Viaje Al Pasado, Serpientes Y Leones.

Especial De Halloween.

Desde el primer dia que arribaron a aquella vieja posada, cuando el reloj marca las doce en punto, una aparición aterradora hace acto de presencia en la habitación de Hermione.

Hermione está durmiendo en su habitación. A su lado, sobre la mesita de noche, el reloj está por marcar las doce en punto. El aparato emite un sonido para indicar que ya es medianoche y entonces, una risa espectral se escucha. De un rincón emerge una figura oscura. Es una mujer vestida de negro, pálida y con largo cabello enmarañado, que mira fijamente a Hermione.

La muchacha se despierta y se queda mirando, aterrorizada, a la mujer que comienza a acercarse lentamente a su cama, mientras el viento entra silbante por la ventana abierta. Hermione se cubre con la sábana hasta la cabeza. La mujer llega hasta los pies de su cama sin dejar de reír…

Temprano por la mañana Hermione, desvelada, desayuna con sus amigos. Harry, Ron y Ginny, están sentados a la mesa, Hermione los observar conversar alegremente ya que ese dia irian de excursión a una antiguas ruinas aztecas.

—Anoche volvió a suceder, esa mujer apareció en mi habitación.

Sus amigos la miran desconcertados.

—Todo ha sido una pesadilla, eso te pasa por leer esas historias de horror antes de acostarte— dice Harry.

— ¡Pero es la verdad! La he visto desde que llegamos— dice enojada Hermione.

—Esas son tonterías Hermione. Olvídate y disfruta el día.— Dice Ginny sonriendole.

Molesta, Hermione sigye comiendo su desayuno mientras sus amigos comentan todos los planes que tienen para esa semana. Habia estado a punto de cancelar aquel viaje, pero tras la insistencia de sus amigos decidió ir, pero jamas penso que esos días serian un verdadero infierno.

Hermione se encuentra en la cocina de la posada, sirviéndose un vaso de leche. Trae puesta ya su pijama y se ve desanimada, a pesar de lo divertida que habia estado la excursión aun no podia sacarse de la cabeza a aquel ente que noche a noche la visitaba. Deja el vaso en el fregadero, pues aunque no quiere volver a su habitación debe ir a dormir. Justo cuando está a punto de salir, Ron entra y saca un pedazo de pastel de la nevera.

—¿Sabes? Yo también la he escuchado.— Le dice Ron.

Hermione se detiene en la puerta y voltea hacia ella.

— ¿De qué estás hablando?

—La mujer que dices que aparece en tu habitación. Todas las noches la escucho. Siempre aparece a la misma hora.

—¿Tú… tú también?

— Nunca he dicho nada por qué no quiero que me tomen por loco… pero la he escuchado. Apenas el reloj da las doce, oigo una risa al otro lado de la pared y sé que no eres tú. Entonces un escalofrío me recorre el cuerpo y soy incapaz de moverme…

Una campanada proveniente del reloj se deja escuchar por la cocina. Ron se queda en su lugar, inmóvil y con los ojos muy abiertos. Hermione lo mira aterrorizada.

— ¿Ron? ¿Ron, estás bien? ¿Qué pasa?

Ron no responde, solo mira fijamente a Hermione y entonces, repentinamente, una sonrisa malévola se dibuja en su rostro. Ron comienza a reír, cada vez más desenfrenadamente, excepto que no es su voz la que sale de su garganta, sino la de aquella mujer de negro.

Ron comienza a convulsionarse de pie con cada carcajada, horrorizando a Hermione, quien empieza a retroceder, histérica.

Sin dejar de reír, Ron la acorrala en un rincón. Al mismo tiempo que las luces se apagan.

¿FIN?