8. narración.

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Paseaba por los silenciosos pasillos de mi instituto, no había nadie en las clases, todos estaban en la cafetería o el patio así que en el interior se estaba relajado.

Me dirigí a la biblioteca, amo leer en mis ratos libres. Saludé en susurros a algunos conocidos que estaban estudiando para exámenes que se aproximaban. Llamé la atención de la chica que se encontraba en el mostrador, claramente de manera educada. Le di mi nombre y apellidos y mi número de expediente para tomar un libro prestado sobre Filosofía e ir hacia mi aula. Tenía una gran exposición la semana que viene, que contaba la mitad de la nota del curso. Era realmente importante, todavía no había empezado, y eso preocupaba a mi lado empollón.

Salí de mis pensamientos al llegar al aula 23. Abrí la puerta, entré y la cerré detrás de mí. Ya no preocupado porque algún profesor me viese, saqué mi celular y mis auriculares y empecé a escuchar música. Así me dirigí hacia mi pupitre, donde abrí el libro por la primera página y empecé a memorizar todo lo que podía. Me frustré, no entendía nada. Era imposible. Iba a reprobar, lo sabía. Saqué un paquete de cigarros de mi mochila. Sin preocuparme por nada, agarré uno y lo prendí. Tanto estrés no era bueno para mí.

De pronto noté como alguien quitaba uno de mis auriculares, haciendo que dejase de escuchar ese hip hop callejero que tanto me gustaba. Me alarmé por si era un profesor o algún compañero chismoso. Rápidamente me voltee para encontrarme la cara de Min Yoon Gi a centímetros de la mía.

- ¡hey! ¿Cómo es eso de que fumas? - no se apartó de mi, me estaba poniendo nervioso, así que lo empujé un poco.

- ¿No puedo?

- Se supone que no deberías porque eres menor de edad. Y menos aquí, en clase. - contestó agarrando una silla. La colocó al frente mío y siguió hablando. - ¿Te gusta saltarte las reglas, Jeon?
- Sí, la verdad. Pero igualmente no me pueden pillar, nunca hay profesores en las aulas a estas horas. Todos están en la cafetería o la biblioteca.

- Así que lo tienes todo controlado, ¿no? - rió.

- En verdad, sí. - contesté guardando el libro en mi mochila.

- ¿No entendías nada verdad?

- ¿Eh? - pregunté desconcertado

- De ese libro de filosofía.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - pregunté avergonzado.

- Desde que entraste, Jungkook. - contestó burlándose. - Eres un puto distraído. Te podrían haber violado, que "nunca hay profesores en las aulas a estas horas", "todos están en la cafetería o la biblioteca". -

- Te odio demasiado, Min.

- Wow, y yo que pensaba ofrecerte ayuda para que entiendas lo de filosofía. Qué pena que me odias, no te voy a poder ayudar. - se levantó de la silla y comenzó a andar hacia la puerta.

- ¡ehhh! ¡ehhh! Vale, vale. ¿Qué me cobras por ayudarme?

- Qué feo eso, Jeon. ¿Enserio piensas así de mí? - rió.

- Yooongi. Dime ya lo que quieres y acabamos antes.

- Jajaja, qué bien me conoces. Quiero que te hagas amigo de un amigo, Taehyung. Siempre está solo y no entiendo porqué, y me duele verlo así.

- ¡Está bien! ¿Cuándo quedamos para que me expliques? - dije emocionado.

- El viernes, que tengo casa sola. Te mando la dirección por instagram. Intenta conseguir todos los libros de filosofía que puedas. Con ese no tienes ni para empezar la exposición.

- Está bien, adiós, hyung.

- ¿Hyung? - preguntó extrañado. - Adiós, conejito.

Mis mejillas ardieron al oir esa palabra. ¿Conejito? ¿Enserio?
Ví como se alejaba y desaparecía del aula. Terminé de fumarme aquel cigarrillo. Lo apagué y lo tiré por la ventana, viendo cómo le cayó a una niña en su pelo y ni se dió cuenta. Reí divertido, recogiendo mis cosas para salir del aula e ir a pedir más libros.



Maratón 1/?

Daddy~. ー(Yoonkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora