MOON LOVERS 🌕💜 [HUNHAN]

MOONLIGHT

La música inundaba mis sentidos, lo cual me hizo sentir en la nada por una fracción de minuto.

"I lost my mind..." Cantábamos al unisono. La canción terminó y al abrir mis ojos vi a Baek besándose con ese tal Jongin, que tanto insistió en traer al karaoke. Voltee un tanto incómodo al ver la escena. Mi celular empezó a vibrar.

Mensaje de: Mamá❤

Quiero en media hora a Sehun y a ti, de vuelta, ni un minuto más, Luhan.

Pd. Baek y su amigo, cenaran con nosotros?

8:30pm

Para: Mamá❤

No, Baek me dijo que irían a comer hamburguesas. No te preocupes no tardamos.

8:32pm

-Bueno ya es hora que nos marchemos- informé a Hun, en cuanto volvió del baño, quien solo asintió

-Nosotros también ya debemos irnos- dijo Hyunnie, siendo abrazado por el bronceado- fue una buena tarde debe repetirse- le sonreí y asentí.

-Hasta pronto- Baek movió su mano en forma de despedida

-Vayan a casa con cuidado- dijo Jongin – Sehun, no hagas nada que yo no aria- le guiñó coqueto y recibió un golpe por parte del más bajo.

-Claro Kai- dijo burlándose de la expresión del otro por el apodo.

Caminamos en silencio hasta el metro, una vez ahí, nos sentamos y coloqué mi cabeza sobre su hombro, formulando la pregunta correcta.

-Hun, ¿cómo conoces a Jongin?-

-Pues él nació en el mismo lugar que yo y pues somos amigos desde pequeños, hace más de un año que se mudó aquí por el trabajo de su padre- asentí y sin querer el acontecimiento de sus ojos volvió a mi mente, haciéndome temblar-¿estás bien?

-Si, yo solo recordé algo-

-Me dirás qué es?- lo mire y me sentí apenado

-El verano ya esta cerca- mentí- y con ello tu partida

-Lu, yo tengo que decirte...

-No, espera- interrumpí- aún me avergüenzo de mi comportamiento el día de la fiesta, sé que probablemente fue molesto para ti y yo estoy loco o eso dice Baek- me callé al notar que ya habíamos llegado.

En casa la cena estaba lista, en cuanto llegamos, sin perder el tiempo cenamos, escuchando una que otra cosa que narraban el abuelo y el señor Oh.

🌑🌕🌔🌔🌓🌛🌙🌟☁☀🌠☔✳✴❄✨⛄🌀🌁🌄🌉🌈🌅⛅

3:00 a.m.

Me quede observando el techo, rendido en el insomnio en el que había caído. De repente la puerta se abrió lentamente, por instinto traté de ocultarme bajo mis sabanas, hasta que reconocí a Sehun, quien cerró la puerta tras haber entrado.

-¿Qué haces aquí?- pregunté cuando se sentó en mi cama

-No estaba seguro de venir, pensé que ya estarías dormido- sonrió y me miro- hay algo que debo contarte, bueno en realidad es mi cuento favorito- sus mejillas se tiñeron un poco.

-Entonces empieza- dije acomodándome

"Hubo una época en la que no existía la noche. Los días eran interminables, y todos eran felices. El mundo estaba dividido en dos: los del invierno, que de vez en cuando presenciaban el otoño; por otro lado estaban los de primavera, que tenían algunos días tan calurosos que llamaban verano.

Para mantener el equilibrio, las personas de ambas partes sabían que no podían cruzar la frontera. Pero como toda historia necesita a alguien para inmortalizar, aparece Kyuhyun, el hijo menor de la familia más poderosa de invierno, su padre Leeteuk era alguien que amaba las aventuras, cuyo amor heredó a su hijo menor.

-Papá, por favor, es mi cumpleaños, déjame ir a ver a los espíritus de nuestros antepasados- dijo el castaño, mientras pensaba en los hermosos colores que estos tenían, en los días más fríos.

