Capítulo 5: Al estar con ella

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Al paso del tiempo me di cuenta cual importante era ella para mí y yo para ella. Claro, no me había dado cuenta que estuvimos juntos ya un año...

Que rápido pasa el tiempo diría, yo creo el sentimiento ya es mutuo. Es un cariño inexplicable, no sabría decir perfectamente el sentimiento exacto.
Pero con ella estoy cómodo, ese cómodo conlleva: Tranquilidad, cuida de mi como nadie, peleas tontas, etc.

Nunca pude decir: Te quiero, nunca estuvo en mi vocabulario y creo que nunca lo va a estar al menos no por ahora. Tengo ese sentimiento humano, el miedo típico que llaman: Rechazo.

Ser alguien más en su vida, y creo que tampoco de ella escucharé esas palabras pequeñas pero tan poderosas a la vez. Mi sueño perfecto sería terminar con estas batallas absurdas y poder terminar diciendolo. Y ella correspondiendo a este sentimiento tan preciado, a todo el tiempo y también a los tiempos difíciles.

Cuáles serían esos tiempos? Pues estos, ya que cada día creo que más cosas están más en juego. Y una de esas cosas es verla a ella todos los días. El lazo es como aquella leyenda del hilo rojo, alguna vez me gustó curiosear en famosas leyendas y esa era una.

La leyenda diría lo siguiente: Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper”. La milenaria leyenda oriental intenta echarle un poco de luz al misterio de las almas gemelas. Así es como lo siento.

Espero nunca se corte y seguir así con ella.

- Porque sonríes tanto a pesar de estar tan lastimado? -preguntó Jess con algo de tristeza

Tom sin más sonrió y con una sonrisa contesto:

-No importa la circunstancia, si siempre vuelvo al mismo lugar.

Jess sonrió. Y entonces volvieron al comportamiento común. Risas, peleas y mucho hambre.

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