscuro, piel muy blanca (se podría decir como si nunca hubiera estado bajo del sol) y ojos cafés... Aunque realmente, no sé qué estupideces estoy pensando, poco tiempo y el comportamiento humano se contagia, que asco.

Isaac no era quien para dañarme tanto, aunque ya era como un hermano. Se crió conmigo en el mismo campo de entrenamiento, ahí donde se hacen los más "grandes" guerreros. Lo que nos diferencia también son dos únicas e inigualables cosas: Raza y Clases.

Las clases: A, B y C. La clase A, clase a la cual pertenezco dónde tenemos más de una habilidad desarrollada, nuestras razas son más importantes y luchamos mano a mano, somos seres demoníacos con transformaciones únicas, a pesar de también tener rasgos muy parecidos a los humanos, tenemos rasgos que nos diferencian como marcas de nacimiento (yo  por ejemplo, tengo un fénix en la espalda). También el rey pertenece aquí por obviedad, pero está más allá de la imaginación, su fuerza cuenta como 100 de la clase A, pero los tumores no son algo se temer.

Clase B, donde los guerreros son de razas, donde acostumbran a usar armas forjadas por ellos mismos, dónde Isaac pertenece. Y mantienen un entrenamiento muy cercano al nuestro, pero el arma hace que se aumente su poder, es importante encontrar un arma a su ajuste para ellos. Se asemejan mucho a los humanos en forma física.

Clase C, las más bajas razas, duendes, hadas, demonios pequeños, fantasmas. Cosas típicas, fáciles de erradicar hasta para el humano mismo.

Igual Isaac, de todas la clase B, podía pertenecer más a la A, por el hecho de que además de sus grandes músculos,
tenía ataques únicos y peleaba a la perfección mano a mano. Pero necesitaba acortar la pelea, no puedo llamar mucho la atención en este mundo, ya se dieron cuenta de donde estoy, que es lo que pienso hacer y se que no pararan hasta tenerme en sus manos.

Ya casi un mes y pase la mitad herido tengo que ponerme a entrenar para cualquier cosa que llegue.

-Jess, vámonos la aventura comienza y pienso volverme el más fuerte de todos- Lo dije aunque ella no supiera bien de lo que hablara.

Así que decidí explicarle:

-Necesito decirte que la razón por la que estoy aquí es para unir mi reino con el tuyo, pertenezco a la raza del fénix. No tengo padres renazco de las cenizas y mis lágrimas lo curan todo.

Ella riendo contesto:

-Tal vez podría creerlo por tu batalla de hace unos días, pero eso ya de razas es fantasioso, ¿Que dice que eres caza fantasmas?

-Todavía que viste como me atacó el tipo no crees en mí?-contestó Tom

-Podría decir que eres un tipo gladiador con fuerza sobre natural tipo superhéroe, no un hombre de raza mitológica -Con dudas contesta Jess.

-Ah, ósea crees en súper héroes, en hombres murciélagos, pero no en hombres fénix. Más perfecto no puede ser -Contesta con toques de Ironía

-Te voy a demostrar esto. Dijo Tom emocionado

Entonces soltó sus alas, se sintió la calidez en todo el lugar sacando un polvo único y brillante rodiando todo el lugar demostrando su ubicación. Al hacer esto no solo le demostró a Jess la verdad, si no que también desataría un nuevo problema.

El Rey mandó a buscarlo otra vez.

-Es un incrédulo, creyendo que va a derrocar este reino. La única manera que se sentará en este trono, será de la manera que yo deseé.

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