Capítulo 2

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Tal vez llevaba aquí una hora, o más, no lo sé. Pero me negué a dejarlo solo. ¿Por qué? Todavía me lo estoy preguntando. Supongo que empatía, el amor al prójimo, algo así me diría mi padre.

Evitaba mirarlo fijamente, aunque se me hacía inevitable debido a la escasez de ropa en su cuerpo.

Cuando por fin abrió los ojos, llevaba unos segundos tarareando una melodía que se me ocurrió hace unos días. ¿Lo habrá despertado eso? El chico intentó moverse, pero tuve que hablarle para que se detuviera. Me acerqué un poco más hacia él, y le dije con toda la tranquilidad del mundo:
—Hey, con cuidado. No te aconsejaría moverte tan brusco.

—¿Dónde estoy?— Su voz se escuchaba seca, si eso tiene algún sentido.

— ¿No recuerdas nada? Estás en la enfermería.

¿Qué si recuerdo algo? Apenas sé como me llamo en este preciso momento. Me abstuve de hacer un comentario sarcástico, no era el momento (muy impropio de mí). Estuve unos segundos analizando el rostro que figuraba a mi lado... ¿era realmente el chico de la clase de religión?
Ahora estoy aún más confundido, ¿qué hace él aquí? Digo, nunca me ha hecho nada malo, pero tampoco bueno, es prácticamente un desconocido para mí. Aunque de cierta manera me reconforta no haber despertado solo después de... oh, ya, la paliza.

Al parecer estuve mucho tiempo en silencio porque me habló algo preocupado.

—Chico, hey, Taehyung, ¿te encuentras bien? Voy a llamar a la enfermera.

Iba a salir de ahí, pero lo detuve gritando un "¡no!".
—No, no. Ven. Necesito que...— me moví nuevamente y me dolió hacerlo. Se ensañaron conmigo—necesito que me digas qué pasó exactamente.

Me recargué a los pies de la camilla, y me detuve un momento para empezar a explicarle.

—Te metiste en una pelea con uno de los chicos de mi generación. Los escuché antes de entrar a una de mis clases y...

¿Debería contarle esto? No sé si va a sentirlo muy... personal. Bueno, más personal que estar cuidándolo en la enfermería mientras está sin camisa, no creo.

—Y yo le dije que no se atreviera a pelear con uno de los chicos de segundo, es demasiado cobarde.

—Espera, ¿qué? ¿Le dijis-

—Dudas y consultas al final de la presentación.—Evidentemente tenía que hacer una broma para alivianar el ambiente, y sirvió porque el chico se vio algo más relajado, aunque no llegó a sonreír.— Como te decía, lo amenacé con... algo— no, esto no va a ser personal, definitivamente— y me retiré. Luego te vi en clases, pero no estabas preocupado así que yo lo tomé de la misma manera, hasta que escuché el alboroto de afuera.

Ahora es cuando va a pensar que estoy completamente loco. ¿Por qué alguien en su sano juicio se metería en una pelea con alguien más grande que él, a defender a un chico que apenas conoce?

—Y lo siento, pero no llegué antes de que esto—señalé su vendaje— pasara. Los ahuyenté, te traje aquí, discutí con la enfermera y ya. Estuve como una hora esperando a que despertaras.

Era mucha información que procesar, así que me tomé mi tiempo. Ya recordaba todo con claridad, si. La pelea, la gente, los gritos, él salvándome.

—Tú estás en mi clase de religión, ¿cierto? ¿Cómo te llamas?

Fue todo lo que pude articular en ese momento.

—Mi nombre es Min Yoongi, y si, estamos en la misma clase de religión. Tú eres Taehyung, ya lo sé. No te desgastes.

Are you calling me a sinner?Where stories live. Discover now