-Dije que no – espetó el hombre mayor- eso es en la montaña cercana a la frontera, es demasiado peligroso, apenas tienes diecisiete años, quizás cuando seas mayor

-Pero...

-Nada de peros y ya retírate, tengo trabajo que hacer- se dió la vuelta molesto, pero él ya se sentía lo suficientemente mayor como para ir.

Esperó hasta que la salida de su casa estuviera libre y se escapó, decidido a ver aquella maravilla. Subió la montaña y se acomodó a la espera del gran espectáculo. De repente algo llamó su atención, era una encantadora voz que venía desde el bosque que había a su espalda. Atraído por aquélla melodía, empezó a seguirla hasta que llegó al centro del bosque donde las hojas se elevan, en vez de caer y era cálido, algo que jamás había sentido. Entonces la vio, hermosa, pensó, ella tenía el cabello largo y oscuro, y su piel tan blanca, que le recordaba a la nieve.

-Hola- dijo nervioso, ella al verlo salió corriendo- no me veo tan mal o sí?- se dijo así mismo.

Él nunca antes se había quedado con la duda de algo y la curiosidad por saber al menos su nombre, le hizo ir cada día esperando volver a verla.

Al cabo de dos meses se dio por vencido. Pero el último día que fue, ella ya estaba ahí.

-Hola-dijo con timidez- siento mucho haber salido corriendo- se excusó- nunca antes había visto a alguien de invierno-asentí y sonrió –Por cierto, soy Seohyon.

-Kyuhyun, mi nombre es Kyuhyun- con una sonrisa en los labios- y me pregunto si podrías cantar hoy- mientras sus mejillas se teñían, ella asintió y empezó.

Los días se convirtieron en semanas, estas en meses y en un abrir y cerrar de ojos ya había llegado un año desde que sus voces iniciaron a fundirse en melodías tan exquisitas, que solo los arboles podían oír. Doce meses ya habían pasado, y sus corazones hacia mucho que hacían coro a sus voces. Al final de esos 365 días juntos el amor se había colado permanente.

Y como todo loco enamorado unieron sus manos sin importar que estaba prohibido, un simple roce aceleró sus corazones. Algo tan inocente alborotó a las hojas que empezaron a rodearlos, como si de un huracán se tratara. Una tierna unión de manos dejó a un chico llorando, cuando las hojas se la llevaron.

Por el mundo se expandió una gran nube negra, asustando a todos a su paso, el invierno y primavera se terminaron, dándole paso a otoño y verano. El desequilibrio que cometieron dio paso a la noche, pero ese no era el castigo.

Aquel chico continuaba llorando por su amor perdido, sin notar que su cabello castaño se había extendido por todo su cuerpo, sus hermosos ojos cafés, ahora eran color carmín, y la mujer que ama, la habían convertido en algo brillante y blanco, la luna.

Desde ese día, había una noche en la que sin poder evitarlo su familia y él se convertían en lobos, llorando por la pérdida del menor, mientras la luz de luna acariciaba al castaño, como muestra de que aún lo amaba.

Y aunque ya habían pasado dos mil lunas después, los descendientes aun pagaban el precio de su error, cada uno de ellos se enamoraría de alguien de un mundo diferente, de alguien sin culpa y cada noche de luna llena, llorarían, con la luna consolándoles, deseando que no desaparezcan, con miedo a lastimarlos. Pero que importa, todos necesitamos y merecemos un amor tan infinito como aquellos que solo les bastó un toque para poner el mundo de cabeza.

Fin"

-Es tan triste, Hunnie- dije sorbiendo el moco.

-Lo es- susurró secando mis lágrimas

-Y por qué me lo narraste?- el sonrió

-Porque estoy enamorado de ti- sus ojos habían vuelto a tener ese color carmesí, pero esta vez no sentí miedo.

Se puso en pie y salió de mi habitación, dejándome con un remolino de emociones, y con tantas preguntas por hacer.