Y ahí se encontraba de nuevo, escondido tras los columpios, observando cuidadosamente las perfectas facciones del pequeño rubio que se encontraba rodeado de niños, jugando alegremente en aquella caja de arena.
—¿Por qué no intentas hablarle?
—No creo tener el valor.—Comentó el pequeño encogiéndose de hombros.
—No pierdes nada con intentarlo y lo sabes ¿cierto?—Le contestó con cierta obviedad el pelinegro.
Al ver que su amigo no le respondía y por consecuencia no le hacía caso, no tuvo de otra que recurrir a medidas drásticas.
—Namjoon.— susurró el de hebras negras.
—¿Si, Yoongi?—Contestó sin despegar su vista del hermoso niño que aún se encontraba en la caja de arena.
—Haremos un juego ¿Qué te parece?—Dijó sentándose en los columpios.
—¿Un juego?—Comentó interesado tomando asiento en el columpio a un lado en el que se encontraba su amigo.
Yoongi sabía que esa palabra hacia un pequeño "click" en la cabeza del menor.
—Si Nam, un juego ¿Qué dices?
Yoongi siempre se dejaba ganar cuando jugaba con él, y eso fue una valiosa lección para él...
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—¡Te he ganado; Yoongi es el campeón! ¡En tu cara! ¡Sí!—Gritó eufórico y lleno de alegría haciendo lo que él llamaba "su danza de victoria", que solo consistía en agacharse y encorvar un poco su espalda para mover con ritmo el trasero. Pero vamos, quien no se sentiría así al ganar un juego de ajedrez al mismísimo Kim Nam Joon.
—No es justo, hiciste trampa, yo siempre gano.— Dijó con un triste puchero donde se asomabauna que otra lágrima de frustración que amenazaba con salir.
— Hay cosas en las que no siempre ganamos, pero...
El moreno giró a ver a su mayor, con sorpresa de que este no continuará con los halagos hacia sí mismo, restregando su victoria.
— Pero en está ocasión yo te vencí, así que prácticamente soy superior que tú en este tipo de juegos.—Comentó con orgullo sin borrar la sonrisa de alegría que tenía.
El pequeño Nam comenzaba a sollozar por el enojo.
— Ahora, si no te molesta, mira a la cámara.— YoonGi tenía su cámara en dirección al rostro del castaño, enfocando el lente y haciendo zoom en partes específicas de la tierna cara enojada.
El pequeño Nam comenzaba a enojarse realmente.
— Muy bien, ahora di ¡perdí contra el magnífico Min Yoon Gi! — YoonGi no espero a que el menor dijera aquella frase, así que capturó la expresión de desagrado del moreno.
El pequeño Nam comenzaba a buscar algo en el que desquitarse.
— Lo voy a mandar a enmarcar. — Observó la toma reciente con orgullo. — ¡Ya se! — Volvió a enfocar la cámara en dirección al castaño.
El pequeño Nam lo encontró.
—¿Qué tratas de hacer Nam? —El moreno tomó el lente de la cámara ajustando los contrastes.
—Yo... quiero tomar una foto ¿puedo? — Arrebato el platinado artefacto de las pálidas manos del mayor.
—De acuerdo pero ten cuidado ¿si? Es algo frágil desde que mi perro la tiró por las escaleras, lo bueno fue que no se rompió el lente o la cámara complet-.
¡Bum!
El pelinegro no logro terminar su frase debido al molesto flash que disparó la cámara de un celular.
— ¡Uy, la voy a mandar a enmarcar!
— ¡KIM NAMJOON, PEDAZO DE NIÑO ESTUP–
— ¡Oh por Dios hyung, casi dice una de las groserías prohibidas!
— ¡Esas no son groserías prohibidas, las que te quiero decir si! Solo... — YoonGi suspiro fuertemente. — ¿Porqué lo hiciste si sabías que fue él último regalo que me dió mi padre antes de irse?
— Y-yo no lo recordaba, s-solo me enoje y p-pues... P-pero solo toque el botón para sacar la f-foto y explotó. — NamJoon imitó una explosión con ayuda de sus manitas.
Min solo lo miro sin expresión alguna. — Nos vemos en la escuela Nam. —Y salió de la casa de su mejor amigo.
NamJoon solo miraba el lente roto al igual que el objetivo, el visor quedó machacado, el disparador sumido y al parecer el cuerpo de la cámara en general estaba destruida.
Desde ese momento Yoongi supo que nadie tenía que ganarle a Namjoon en sus juegos o de lo contrario te arriesgarías a que se hicieran trizas alguno de tus posesiones.
Y vaya que lo aprendió de la peor forma.
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—¿Me está prestando atención Hyung. —decía moviéndo su manita enfrente del rostro de Yoongi.
—Así, claro qué si. Pero para asegurarme que escuché bien ¿Lo podrías repetir?
—¿A qué vamos a jugar?— repitió con cierto entusiasmo.
Yoongi ebozo una pequeña sonrisa —Ajedrez.
—¿Y qué pasa si yo gano? —Dijó con algo se superioridad.
— No romperas mi control de la consola.—dijó en voz baja.
—¿Qué?
–Nada, yo no dije nada.—colocó su mano en su barbilla. —Mmm, veamos, el que gane va a hacer lo que el otro le mande por todo un dia ¿Qué te parece?
El menor lo pensó bastante; el único que le ganó en un juego de ajedrez fue Yoongi.
¿Qué tal si Yoongi-hyung ya perdió sus habilidades y por eso siempre pierde?
–¿Y bien? – Estaba ansioso; ya todo lo tenía planeado, era todo o nada.
–Acepto, de todos modos, yo nunca pierdo. — alzó su mano con superiorida.
–Esta vez jugaré enserio Nam. –Bien, ya no hay vuelta atrás.
Dicho esto, ambos amigos chocaron las manos sellando así su juego.
YeontanD
[•••] = Flashback