Capitulo 2

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Su día comenzaba como siempre una ida a un río cercano al pueblo para buscar agua, era lo cotidiano, las flores que su maestro cuidaba con esmero la necesitaban y bueno en muchas formas el también.
Paso por las casas de sus compañeros quiénes mientras bajaba solo daban un saludo, algunos más reservados y otros como el leonino trataban de tirarse en cima suyo a modo de juego, no le criticaría nada, después de todo era un niño a sus ojos y tenía la misma edad de Manigoldo cuando lo conoció. Continuo su recorrido atraves de el santuario llegando a cáncer, donde se encontraba el hombre al que amaba, y que por timidez y miedo a su respuesta jamás se le confeso, bueno esa eran una de las razones otro podía ser si es que el este decía que si, podía ser peligroso de tan solo pensar estar juntos, maldecía a su maestro por concederle tan despreciable habilidad. No, no fue su maestro el culpable, el tampoco, nadie lo era, nació con eso en su cuerpo y era algo que nadie podría arreglar, y si tan solo intentaba revolcarse con alguien para probar, si es verdad que lo mataría, sacudió su cabeza desechando esa idea, un santo de atena no debe pensar en esas cosas. Para su suerte el santo de cáncer no se hallaba en su casa talvez ya estaba con Sage. Agradecio internamente, apesar de que el de cancer se desvivia por el, este jamás le había dado la oportunidad de demostrarle su afecto pero tampoco se lo había negado, el italiano muchas noches se escapaba de su casa para meterse entre las cobijas del quien fuese su maestro, todos sabían eso dentro del santuario, todos menos el que por un desafortunío se enteró a la mala, en donde el italiano paso por su lado no dijo nada es más ni lo miro. Algo que lograba romperle a cada segundo más.

Por fin en casa de aries, en cierto punto con él se había acostumbrado, a que todas las mañanas fuera a verle, le conversara y hasta comieran juntos pues el Ariano trataba de acercarse al piscisiano a la fuerza y tampoco se escaparía de este, después de todo era el único que le obligaba a que le hablabara en el santuario. Le saludo como de costumbre, y cargando una vasija se disponía a bajar pero fue detenido por el rubio, que con una sonrisa se ofrecía para ayudarle, tenía que aceptar que si no fuera por el tal vez hablaría solo, es más lo consideraba un buen amigo. Este se habia abierto con él y confesaba sus secretos, conto de su amorío que le ocultaba a su maestro pues este debía mantenerse virgen, pero a escondidas en la noche subía a casa de libra a desahogar su pasión con el asiático que habitaba está, y que por casualidad también se encontraba en aries

-- buenos días Albafica -- sonreía el chino, tan radiante como siempre y con un aura de confiesa, que daba un aura de paz esa que solo el poseía en todo el santuario
-- buenos días Dohko, imagine que seguías durmiendo -- contestaba Albafica volviendo a cargar una vasija, para llevar el agua
-- si, jeje pase la noche acá, tenía asuntos que atender con Shion - nervioso rascaba su nuca - vas por agua - con curiosidad al ver las vasijas
-si las flores necesitan - respondió volviendo a su camino esta vez con Shion, quien le pidio acompañarlo y a mala gana acepto,dejando al castaño atrás quien les deseo suerte y volvio a adentrarse en la casa de aries.
Mientras el rubio se quejaba de cierto dolor en su espalda.
Se dirigían al rio mas cercano a Rodorio, y sin que cesaran las suplicas del menor para quien rogaba por que caminara mas despacio, estaba acostumbrado a caminar rápido y no era por molestar a Shion pero venia concentrado en otras cosas y en cierta forma esta evitando que este le llenara de preguntas como la vez pasada.

Un par de dias atrás se encontraba de regreso a la casa de piscis cuando se pillo con el rubio quien alegremente conversaba con Manigoldo, quien lo saludo como de costumbre, se quedaron conversando un rato hasta que el canceriano advirtio que debía irse fue ahi cuando Shion solo soltó
-- te gusta Manigoldo

Desde ese dia evitaba las conversaciones largas con el alumno de Hakurei, pero no podía negar que este lo acompañara ya que no lo hacia con una mala intención, mas bien su compañía era grata hasta que empezaba con sus preguntas
-- Albafica por el amor de Atena, mis caderas matan
-- tu quisiste acompañarme aparte no hemos caminado tanto
-- si, pero caminas absurdamente rápido, me estas evitando o que ?
-- no!-- "maldición, este niño" -- no es eso
-- no? No Suena a que no me estes evitando -- comento con inocencia -- es por lo del otro dia
Bajo el jarrón para acomodarlo en el piso -- no -- ya algo nervioso -- bueno si
-- no quieres hablar de eso
-- no realmente, no es un tema que me guste
-- lo dices por que a Manigoldo le gusta
-- Shion... -- callo al menor antes de que terminara su frase, volvio a su camino pero seguido dió la vuelta a mirar al menor -- soy tan facil de leer ?
Nego con la cabeza -- para nada, eres muy complicado y me costo darme cuenta
-- que me delato
-- tu sonrisa -- confesó retomando el camino tratando de alcanzarle -- muy poco sonries pero cuando estas cerca de el lo haces mas seguido
Sus mejillas se hallaban enrojecidas por verse delatado por el mismo -- alguien mas lo noto? -- curioso por su persona
-- solo Degel pero el habla mucho menos que tu
-- eso no me calma

