Era un día tranquilo de primavera, casi invierno, entrando en el hospital de la zona, y cogiendo mi ticket para ir a mi cita previa en la enfermería, ese día me quitarían los puntos de mi operación de apendicitis finalmente, no era molesto pero tampoco lo más cómodo para mi.
Me senté dejando mis cosas a un lado, y quitándome mi chaqueta mientras esperaba a que anunciasen el número de mi ticket para poder pasar, se podía escuchar las risas de un par de niños corriendo alrededor, y gente hablando mientras me centraba en el libro que estaba leyendo, hasta que escucho algo cercano caerse. Deslizó mi vista discretamente a un lado viendo en el suelo un pequeño cuaderno de piel, con cuidado y sin querer llamar la atención, me agacho un poco y lo recojo, para abrirlo en la primera página y poder ver un titulo destacado.
"Viviendo con mi muerte, de Park Jimin"
Deslice la portada con mis dedos, esta estaba hecha a mano en la primera hoja y decorada con tiernos dibujos de animales además de colores llenos de vida, comencé a darme cuenta al leer que era una especie de pequeño diario, la persona a la cual le pertenecía esa libreta escribía diariamente en esta; Buscando alguna dirección o número para saber donde podría dejar la pequeña libreta comencé a leer sentándome de nuevo en la silla en la que me había sentado anteriormente.
18 de abril
"Hace poco los doctores me dijeron que mi cancer había mejorado notablemente, estoy feliz! Al fin~! Podré comer más carne a la parrilla durante más días de mi corta vida!"Me quede inmóvil pensando que clase de persona podía hablar así de su propia vida en riesgo, cuando entonces escuche una voz dulce y llena de alegría delante mío y levante la mirada. Pude observar a un chico de una estatura parecida a la mía, con el pelo rubio y una sonrisa deslumbrante, llevaba el mismo uniforme que yo y supuse al momento que iría la misma escuela a la cual yo asistía.
- Creo que eso que tienes ahí es mío. - Decía el rubio totalmente tranquilo mientras que yo cerraba la libreta y se la entregaba. - Gracias a Dios que la has encontrado, creo que has podido leer que parezco de un cancer ¿cierto? Mi pulmón derecho no funciona bien, por lo tanto me queda poco tiempo de vida... - Habla de forma musical, con una voz animada y llena de vida la cual me hace tener algo de pánico ante la situación.
- Está bien. - Dije de forma timida mientras oía que mi número aparecía en la pantalla, cogiendo mis cosas rápidamente y levantándome.
- ¿Solo dices eso? Ah, creía que dirías algo más dramático o te preocuparias de mi situación, no que dijeses solo un "esta bien" - dijo el sonriente chico mientras sus ojos se cerraban, haciendo una pequeña reverencia con algo de pánico.
- Tengo que irme, es mi turno, adiós. - Me di la vuelta saliendo de allí y dejando al extraño rubio con un puchero y las mejillas sonrojadas.
Cuando finalmente mi consulta finalizó ya sin puntos en mi abdomen, pude salir del hospital y disfrutar del aire fresco de camino hacia a casa. Me pongo mis auriculares mientras reproducía una canción en aquel teléfono móvil, baje por el pequeño camino lleno de árboles de cerezo mientras comenzaba a sonar un estribillo pegadizo en mis oídos, la brisa se hizo más suave y el olor a húmedo era percibido fácilmente junto a la humedad, cuando entonces pude observar al chico de melena rubia apoyado en el póster mientras se volvía a dirigir hacia mi con una sonrisa, acaso ese chico no se cansaba de sonreír?
- Vaya Hyung, que coincidencia verle por aquí! - Decía saludando con su mano mientras me seguía por detrás a la vez que bajaba el volumen de mis auriculares sin quitármelos.
- No creo que sea una coincidencia... - Dije yo que era el más alto por unos centímetros mientras seguía caminando con el chico detrás mío y bajaba por las escaleras del vecindario.
El chico intentaba seguirme el paso, ya que caminaba más rápido, así que a veces el tenía que correr durante unos segundos para alcanzarme, después de un instante caminando en silencio el chico comenzó a hablar.
- Hyung, quiero pedirle un favor, no le diga a nadie sobre mi enfermedad. - Dijo sinceramente mientras jugaba con sus manos y ambos parábamos, ya que el semáforo delante nuestro estaba en rojo.
- Está bien, además tampoco es que tenga a nadie a quien contárselo, y como sabes que soy tu Hyung? - El rubio comenzó a reír mientras se abrazaba el estómago y yo me bajaba los auriculares poniéndolos sobre mi cuello, parecía que estaba a punto de morir de la risa.
- Estas en mi clase, como no iba a saber que eres mayor que yo! - decía entre más risas, y después de unos segundos volvió a su estado normal mientras se quitaba una falsa lágrima y cruzábamos el paso de zebra. - Y como que no tienes a nadie a quien contárselo, a caso no tiene amigos Hyung?
Le mire y simplemente me encogí de hombros mirando la estación de tren, mientras tanto el rubio se despidió alegre y lleno de energía.
- Yo seré su amigo, ya verá! Adiós! - El chico más sonriente se fue corriendo mientras se reía como si un niño acabase de hacer una travesura.
Mientras entraba a la estación y pasaba mi tarjeta pensaba en la situación más extraña que acababa de vivir, de algo pensando en ese momento que no lo volvería a ver a cierto chico y podría estar tranquilo sin que nadie se entrometiese en mi vida diaria y aburrida. Sí hubiese sabido en ese momento lo tan equivocado que estaba.
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Quiero comerme tu pulmón; Yoonmin/Jimsu
Fanfic"- Adivina lo que vi ayer en un documental Hyung? - Decía este lleno de ilusión y con su sonrisa carismática. - Decían que si una persona sana se comía la parte enferma de alguien, este podría recuperarse o vivir su alma dentro de la persona sana. A...