Capítulo 5- Esperanza

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Apreté el botón hacia la planta alta, me senté en una esquina del ascensor y me puse a reflexionar, ¿Cómo llegué hasta aquí?, ¿Acaso soy un sujeto valioso?, talvez eso explicaría porque el doctor se quedó atrás para que yo me salvara, pero ¿Porque soy tan valioso?, ¿Habrá la cura de alguna enfermedad importante en mi o algo?, lo dudo ... esto no es una puta película de ciencia ficción, con cada segundo pasado surgían más preguntas, la única luz funcional en el elevador iluminaba la esquina en la que estaba, el silencio en el elevador era reconfortante para mí, después de pasar todo lo anterior por fin tenía un momento de paz, el momento duro poco ya que el elevador llego a su destino, me levante con algo de cansancio, al poner un pie afuera del elevador me encontré con una sala vacía, papeles rodeaban la habitación acompañado de un incesante silencio y una mesa con un cuchillo en medio de la sala, esto es muy extraño ¿Dónde están todos?, talvez escarparon, la sensación de incomodidad fue inmediata, una puerta doble resaltaba al fondo, es muy raro que este edificio no tenga ventanas solo tiene conductos de ventilación, empecé a caminar hacia la salida lentamente, el eco de mis pisadas desnudas invadían el escenario, era aterrador, al llegar a la salida me llene de esperanza, puse mi mano lentamente sobre la puerta para empujarla hacia la libertad, la sonrisa en mi cara no podía ser más grande, pero valla que desapareció rápido, ante mis ojos estaba toda la ciudad destruida, estructuras a punto de caerse, autos hechos uno con la naturaleza, las calles superadas por el brote de la naturaleza, era un desastre, ¿Qué carajo habrá pasado aquí?, ¿Dónde están todos?, mi mente siempre está llena de dudas que nunca son respondidas, ¿A dónde carajo voy?, no veo ninguna puta alma a kilómetros, Empecé a caminar lentamente hacia la nada, divagando en mis pensamientos recordé a Greta, ¿Estará viva?, es la única persona que me importa en este momento, debo encontrarla, luego de varias horas caminando mis pies estaban llenos de yagas y sentía que no podía más, está atardeciendo debería descansar, entre a una tienda de panadería ya abandonada, empecé a buscar comida en todo el lugar, lo único que encontré fue una rodaja de pan en estado muy deplorable, posiblemente sea lo único de comer que encuentre a kilómetros, empecé a comer, cada mordisco era una tortura, al terminar el pan el vómito vino a mi boca, no puedo perder esto que posiblemente sea lo último que voy a comer en mucho tiempo, así que debo tragarme mi vómito, cinco minutos después me recosté sobre unos sacos llenos de posible levadura, la noche es fría pero debo aguantar, mañana saldré temprano e iré por Greta y descubriré que hay detrás de toda esta mierda.    

El despertar del mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora