10* Era verdad

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Desperté sintiendo un poco de calor y un pequeño peso en mi cintura, estaba en mi habitación, gire solo un poco ya que quien me abrazaba tenía muy bien sujetó su agarre. Moví su brazo un poco para tratar de levantarme pero el me abrazo con más fuerza y soltó un pequeño gruñido. Logre levántame, Nick estaba acostado en mi cama, dormido, parecía un ángel con su piel blanca, su cabello negro que contrastaba totalmente, sus hermosos labios rosados, que ahora estaban un poco hinchados  y sus ojos cerrados. No sabía que estaba haciendo aquí pero al dar la vuelta en el espejo de cuerpo entero que estaba al lado de mi cama me di cuenta que no había sido un sueño.

Tenía el maquillaje corrido, manchas de lágrimas en mis mejillas y los ojos hinchados. Aún tenía puesto mi vestido azul pero estaba sucio y hasta un poco roto en el escote y de un costado hasta llegar al tirante. Mis brazos y piernas estaban sucios y se podían ver moretones que estaban de un color carmín. Mi cabello estaba enmarañado.

Me quite el vestido sin importarme si Nick ya había despertado o no, cogí una manta y me dirigí al baño, me sentía muy mal y torpe por lo que había pasado ya que había sido todo culpa mía.

Eche casi un bote entero de jabón en la tina de baño y me metí, no escuche ni un solo ruido, estaba sola como siempre lo había estado, no aguanté más y comencé a llorar cubriendo mi cara con las manos.

No podía parar de llorar, solo escuche como se abría la puerta de poco en poco, supongo que para no asustarme.

Escuche su voz, pero no comprendía sus palabras de lo mucho que sollozaba.

-shh shh tranquila Em, ya paso- Nick estaba arrodillado al lado de la tina, agradecía tener tantas burbujas, quitó mis manos de mi rostro y limpió mis lágrimas con su pulgar- yo estoy aquí para cuidarte

-gra..gracias Nick, si no hubieras llegado- cerré los ojos, negué con la cabeza y las lágrimas brotaron de nuevo

-si no te hubieras ido nada de esto habría pasado

-lo se, soy tan estúpida

-hey no eres estúpida- puso un dedo en mi barbilla y me hizo mirarlo- eres una chica hermosa, terca y orgullosa, si, pero nunca estúpida. Se que les hubieras pateado el trasero

-gracias Nick, en serio no se lo que hubiera hecho sin ti

-ya te lo dije Em, yo estaré aquí para cuidarte- se levantó sólo un poco y beso mi frente- ahora vuelvo, iré por un poco de chocolate caliente

Nick se levantó y corrió escaleras abajo. Cerré los ojos, ya no me sentía tan sola.

-listo, chocolate caliente con pequeños bombones, crema batida y una cereza.

Nick me estregó la taza, era enorme y se veía delicioso, volvió a sentarse a un lado de mi, bebió un sorbo y la crema batida se quedo en la comisura de sus labios, lo limpie con mi dedo pulgar y lo metí a mi boca.

-entonces...- dije, quería poner algo más en mi mente que no fuera el incidente

-¿por qué me odias? - pregunto mirándome directo a los ojos

-no te odio

-pero...

-pero la primera vez que te vi fuiste tan engreído, te portaste como un idiota al decir todo eso de mi sin conocerme que...

-no me soportas pero no me odias, humm interesante- rasco su barbilla- sé que no debí haber dicho eso de ti, no te conocía pero sabía que debía llamar tu atención con algo- se encogió de hombros.

-¿para que querías llamar mi atención? ¿Tu ya sabias que nuestras madres eran amigas no es así?

-Haha si lo sabía y también que vendría a vivir contigo

-oh eres un tonto- lo salpique y ambos comenzamos a reír.

-vamos tienes que comer algo- se levantó del suelo, fue a la estantería y cogió una toalla, la extendió para mi- oh vamos voy a cerrar los ojos

Cerró los ojos, moví un poco el agua y el entreabrió un ojo.

-eres un tramposo, no los abras- le advertí con el dedo, cerró los ojos y salí, Nick me cubrió con la toalla y comenzó a secar mis brazos de una forma tierna.

Sostuve la toalla cuando el se fue, regreso con una más pequeña y comenzó a secar mi cabello. Se agachó un poco y paso su brazo por detrás de mis piernas, me acomodo en su pecho y me llevo a la cama. Hizo que quedara sentada y me observo, se puso serio de inmediato, en mis piernas se veían rasguños y moretones.

-no pasa nada, ya me siento mejor - trate de sonreír, pasó sus manos por su cabello y cara

-debí de matar a esos hijos de puta

-no quiero que estés en problemas por mi, hiciste mucho con salvarme y estoy muy agradecida por ello, te debo una

-no me debes nada, nunca me hubiera perdonado si algo te hubiera pasado.

-Nick gracias, por todo

-no es nada, vístete y baja, voy a preparar algo para cenar- beso mi frente y camino hacia la puerta

-¿cenar? ¿que hora es?

-son las 6, dormimos mucho tiempo

Me puse un pantalón de pijama holgado y muy calientito, una blusa de tirantes y suéter por encima. Escuche a mi madre que estaba hablando por teléfono en su despacho y recordé que ella aún estaba aquí cuando Nick me trajo a casa.

-Em, ¿que pasa? - Nick salió de la cocina con un mandil rosa y un poco de salsa de tomate en la mejilla, no pude evitar sonreír

-no es nada, solo que te habrás dado cuenta que a mi madre no le preocupa lo que pase conmigo

-eso no es cierto Em, esta muy ocupada eso es todo

-ella estaba aquí cuando me trajiste, son casi las 7 y no se dignó a ver si estaba muerta o no, tu sabes que tengo razón

Se acercó a mi y me abrazo. Agradecía que no dijera nada, no había explicación para ello.

-la cena esta lista, hice pasta a la Siciliana

-mi favorita

-lo se- se encogió de hombros, me tomo de la mano y me llevo a la cocina .

YallstoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora