Cold [Shigadeku]

Cold

❝Dios y sus sacerdotes y sus reyes
Todos estaban esperando 
Todos esperaran 
A medida que pasa

Y entre el cielo y el infierno.❞

Lo vio varias veces deslumbrar el cielo con su brillante pureza, pasando entre las nubes esponjosas con fin de ocultarse de los ojos humanos. Sin embargo era inútil, ya lo había visto varias veces como para obsesionarse con su imagen.

Un ángel travieso que pasa por el cielo del atardecer como diversión mientras derrama felicidad. Riendo dulcemente y bailando sin preocupaciones. Y vuela tan alto desapareciendo de su vista para volver con los suyos.

Tan bello... Tan dulce, un hermoso ángel que despertó el corazón de un mortal de cabellera celeste y ojos carmesíes.

❝Como amanece pronto 
Como amanece 
Una y otra vez 

Terminado❞

Alistó lo necesario y se encaminó en busca del ser guiándose de su instinto observando el firmamento con intranquilidad y emoción enfermiza, traía consigo su escopeta lista para disparar y sus ganas de amarlo con todas sus fuerzas y pecados.

Bajó al fin el ángel inocente del cielo, esperó a que esté lo más bajo posible. Se acercó lentamente con los ojos bien abiertos, viendo con emoción como sus pies tocan el suelo terrenal y sus alas se cierran delicadamente. Su voz aguda tan fascinante le daba ganas de disparar aprovechando su descuido.

Estaba enfermo... Es un mortal.

Cayeron plumas blancas teñidas de carmesí, sus alas recibieron las balas que arrebataron su libertad en un suspiro frío en el último atardecer que vería.

❝Frío 
Frío
Carmesí y desnudo como estoy 
Completamente tuyo 

Tuyo❞

Sus dedos temblando por el  ángel,agarró y llevó a su estrecha y sucia cabaña.

Lo sentó en el sofá de pieles con aspecto asqueroso y entre gemidos y palabras incoherentes la felicidad e inocencia se morían en manos del pecador. Esmeraldas rotas en mil pedazos y piel impura, alas desplumadas y rotas... Un ángel que quedó sentenciado a vivir con los mortales por el mórbido y atroz deseo de Tomura.

Izuku, el ángel, se lamentaba con palabras irreconocibles. Llamando entre gimoteos a los suyos intentando batir sus alas que colgaban débiles y destrozadas.

Tomura a pesar de no saber en que lengua se expresaba su amor, siempre creyó que entre cada oración dicha ha de decir un "Auxilio" o "Ayuda". Al acercarse, el horrible sonido de sus llantos aumentaba dolorosamente siendo una tortura para sus tímpanos, mas lo soportaba y volvía a mancillar al ser como muestra de su amor.

❝A medida que avanzamos
Canta por el león y el cordero
Sus corazones están cazando 
Todavia caza esperanza 
Siglos de los siglos 

Siempre❞

Lo mantuvo cautivo y su deseo era que estuviera así por siempre, pero cada mañana...tarde...noche al posar su mirada en la de él notaba que aún mantenía las esperanzas de volver a volar en el firmamento, entre las nubes y cantar. Involuntariamente una gota de agua baja por su mejilla, la toca y ve que era su lágrima. Su asombro fue ocultado por una mueca de rabia y tristeza por saber que en el fondo... Se sentía culpable.

❝Frío 

Frío
Dios y sus sacerdotes y sus reyes. 
Caras que dan vuelta 
Incluso ellos sienten el

Frío❞

La temporada más cruel comenzó, el frío entra hasta los huesos y la comida no era suficiente. Los animales decaían poco a poco y luego de un mes se encontraban ambos, Izuku y Tomura, solos y abandonados por Dios.

El frío era demasiado para Tomura, las sábanas no lo calentaban lo suficiente. Sin embargo, el ángel se refugiaba entre sus alas para calentarse y eso lo ayudaba bastante.

El silencio del ambiente gélido gobernaba en la cabaña, ambos en la misma habitación. Tomura temía por su salud, la falta de alimentación lo  mataba igual que el frío.

Izuku, el ángel que ya no podrá volar, miraba temeroso al humano ofreciéndole unos ojos compasivos a pesar de lo que le hizo.

—Hu... Humano, v-ven —extendiendo su mano temblando del miedo hacia él.

El esquelético sujeto se acercó con una sonrisa que provocaba asco en Izuku. Shigaraki se acomodó junto a él y pronto sintió el plumaje de las alas abrazándolo mientras ambos escuchan lo que queda de leña quemarse en el invierno eterno que los aprisiona.

❝Lo que se te da 

No se puede olvidar 
Y nunca abandonado
Lo que se te da 
No se puede olvidar 
Y nunca abandonado
Lo que se te da 
No se puede olvidar 
Y nunca abandonado

Frío❞