Otro día de mierda, el tipo con el cual había estado la última semana por fin lo había corrido de su casa, no tenía donde dormir, al menos tuvo tiempo de robarle algo de dinero al idiota para comprar algo de felicidad en pastillas.
—¡Hey!, ¡Klaus! —un tipo delgado, vestido en jeans y sudadera con aspecto de no haber dormido o comido en una semana lo saludo corriendo hacia el.
Klaus sonrió al verlo, sabía que ya tenía planes para la noche. Se acerco y lo abrazo rápidamente, el tipo le contó que esa noche habría una fiesta, lo que se traducía a alcohol, drogas y un lugar donde estar hasta la mañana siguiente.
Eran aproximadamente las tres de la madrugada, un tipo que conoció en la fiesta lo había llevado a su casa.
Entró semi desnudo y a tropezones al baño del apartamento. Una sonrisa de gato Cheshire se dibujó en sus labios al encontrar las pastillas de colores que compró esa tarde con el dinero que le robó al último. Besó la bolsa y la abrió, dejó que calleran... Una, dos, tres, cuatro, ¡mierda!, le daría una sobredosis, pero que más daba, no sería la primera vez, ni la última, aunque una parte de él esperaba que lo fuera, que fuera la definitiva.
—Klaus...
—No quiero escucharlo.
Ben lo miró molesto, Klaus rodó los ojos.—Se lo que dirás, me darás el mismo sermón de siempre, yo estoy vivo, y desperdicio mi vida, "consigue una casa, Klaus", "Mantente sobrio, Klaus", bla, bla, bla... ¡Lo he escuchado un millón de veces!
Ben cruzó los brazos y se recargo en la pared. Se le escapó un suspiro pesado.
—No, esta vez no. Esta bien, es tu vida. Estas cansado de oírlo, yo de repetirlo, miraré a otro lado y tu haz lo que quieras.
Dejó las pastillas sobre el lavavo y se recargó en el cruzando los brazos también.
—¿Qué quieres que haga?
—Qué dejes eso, deja de hacerte daño, no sabes lo doloroso y horrible que es ver a la persona que más...
—¿Qué más que?
Ben evitó mirarlo y suspiró.
—Es horrible verte desperdiciar así tu vida, sin conocimiento la mitad del tiempo y sin memoria la otra mitad, no sabes lo horrible que es ver que vas a casa de cualquier extraño a tener sexo solo para conseguir un lugar donde pasar la noche y si no dormir en la calle, verte una y otra vez en una ambulancia y luego en rehabilitación una y otra vez y luego volver a hacer lo mismo.
—¡No! ¡Basta!
—¿Klaus? Apresurate —escuchó de el tipo en la habitación. Lo ignoró.
—Tu no sabes lo horrible que es ver a la persona que amas, que te amaba, que te hacia sentir todo, verlo morir... de esa manera. No sabes como me sentí, no sabes lo que pasó por mi cabeza, y que digan que "tienes más suerte que todos" porque aún puedes verlo. No, no me veas así, si, supongo que es mejor que nada, pero ¿sabes como se siente tenerlo frente a ti y no poder tocarlo, sentirlo, abrazarlo... besarlo? —al borde del llanto, se detuvo a mirar a Ben, quien tenía lágrimas por todo el rostro —. Lo sabes —susurró.
Klaus se acercó a él, acercó una mano a su rostro y con su pulgar trató de limpiar sus lágrimas, lo cual fue obviamente inútil, su mano traspasó la figura de Ben. Comenzo a llorar y Ben quizo abrazarlo y hacerle sentir calidez. Se sintió impotente.
El sucio baño del pequeño apartamento se hubiera quedado en silencio si no fuera por los sollozos de ambos hombres con la cabeza baja, tratando de sentir al otro, sintiéndose estúpidos, ridículos e impotentes.
Klaus comenzó a reír y Ben lo miró sin entender.
—Eso. Eso te hace cosas extrañas y horribles aquí —señaló su cabeza.
—Klaus, ¿con quien hablas? — Klaus dijo "nadie" y el tipo gritó: —¡ven ya!
—¿Quieres que me compadezca de ti? ¿Por qué estás muerto? A veces desearía no despertar en la ambulancia...solo no hacerlo, ¿crees que así podría sentirte de nuevo?
Ben lo miró con dolor.
Klaus se acercó más a el e hizó ademán de rozar sus labios con los propios y casi pudo jurar que sintió el tacto de los suaves y dulces labios de Ben, los que conocía tan bien, tan suaves, tan dulces e incluso tan cálidos como en vida. Lo miró de nuevo, hecho de una las cuatro pastillas a su boca y salió del baño.
5 am. Las sirenas de la ambulancia. Uno. Dos. Tres.
Ben estaba sentado a un lado del enfermero con los ojos llenos de lágrimas y dolor, trataba inútilmente de sostener la mano de Klaus.Uno. Dos. Tres. Más voltaje.
Gritó con frustración, un grito que, claro, nadie pudo escuchar, tal vez solo Klaus, en su mortal ensoñación.
Uno. Dos. Tres.
Se veía tan pacifico y bello. Trató de rozar sus labios de nuevo, sentirlo, y pudo jurar que lo hizo, tan deliciosos y puros, a pesar de todas las impurezas que había cometido, con un dulce sabor a alcohol y pasión.
Klaus no sabía lo horrible que era para Ben ver a la persona que más ama tendida en una camilla, luchando por su vida, sufriendo, una y otra vez.
Uno. Dos. Tres. Más voltaje. Klaus respiró hondo y se levantó. Ben sonrió casi con tristeza.

ESTÁS LEYENDO
𝒯𝒽𝑒 𝓈𝑒𝒶𝓃𝒸𝑒 (Klaus x Ben - The Umbrella Academy)
Fanfic"... Y casi pudo jurar que sintió el tacto de los suaves y dulces labios de Ben..." One-shot En algún momento antes de lo que ocurre en la serie, cuando Klaus solo tenía a Ben. Porque necesitamos más contenido de ellos dos en español.