EL INTERIOR TAMBIÉN CUENTA

ELLA Y ÉL.

Mi piel morena, mis ojos negros y redondos, baja de estatura y mi cabello rizado y negro, si una chica cualquiera nada de extravagante, poco que mostrar externamente pero, mi interior oculta muchas cosas que solo saldrán a la luz si encuentras un lugar dentro de mí y me dejas encontrar un lugar dentro de ti.

Mi nombre Neferet; en un principio una chica triste, solitaria, sin ganas de amar, confiar y entregar todo lo que hay dentro de ese cuerpo que no atrae miradas, sí una chica que muchos critican por no ser como las demás. Mis padres fallecieron en un accidente de tránsito, vivo con mi hermana ella es muy atractiva y siempre consigue todo lo que quiere en cambió yo tengo que conformarme con lo que queda, he tenido muchas bajas y altas, para ser sincera más bajas que altas; muchas personas me humillan, me ultrajan eso me lleva a pensar ¿Qué pasaría si muero? ¿ Mi hermana y todas esas personas serían realmente felices?

Un día cualquiera en la universidad suena el timbre y es momento de salir a tomar nuestros alimentos, tomo posición en la fila como suelo hacer siempre para recibir mis alimentos, de pronto observo a mi hermana colándose en la fila y efectivamente obtiene la alimentación antes que yo, esto desencadena una serie de burlas hacía mí, trato de omitir lo que dicen ( gritan ) sobre lo que acaba de ocurrir, escucho las palabras de mí hermana llamándome inútil, estorbo pero a lo lejos también escucho una voz masculina que les pide que no me molesten, que me dejen en paz, pero sus intentos por ayudarme fueron ahogados por la cantidad masiva de estudiantes que se burlaban de mí y todo por seguir las reglas y mis valores.

Y así han sido los días de mí vida, pero no todo está perdido, ese día al salir de clases me encuentro con un chico que se ofrece para llevarme a casa según él como una disculpa por no poder hacer nada para calmar a la multitud, efectivamente es la misma voz ronca y sexy que escuché a la hora de tomar los alimentos, pero surgen mis inseguridades para confiar y rechazo su ofrecimiento, y así pasan uno, dos, tres, cuatro, y hasta quince días y el chico sigue tratando de ganarse mi confianza; la verdad es que me gusta mucho, me hace sentir bien cuando estoy con él, hablamos mucho de lo que más me gusta y al parecer es algo que tenemos en común nos pasamos todo el camino a casa hablando de libros, autores y personajes ficticios en fin de todo lo que las demás chicas no hablan.

En ese momento entra a mi vida Elián un chico alto, de cabello castaño, con voz ronca, humilde, con valores, inteligente y con muchos tatuajes en su piel y cada uno de ellos con un significado especial, capaz de seducir y atraer a cualquier chica solo con mirarlo, pero lo interesante es que a Elián no le gusta cualquier chica a él le gusto yo tal y como soy; ahora que él encontró un lugar en mí y yo he encontrado uno dentro de él, me he convertido en una chica que está llena de emociones, ilusiones y he entendido que los buenos y malos momentos le pasan a cualquier persona he aprendido a confiar, amar, perdonar y a entregarme por completo a las cosas que quiero lograr en mí vida, muchas personas en especial mi hermana siguen viéndome mal o peor que antes pero para mí eso pasó a segundo plano cuando conocí a Elián el chico de los tatuajes, el chico que me abrió su corazón, el chico que me enseño que me debo dar tiempo para encontrarme y conocerme antes de aceptar las críticas de cualquier persona.

Nos hemos conocido y llevado súper bien en menos de lo que esperaba... Es un día de esos nublados, con mucha lluvia y demasiado frío, y mis ganas de estudiar siguen inyectadas en mis venas así que el clima no me detendría para asistir a la universidad; al llegar observo que definitivamente no había sido buena idea asistir, las clases estaban suspendidas por el mal clima, retorno a casa pero mientras caminaba la lluvia empezó a caer más fuerte, el viento y las gotas de agua golpean mi rostro con violencia, sin embargo llego a casa y como si fuera poco todo lo que había pasado me encuentro con las burlas y maltrato de mí hermana ( me da la impresión que ella sabía de la suspensión de clases ) a la que en está ocasión ignoro pues me encontraba cansada, frustrada y con un fuerte dolor de cabeza por todo lo ocurrido.
Pasé directamente a mi habitación, urgida por cambiarme de ropa pues como entenderán estaba empapada, luego de ponerme cómoda me metí a mi cama, dormí profundamente, cuando desperté ya era de tarde pero algo no iba bien me percaté que temblaba y ardía en fiebre.

El resto de la tarde me la pasé metida en mí habitación sin poder ponerme en pie diciéndome a mi misma, estás bien, no es nada aunque de alguna manera mi subconsciente me decía que necesitaba que me revisara un médico pero quería creer que no era nada grave...

#EsmeraldaBran