Two psychopaths - JJK

∆ DOS ∆

11:42 pm

— ¡Voy a salir abuela, no me esperes! – Gritó la BaeSun para que la anciana logrará escucharla.

— ¿A dónde vas tan tarde?, Bae te he dicho mil veces que no me gusta que salgas a estas horas – Lograba ver el semblante serio de su abuela a pesar de la oscuridad.

— Iré con Seongwoo, además yo también te he dicho miles de veces que no me pasará nada, se cuidarme abuela.

— Sabes que me preocupo por ti querida.

— Lo sé, ahora me voy te quiero – Se retiró lanzando un fly Kiss.

— Yo igual, cuídate.

[•••]

Ahí se encontraba en un bar de mala muerte junto a su mejor amigo Ong Seongwoo, esperando su próxima víctima. Pero lo que ella no sabía era que aquel chico pelinegro al igual estaba buscando a su nueva víctima.

— Estoy aburrida~, no encuentro algo que me interese – Resopló al no encontrar algo bueno a su alrededor.

— ¿Qué tal ese chico de allá? – Señaló Seongwoo.

La pelinegra miró hacia donde su amigo señalaba y valla, que buen ojo tenía, ahí recargado en una pared se encontraba un chico alto, pelinegro y ojos grandes tomando un vaso de whisky, valla hombre.

— Bastante lindo – Dijo mientras sonreía y mordía su labio inferior a la vez.

— ¿Y a qué esperás?, Anda que yo iré a divertirme, cuando termines tu juego te espero en el auto – Le regaló un guiño y se fue a no sé dónde.

— Hora de divertirse – Parándose de su asiento se dirigió al chico que anteriormente había observado.

Al ya estar a unos cuantos metros, el pelinegro captó la atención de la chica que se acercaba a él con una caminata un tanto sensual, ahí frente a él se encontraba la chica de la cafetería, menuda suerte a tenido al encontrarla aquí.

— Que tal linda – Dijo con una sonrisa coqueta.

— Un tanto aburrida, que tal si nos divertimos un rato – Tomó los estremos de la chaqueta del chico y lo atrajo hacia su cuerpo, el pelinegro tomó su cintura y sonrió a la vez que se acercaba para susurrarle algo en el oído.

— Espero que mañana puedas caminar presiosa.

Pero ninguno sabía que el otro tenía ya un plan en su mente.

Ambos se dirigieron a un lugar más "privado", al ya estar dentro de la habitación comenzaron con una caliente seción de besos introduciendo sus lenguas mientras trataban de sacarse las ropas que ya estaban empezando a estorbar.

— Espera... – BaeSun un tanto agitada lo detuvo.

— ¿Qué pasa? – La miró confundido.

— Necesito saber tu nombre.

Ella no lo pedía para después poder buscarlo de nuevo y ser algo más, no claro que no, ella anotaba todos los nombres de sus víctimas en una bitácora, ¿Porqué? Ella tampoco lo sabía.

— Jungkook, Jeon Jungkook – Sonrió para después besarlo de nuevo – ¿El tuyo? – Dijo al separarse un poco.

— BaeSun, un placer – Rió leve al notar como su acompañante bajaba sus bragas mientras la observaba fijamente.

— El placer es todo mío Bae – Le respondió después de tenerla completamente desnuda frente a sus ojos, y valla que sorpresa se a llevando, es la mujer más voluminosa que jamás allá visto o follado.

— Deja de verme así y mejor comienza con tu trabajo – Dijo divertida al notar esa mirada de lujuria y deseo del chico.

— Te voy a dar la mejor follada de tu vida – Anunció antes de lanzarse a Bae y comenzar a besarla desenfrenadamente.

Bajo sus besos poco a poco hasta parar en su anatomía y comenzar a hacerle el mejor oral que jamás allá sentido en toda su vida sexual.

Bae Sun lo disfrutaba, tomando los cabellos de chico para que su lengua profundizará más en su entrada, gemía como perra necesitada pero como no hacerlo si estaba teniendo un oral que la llevaba al cielo.

Jungkook se separó al sentir como el estómago de la pelinegra se contraía, la beso de nuevo para de una sola estoncada penetrarla y comenzar un Vaivén con un ritmo promedio que a los dos los deleitaba en el placer, los dos miraban estrellas.

Bae al ya estar a punto tomo los hombros de jungkook para poder acostarlo y ella posicionarse arriba de el saltando en su miembro haciendo que el pelinegro gruñiera mientras cerraba sus ojos y echaba su cabeza hacia atrás.

— Justo así Bae... – Gimió al notar como su pene punzaba indicando que pronto llegaría.

Sun al escuchar eso, tomo algo de la mesita de noche pero sin dejar de moverse, al ya tenerlo en su mano la colocó detrás de su espalda para poder terminar con su juego.

Jungkook tomo sus caderas para profundizar más las embestidas y por fin llegar al tan deseado orgasmo.

Los dos gimieron por última vez mientras se liberaban, Sun Hee se recostó en el pecho del chico mientras él acariciaba su espalda.

— Sabes, creo que ha sido la mejor follada que me han dado – Dijo Bae al ponerse de nuevo a horcadas en él.

— Estoy de acuerdo – Sonrió con picardía – ¿Qué te parece una segunda ronda?.

— Me encantaría pero... Creo que no va a ser posible – Sonrió con malicia.

— ¿A qué te refieres? – La miró un tanto confundido.

— A esto – Tomó con fuerza la navaja que traía consigo desde que entraron al bar y antes de que la clavara en su cuello Jungkook tomó su muñeca haciendo que BaeSun hiciera más fuerza para poder acabar con su diversión.

— ¿¡Qué crees que haces!? – Gritó Jungkook al notar en los ojos de Sun  el deseo de placer, pero obtenerlo de otra manera.

— ¡Lo que siempre hago con todos imbécil! - Gritó al igual que él.

— ¡Estás demente!.

Y eso a él le encantaba.

— Gracias por el cumplido cariño – Dijo en tono de burla.

Jungkook con todas sus fuerzas tomo su otra muñeca para poder ponerla debajo de él y posicionar sus manos a los lados de su cabeza.

— ¿Por qué quieres matarme? – Preguntó con una sonrisa a lo que Bae Sun se confundió.

¿Qué persona en el mundo sonríe cuando se entera que la quieren matar?.

— Aqui la pregunta es, ¿Por qué no?.

— ¿Y qué pasaría si yo te mato primero? – La besó para después quitar la navaja de su mano y colocarla en su delicado cuello.

Bae rió ante ese acto.

— No eres capaz – Su semblante risueño cambio a uno completamente serio.

— ¿No? ¿Cómo estás tan segura linda? – Con una gran sonrisa recorrió todo su cuello con la punta fina de la navaja.

— Porqué noto en tus ojos lo mucho que quieres repetir lo que paso hace un momento y tal vez por qué estás completamente loco igual que yo.

— Que lista eres preciosa – Sonrió y la besó de nuevo.

Arrojó la navaja al otro extremo de la habitación para comenzar con otra ronda del mejor sexo que jamás habían tenido.