9-La Reaparición Del Fuego.

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Charles Chaplin dijo. _
Nada es permanente en este mundo perverso. Ni siquiera nuestros problemas.

Acantilados de Slieve League. (Irlanda)

El dragon rugió, y los soldados que se encontraban ante ella temblaron, acobardados.
-¡Conmigo! -gritó uno de ellos mientras levantaba su espada en alto y la sostuvo por encima de su cabeza para que todos la vieran. La hoja de la espada brilló con unos destellos iridiscentes y azulados, desnuda ante la masa de nubes negras que se estaba formando en el oeste.
-¡muerte a la bestia!
Una flecha pasó silbando por el lado del soldado, pero el enorme animal y su acompañante no se inmutaron.
Los guerreros, reunidos al pie del montón de escombros sobre el cual se encontraban Lilith y Argilac él dragón. respondieron con un único y ronco bramido:
-¡Ataquen! Y blandiendo sus armas, los soldados se lanzaron a la carga corriendo sobre los cascotes de piedra.
Lilith se volvó y dio la espalda a los soldados. Al otro lado del
montón de escombros había un amplio patio donde se apiñaban unos
doscientos soldados del Imperio. Por detrás de ellos se elevaba la torre que había sido su refugio desde que había escapado de Camelot, la torre alta y oscura, con unas estrechas aspilleras por ventanas y unos torreones cuadrados, el más alto de los cuales aún estaba iluminado por una luz encendida en su interior. El avistamiento de los soldados enviados por el rey Arturo la había tomado por sorpresa ya que jamás pensó que la encontrarían, había pasado casi medio año escondida en aquellos acantilados, medio año desde que se había visto obligada a escapar de Camelot cuando casi la habían asesinado por robarle la gema que llevaba en su cuello desde que tenía uso de razón.

Con un grito de guerra, los soldados saltaron por encima de los escombros
en dirección a ella. Argilac extendió sus alas con toda su majestuosidad, los hombres retrocedieron desordenadamente, aunque mantuvieron las lanzas y las picas
apuntando hacia el dragon. Lilith como ya lo había echo en varias ocasiones subió a lomo del enorme animal. Cuando estuvo en su lugar le acaricio la cabeza y Argilac supo lo que debía hacer y escupiendo llamaradas azules y amarillas a su alrededor, alzó el vuelo.

Cada vez que volaba Lilith se sentía libre, con la sensación de que podía hacer lo que su mente imaginara, Argilac era su mejor amigo desde la muerte de su madre, ella solo tenía seis años cuando una fuerte fiebre cobro su vida, Argilac la había mantenido a salvo desde entonces y de eso ya habían transcurrido trece años. El animal se elevó mucho más y lo único que podía ver era nubes en todos lados, sabía que cuando Argilac se sintiera seguro bajaría y la llevaría a un nuevo lugar seguro... Pero ella ya no quería seguir huyendo, desde que su madre había muerto y le había dado aquella gema haciéndola prometer que la protegería y que jamás se la entregaría a nadie se había visto obligada a huir de todos lados, jamás se quedaba más de una o dos semanas en un mismo lugar ya que cuando se exparcia la noticia que la portadora de la gema del "fuego" estaba en el lugar, ladrones, lores, reyes, magos y brujas, aparecían para robarla. Pero ya no podía más, estaba arta de huir y esconderse, así que era momento de ir a buscar a su padre.

Las patas del dragón contra el suelo hizo temblar el lugar, y pequeñas piedras se desprendieron y rodaron por las colinas.
Argilac había volado por más de seis horas y cuando decidió aterrizar ya había oscurecido y se encontraban a los pies de una colina a orillas de un lago.

-Amigo... Donde me haz traído ahora- dijo Lilith antes de descender, el dragón la miro y volvió a emprender el vuelo, Lilith sabía que iría a cazar y cuando volviera traería algo para la cena. Aprovecho para bañarse en el lago, se desnudo y se adentro en las tibias aguas que proyectaba las primeras estrellas de la noche.

-Estas no son horas para nadar- Una voz masculina la dejo paralizada, Argilac había desaparecido y no tenía nada con que defenderse ya que su varita la había dejado junto a su ropa en la orilla, pues Lilith no solo era la guardiana de la gema del fuego sino que también era una bruja a quien el mismísimo merlín había entrenado.

Viaje Al Pasado, Serpientes Y Leones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora