Entre El Conejo Y El Pony

t r e s

"sí, no, ahora, no ahora no, sí, ahh"
-Esto es un reto- dije en voz baja- Me gustas- añadí con voz apagada.
-Ah pues, bien por ti

Me senté en el pasto queriendo que el mismo me tragara, acababa de decirle a "él" que me gustaba. Un buen inicio de semana ¿no?
Para no hacerte el cuento largo después de el 15 de septiembre me dije a mi misma que me declararía a Él.
Pero pasé casi dos semanas planeando que hacer ya que Fátima empezó a andar con Ulises.
Realmente él no era una mala persona, una semana después de que comenzaran a andar me di cuenta que compartíamos el mismo camión de camino a casa. Casi siempre lo sermoneaba de como no hacer sentir mal a Fátima con su comportamiento y él, escuchandome.

A principios de octubre nuestro Jefe de grupo, Cristian, escogió a varios de nosotros para encargarnos de una ofrenda de Día de Muertos, había escogido a los más responsables. Escogió a Ivonne, a una chica llamada Nicte, a mí y a... Él, ya que se llevaban muy bien.
Mi estómago se volteaba en las clases de español y tutoría, ya que sentía que estaba muy cerca de él y me ponía roja; además de que sentía que por un momento le quitaba la atención de él a Tania y la tenía para mí un momento, aunque no le hablaste.
Entres casi 3 semanas la gran idea que tuve para declarar mis sentimientos fue "¿y si le digo yo misma?"
Había pensado en todo: cartas, papelitos, en persona, por mensaje, mandar a alguien... ¡Bah! Me terminé de hacer tonta al pedirle a Fátima que investigará si yo también le gustaba ya que, por Vanessa, me enteré que él se ponía nervioso cada vez que le hablaban de mí. Inclusive le hacían burla Tania y uno de sus amigos llamado Alejandro, estando Fátima presente.

Una semana después Fátima vino con los resultados de la investigación.

-¿ y bien?- dije
-Ah pues... No lo sé al parecer le gustas pero no lo admite.
-¡¿En serio?!- dije poniendo mis manos en mi cara y dando pequeños saltos.
-Seh... Sólo que si vas a hacer algo apresúrate, Tania me dijo que también le revelará sus sentimientos.

No dije nada, entonces ahí... ahí fue donde tuve la excelente idea.

-¡Tú me vas a ayudar, junto con Vanessa a acercarme a él! No sé que estoy a punto de hacer y probablemente quedé como una rara pero traten de juntarnos, y déjenos para que podamos hablar.

En este punto yo ya no sabía que estaba haciendo, inclusive una vez junto con Fatima y Vanessa me llevaron "disimuladamente" a platicar con Cristian por que él se llevaba con Ulises y él era novio de Fátima... Bueno, ustedes entienden ¿no?
Llevándose a Cristian y a Ulises dejando a Vanessa, "Él" y a mí.

-Vamos compañero, habla con ella- le dijo a "Él" picandole la costilla.

Juro que por cinco segundo me quedé viéndolo y fueron suficiente para irme y decirle a Fátima que abortara la misión.

19/10
¡Un lunes hermoso! ¡Perfecto para declarar mis sentimientos de manera poco convencional y un poco stalker al chico que me gusta y apenas conozco! Fácil.
Durante la hora de receso Fátima, Ivonne, Vanessa y Angélica nos juntamos a sentarnos en el pasto... Cómo siempre. Pero esta vez Fátima tenía un plan. Jugar verdad o reto.

Estuvimos jugando unos 15 minutos hasta que llegó "la pregunta" para mí

-¿Verdad o reto?
-Amm...- sabía en el fondo que Fátima tramaba algo. Y quería pero al mismo tiempo no ser parte de ello -Reto- y sí, fui parte de ello.
-Ve y dile al chico que te gusta... Que te gusta -se rió
-¡Ay Dios! Está lejos - dije tratando de librarme de ello con una risa nerviosa.

En ese momento Fátima y Vanessa se levantaron para ir con Cristian, Alejandro y "Él". Lentamente veía como lo tomaron del brazo y lo trajeron al pasto. Dejándolo parado enfrente de mí.
Probablemente no fue nada lento pero sentí como si mi vida estuviera en cámara lenta, pero al tenerlo cerca sólo me imaginaba acercamientos a mi cara, movimientos de cámara rápidos de ellas, él y yo.

-Aquí esta. Ahora dilo- dijo Fátima.
-¡Dile ya!- le siguio Vanessa
-¡Wuuu!- Dijeron Ivonne y Angélica.

Entre que ellas gritaban, y sus amigos los esperaban... Solté lo que tenía que decir, por estrés.

-

Al salir casi mato a Fátima mientras ella corría al trabajo de su mamá.
Gran parte o si no es que todos los días, iba con ella, al principio solo la acompañaba a la puerta, hasta que un día me metió y me quedaba ahí un buen rato hasta que se iban, y yo me iba a mi casa.

Realmente me moría de la pena, estaba conciente que en parte Fátima lo hizo por que casi se lo pedí. Pero no pensé que lo hiciera, la gran pena me duró dos días, hasta el 21 de Octubre

-

Me di cuenta que "Él" realmente me gustaba demasiado como para dejar las cosas así, que pensara que era solo un reto o algo así.
Al salir a receso lo consulté con Fátima, la cual accedió.
Nos acercamos donde Cristian, Alejandro y "Él".
Fátima los interceptó a un lado del auditorio, en el momento lo tomé del brazo me lo lleve unos metros adelante.
Me percaté que era muy delgado, sabía que lo era pero nunca lo había tocado, sólo un leve roce de manos unas cuantas veces; y su aroma, ¡ah! Podía vivir abrazándolo, estaba tan fresco y relajado... Y yo todo un manojo de nervios sonrojados
Relaje mi mano para poder caminar junto a él y me siguió el paso.

–Emm perdón
–...
–Perdón por lo de hace dos días, la verdad todo fue muy estresante, además me comenzaron a gritar y pues no fue mi intención decirte eso de esa manera por qué realmente me gustas– dije entre titubeos, rápido y nerviosamente.

Al terminar de decir ello apresuré mi paso y él chico se me quedó viendo, sólo recuerdo voltear y ver cómo regresaba con sus amigos

-

En serio no sé que sentía, lo veía y mi habla se volvía tonta, mi estómago se revolvía. En esos últimos días recordaba haber cruzado mirada con él más de una vez, ademas de que al estar organizando lo de la ofrenda me hacía estar cerca de él; simplemente saber de su existencia me daba una especie de nube, me imaginaba como sería una relación con él... Una... ¿relación?

-
26/10
Día normal, lunes.
Me fijé en "Él" más de lo normal, se veía particularmente bien con el uniforme de gala. Mi mente concretó una acción, la cual no tendría retorno.
Me enteré que Tania había conseguido novio, lo cual me dejaba el camino libre. En receso le comenté a Fátima

-Ya le dije lo que siento ¿por qué no le digo que si quiere algo conmigo? Ya asi.
–¿Qu... QUÉ?–Chilló Fátima
–Sí, digo no pierdo nada... Solo que... Me da pena hablarle
–Si quieres yo se lo digo
–¿En serio? ¿Lo harías?
–Claro, me llevo con él además que solo se lo diré así.

Justo en ese momento entramos al salón, yo me fui a mi lugar y ella fue directo con él. Se lo dijo sin titubeos, ví que intercambiaron unas cuantas palabras y finalmente Fátima se acercó a mí, yo estaba muy, pero muy nerviosa

–Primero que nada ¿Qué le dijiste?– pregunté nerviosa
–Nada, solo llegué y le dije "Oye dice [...] Que si quieres ser su novio"
–¿Y qué te dijo?
–Me dijo que lo va a pensar

En ese momento entro la Profesora de Formación Cívica y Ética.
La verdad los contactos visuales habían sudo bastante recurrentes pero justamente esa hora no volteó para nada. Solo veía que hablaba un poco con Tania.
Llegó la siguiente hora y nos tocó Español, o sea, la tutora, o sea... Una hora viendo lo de la ofrenda... Cerca de él... Muy cerca particularmente hoy.
Normalmente veíamos todo en el escritorio, pero justo ese día mientras nosotros hacíamos eso la profesora dejo un trabajo, así que todos estábamos en una banca, amontonados, Oh sí.
Sentí sus nervios, como su cara cambiaba cuando yo daba una opinión o simplemente estar a menos de 50 centímetros de él.

Al irse la de Español tocó Matemáticas. Entonces ví que Fátima se acercó a "Él". Aparté mi vista tratando de hacer cualquier cosa que me hiciera parecer ocupada.
Entonces llegó Fátima con algo en la mano, me la pasó a la mano sin que pudiera verla y me susurró al oído
–Ahí está su respuesta
Después pasó a su lugar por que acababa de llegar la maestra.
Tenía la respuesta en mi mano, una parte de mí quería abrirlo y otra no. En realidad un 80% de mí decía que me rechazaría, así que abri mi mano. Era una pequeña estrella ninja de papel; mis ojos apenas pudieron ver la respuesta antes de que volviera a cerrar mi mano precipitadamente.

"Sí"