Despertó hace unos minutos y dió vuelta de un lado a otro, llevaba dias, mentira meses intentando llevar su relación a otro nivel pero el mayor no le tomaba en cuenta lo seguia viendo como aquel niño que recogió de un destruido pueblo, valla mala suerte que debía tener, quien en su sano juicio no aceptaría tal belleza que encima de todo se le ofrecía en bandeja y no una cualquiera sino de oro, siempre que le coqueteaba o se le proponía este lo apartaba con una sonrisa, en algún momento lo llego a cabrear que fue el único dia donde lo saco a la fuerza de sus apocentos, se acomodo en la cama, esa era una de las cuantas noches que se le propuso, y su querido maestro parece que durmió en otro lado, y si es que durmió
-- sigues aqui? -- pregunto algo frio, al ver su alumno en su cama, a esas horas de la mañana, a su edad se seguia colando en su lecho -- por favor vístete Manigoldo -- decia al notar su desnudes
-- por que? Lo coloco nervioso maestro -- comentaba pícaro -- o le provoco otro tipo de cosas -- se burlaba de el
-- si me pones nervioso, ahora levántate -- decia serio, aunque enseguida se suavizó al ver a su muchacho -- Manigoldo, eres como mi hijo
-- si, pero no lo soy -- corrigió -- no hay lazos sanguíneos entre nosotros, podemos...
-- y tampoco te veo de esa manera, no me obligues -- ya enojado -- por favor regresa a tu lugar como santo -- sujetando el puente de su nariz
-- como mande maestro

Termino bajando con el seño fruncido y molesto con la intención de desquitarse con el primero que viera y muy por su infortunio el pobre Kardia estaba en el onceavo templo, mal dia para el pobre, primero su fiebre, pidio ayuda a Degel que la bajara y después una calentura que el caballero de acuario no estaba dispuesto a bajar, sacándolo de la habitación para que este durmiera afuera y ahora el canceriano con una cara de perro, no era su dia
-- Manigoldo, buenos dias, bienes de donde el patriarca
-- no que te hace pensar eso
-- bueno es que como venías bajando
-- no te lo puedo creer juraba que iba subiendo -- sarcástico, y aun con su seño fruncido
-- Manigoldo el no tiene la culpa que tengas una mala vida amorosa -- se escuchaba una helada voz salir en defensa del de escorpio
Miro aun con su seño fruncido de donde le habían contestado, notando al de cabellos verdosos bajar -- y apesar de todo que tal tu mañana, tuviste un buen despertar
-- mal -- se digno a responder para continuar bajando, esperando que todos los demas santos durmieran profundamente. Pero, a medida que descendía se pillaba con todo lo que no queria escuchar ya obviando de que tal vez escorpio estaba vacía ya que Kardia se encontraba con Degel, era de extrañar que capricornio tambien, pero rápidamente como se le cruzo el pensamiento de que no durmió ahi era confirmado en sagitario. Aun se oían el choque de la cama contra la pared, y los roncos gemidos de los dos caballeros, " maldición, todos menos yo " y si mejor pasaba por otro lado asi se evitaría sorpresas como estas, ya que mas daba solo eran unas casas mas. Su ceño fruncido se fue despejando de apoco, que mas daba si el viejo se le seguia negando llevaba tiempo intentándolo y no se iba a rendir por una simple negativa, en algún momento este iba terminar cediendo, todos ceden...

Se acomodo su cabello en una coleta y comenzó a preparara el desayuno
-- es un idiota
-- yo que te hise -- preguntaba confuso el escorpiano
-- no era dirigido a ti... Es el caballero de cáncer -- aclaro -- no sabe lo que se pierde
-- por que lo dices - mas confuso que antes
-- solo son tonterías -- tomo a Kardia de las mejillas, acercando su rostro para depositar un beso en sus labios -- de que tienes hambre
-- de ti -- acorraló la cintura del mas bajo -- desde ayer
-- ayer ni estaba de ganas -- acaricio la mejilla del griego -- pero tal vez hoy si quiera
-- me encanta cuando te pones asi.

Subía cargado con el jarrón cuando noto de frente al caballero de cáncer caminando serio, cuesta abajo
-- sucedio algo Manigoldo -- pregunto esperando ser evitado por este
-- Albafica, tan temprano... No esperaba verte a esta hora -- se detuvo en seco Albafica siempre fue su desahogue

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Hola, bueno veran estoy algo escaso de ideas actualmente, como siempre haré mi esfuerzo por terminarlo, no me gusta dejar las cosas a medias asi que dejare mi intento por finalizar esta historia en algún momento, espero disfruten este capitulo, que si es bastante lento y aburrido, prometo subir uno mas movido pronto

Se despide raven

Y si Dios me odia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora