#2 Gʀᴀᴅᴜᴀᴛɪᴏɴ© {KaiSoo/JongSoo}⚣LGBTQ+/EXO/BL/GAY

Te pareces mucho a esa persona con quien quiero compartir el resto de mi vida.

Siempre que nos enamoramos esperamos que el amor dure para siempre; especialmente, que sea verdadero, puro. Pero también hay veces que aunque ese amor no perdure ha sido honesto, bonito y nos ha dejado huellas.

ㅡHaces que cualquier insignificante coyuntura sea magistral, Señorito Do ㅡaludió el chaval con voz seductora, conquistándolo. Tomando en sus manos aquel provocador trasero adorable.

El clima era el ideal en la habitación. No había posibilidades dé que esten separados, algo irreal los unía de todas las maneras insondables e espirituales.

El móvil de JongIn vibró en la cama, su hermano lo guardó debajo de la almohada «sabía de lo que trataba».

Sintió unos brazos torneados rodearle en torno a su cinturilla, por debajo de su polera. Mientras era aplastado contra el pecho del amor de su vida, quien lo evaluaba constantemente.

Es que para DoDo encontrarse sentado en el regazo del moreno parecía ser la octava maravilla del mundo.

Se hallaban en paz compartiendo miradas, caricias sin prisa, sin nadie que los interceptarán.

KyungSoo cortó distancia, hasta llegar a aquella boca que lo esperaba abierta de forma sutil. Inclina su cabeza ligeramente de lado. Cerró los ojos justo antes del contacto anhelado, el bajito posa sus frías manos en las mejillas opuestas; hasta ascender a su cabello sedoso e incrusta sus dedos en la parte posterior. Allí se forma el beso más intimo. El sonido de los bocas provoca en el pelinegro que su piel se erice. Abre sus labios de pura jodida excitación para que Jong tuviera acceso ilimitado. Cuando la lengua de este se adentra, de modo inmediato encuentra la suya. Explorando de forma sensual. Dándole relajantes movimientos, ligeramente lame el labio inferior de su acompañante; para luego darle una suave mordida placentera.

Una sonrisilla infalible se incrusta en los labiales del castaño, porque necesita despojar sosegado la ropa desde aquella posición. Posa las manos en su lechosa cadera opuesta hasta tomar su prenda y deslizarla a lo alto. Soo levanta los brazos hacía arriba hasta extraerlo por completo, para cuando sintió una brisa suave rozar su espalda, su nerviosismo salen a flote.

No quería ser irresoluto de su anatomía ahora mismo, pero aquella mirada de ensoñación de Kai lo hace ruborizarse hasta las orejas. Además de notar una gruesa erección en los pantalones de este, nunca lo había sentido de esa forma.

Al castaño le fue imposible tener las manos quietas, así que comenzó a acariciar los pequeños hombros de su mayor, clavículas, pecho y vientre. Al tacto era asaz relajante puesto que estaba bien hidratada y su blancura lo hacía más exquisito. El menor fue hasta el óvulo de Soosie-ah, cogiéndolo en su boca; lamiendo, mordisqueando, acariciando cada vez que sentía la agitación del cuerpo contrario.

Su aroma corporal era formidable y limpio. De forma que se le quedaría impregnado en la piel.