Nagoya - Hen

Harukaze

Historia AU del manga Koisuru Boukun de Hinako Takanaga Sensei

Ésto es 80% realidad histórica y un 20% de fantasía, así que por favor no sean muy precisos en cuanto exactitud y temporalidad histórica.
Es por diversión y amor a KSB ❤️

Tendrá un poquito de OCC en algunos personajes.
La historia se desarrolla en el Japón feudal en los inicios de la era Meiji; dónde los kimonos, las yukatas y las katanas serán los protagonistas.

Notas al final 🙏

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Corría el año 1870, época en que los samurai y la espada ya no eran ley y con el tiempo se volvieron leyenda.

Después de un largo periodo de guerrillas internas y conflictos que buscaban mantener el estatus político en los dominios regidos por los daimyo y aún en contra de las protestas de los samurái, el cambio que implicaba una nueva Era había comenzado y no parecía poder detenerse.

Antes de que la Revolución trajera consigo el fin del Edo, las katanas tenían nombre, debido a las luchas encarnizadas en las que fueron usadas o por la cantidad de ocasiones en las que se bañaron en la sangre de justos, pecadores e inocentes sin distinción alguna.

Ser samurái era un honor, uno muy grande, pero también era una carga;  que terminaba por trastornar a la mayoría de los espadachines; el arte de la guerra era su vida: despertaban para entrenar, comían para tener energía para luchar y dormían para tener lucidez mental y enfrentar al oponente con rapidez; sin embargo en algún punto, su deseo de perfección, se volvió obsesión y el campo de batalla se convirtió en su condena; un guerrero honorable sabía que su existencia terminaría con la hoja de una katana atravesando su cuerpo hasta hacerle morir mutilado o desangrado.

Morir así era un privilegio... y por el contrario vivir, se volvía una penitencia.

Ser un guerrero y no morir en el campo de batalla era el peor de los castigos: deshonor para el espadachín y para el clan que lo acogía como su familia. Se dice que un samurai sirve al pueblo, pero en algún punto esta creencia se tergiverso y estos seres de servicio y protección a la gente se transformó en figura de miedo, acoso y abuso.

Se volvieron fieles a los señores feudales, mismos que eran crueles y avariciosos (la gran mayoría de ellos); creando así violentos y despiadados seres que defendían los intereses egoístas de su señor, matando y torturando a quien osara interponerse; parecía que su misión era invadir las tierras o usurpar alguno de los valiosos recursos como lo eran las tierras fértiles o el agua.

Tiempos crueles se vivieron en aquellos días del Japón feudal; fue una época oscura de luchas constantes entre los clanes, entre los dominios y entre los daimyo por ser los favoritos del shogun y así más poder político y militar; fueron años en que los poderosos acumulaban riquezas y los más débiles perdieron mucho más que sus escasas pertenencias: perdieron sus tierras, sus hogares, sus cosechas, su oficio, su libertad, su dignidad... y al final, su vida.

La caída de la Era Tokugawa fue el acabose y la deshonra para los que hacían valer la ley de la espada antes que la razón y las palabras; se prohibieron las katanas y los duelos a muerte, portar una espada era un delito y por el contrario, para un guerrero, ser privado de su espada era un insulto, uno que muchos rechazaron tajantemente, al grado de generar guerras internas intensas, forajidos, ladrones, muertes de civiles inocentes, inestabilidad política, insalubridad y pobreza.

Todos querían mantener el estatus que hasta entonces habían alcanzado en los dominios, así cómo buscaban complacer al shogun (quién era la figura política de mayor rango) ya que que el Emperador era visto como una deidad que regía a nivel espiritual.