Las noticias habían dicho que sería un lindo y cálido día soleado para la ciudad, pero parecia que el clima no estaba tan de acuerdo en dejar que el sol calentara los corazones.
La lluvía caía con fuerza como si las lágrimas de las personas que se encontraban ese día reunidas en el cementerio se hubiesen hecho uno con las nubes. El frío que se sentía con cada corriente de aire les penetraba hasta los huesos, pero aun con todo eso, los presentes no se inmitaban en lo absoluto. Todos los que le tenían mucho cariño a Yoongi estaban ahí. Sabían que su muerte había sido por una buena causa, siempre se preocupo por los demás y no le importaba su vida con tal de protegerlos.
Taehyung estaba muy agradecido de ello, ya que Yoongi lo salvo de ser atropeyado aquel fatídico día entregando su vida por la de él. Se sentía culpable por lo que había sucedido, pero Yoongi le dijo que no lo hiciera, solo que procurara mirar a los dos lados cuando cruzará calles grandes. Estas palabras lo tenían destrozado, si tan sólo hubiese prestado atención ahora estaría su amigo junto a él.
Tras unos minutos de silencio, abrieron el cristal del féretro que protegía el cuerpo de Yoongi, y todos se acercaron a despedirse entre lágrimas e incontables suspiros desesperanzados.
—Muchas gracias, hyung. Lo lamento.
Tae dejo una rosa juntó a su cuerpo y volvió a llorar, Jungkook lo alejó suavemente y lo consoló. Jimin fue el siguiente en acercarse, y al ver a su mejor amigo en aquel pequeño espacio suspiró dolido y preocupado, pues no pensó que Yoongi le pediría cuidar de Hoseok todos los días hasta enamorarlo, algo que no por supuesto jamás pasaría porque Hoseok lo seguiría amando más que a nada ni a nadie en el mundo, aún así lo cuidaría y se preocuparía por su salud al ser su amigo.
— Yoongi, te prometo que cuidare a Hobi, tal y como me lo pediste. —susurró jimin con una solitaria lágrima rodando por su mejilla.
Cuando todos los presentes concluyeron con su despedida, llegó el momento de Hoseok. Éste se acercó a paso lento hasta la caja donde reposaba su más preciado amor, su pedacito de vida.
Puso entre las manos frías de su cariño una carta cuidadosamente escrita a mano y sellado, dio un beso en su frente y por último uno muy delicado en sus ahora pálidos abios. Sintió una fuerte punzada en el corazón cuando recordó que no volvería a besarlo nunca, ni siquiera sus sueños harían realidad aquel deseo.
Jimin intentó alejarlo de la caja cuando notó como éste se había aferrado a las orillas como si quisiera quedarse por toda la eternidad a su lado, pero este se negó de inmediato en cuanto tiro de uno de sus brazos, lo entendía perfectamente, no quería alejarse de Yoongi. Namjoon y Taehyung tuvieron que intervenir, logrando finalmente separarlo de su esposo, pero cuando lo soltaron para que pudiese tener un respiro, estuvo apunto de arrojarse junto con cuando el féretro descendió hasta llegar a tocar la tierra. Namjoom lo sostuvo con fuerza hasta que la tierra y la lluvia ensuciaron la madera de la caja, Hoseok se revolcaba del dolor que sentía. Su Yoongi estaba siendo enterrado y jamas volvería a abrazarlo, jamás escucharía su voz al despertar por las mañanas, ni sentiría sus labios contra los suyos al regresar a casa. Simplemente, se quedaría sólo.
Hoseok sintió como su traje se empapaba y se llenaba de lodo, pero seguía sin importarle. Sintió un dolor en la garganta, y con dolor dejó salir un suspiro de su apretado pecho que le impedia respirar correctamente.
"Prometeme que siempre tendrás esa hermosa sonrisa"
Tras el recuerdo que llegó a su mente, Hoseok intento formar una sonrisa y aún que duró sólo unos poco segundo, sabía que Yoongi ya no estaría tan enojado con el. Ya le había dicho todo un discurso con anterioridad, pero nunca se cansaría de contarle al mundo cuanto lo ama porque si tuviera que hablar toda su vida de cuanto amaba a Yoongi, lo haría sin reprochar y jamás se cansaría.
— Q-quiero decir algo... —se levantó y camino hasta quedar en el centro.— Yoongi, mi esposo. Siempre fue una persona maravillosa, siempre tenía palabras para alentarnos y que nunca nos dieramos por vencidos. —hizo una pausa dejando escapar una lágrima. —Y-yo me siento muy afortunado de haber compartido seis años con una persona tan extraordinaria e inteligente como él, tan amoroso y cariñoso que hacía de mis días los mejores incluso si todo se derrumbaba, él estaba ahí para sacarme de los escombros y curarme.
Sus palabras conmovieron a los presentes quienes volvieron a llorar maquillando sus lágrimas con las gotas de lluvia.
Hoseok tomó aire y sacó fuerzas de quién sabe donde para poder seguir.
— Le agradezco a la vida por haberme permitido conocerlo y amarlo. Esperó que nos reencontremos, estoy seguro que no es la despedida si no un hasta pronto. —dijo mirando al cielo y sintiendo la lluvia mojar su rostro. —Te llevaste mi corazón, cariño. Cuidalo.
"Se nos agotó el tiempo, no tienes idea de cuanto daría por obtener tan sólo un minuto más para poder decirte cuanto te amo, mi hermoso cariño. Sin embargo, soy consciente de que sin decir nada tú sabes todo lo que mi corazón quiso expresar, pero que mis cobardes labios no fueron capaces de decirte.
Jamás olvidaré esos mágicos momentos que tuve la dicha de compartir a tu lado, esos recuerdos que me acompañaran hasta el día que deba de entregar mi ultimo suspiro a la muerte. Ese día en el que pueda acompañarte.
Algún día estaré contigo, podré tomarte entre mis brazos para nunca más volver a soltarte, podremos unir nuestros labios y fundir nuestros corazones enamorados en un cálido beso que nos haga sentir vivos entre la muerte. Y cumpliremos la promesa de esar juntos por la eternidad, como te lo había prometido aquel día en que aceptaste unirte conmigo en una preciosa ceremonia nupcial.
Te he entregado todo de mí, y lo seguire haciendo porque te amo, te amo demasiado como para dejar de repetirlo. Mi bonito amor, nos veremos nuevamente algún día, lo prometo.
Te ama Jung Hoseok. "
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