Y allí se encontraba, bajo la lluvia de marzo, sujetando un paraguas azul.
Observó su reflejo en un charco de agua, deslizando los dedos con dificultad a través de sus tirabuzones rubio ceniza. Alisó la camisa que llevaba tirando con ligereza del extremo inferior de la tela fina.Sin poder evitarlo, tomó un cigarrillo de la interminable caja y lo encendió, colocándolo entre sus labios teñidos de un fucsia rojizo que lo manchó.
Con un mechero violeta, prendió el final y esperó a que se fuese convirtiendo en ceniza con cada paso que daba, prácticamente salpicándose los vaqueros con la fina capa mojada que recubría las aceras de Barcelona.Llevaba ya meses sin dormir, poseída por el estrés de haber cambiado de ciudad de una forma tan brusca y violenta. Aún a sus 38 años sólo había cambiado de trabajo una vez, y se le hacía más que extraño vivir en un sitio en el que todo el mundo tenía un nuevo empleo cada semana. Sin embargo, sabía con certeza que sus dos hijas podrían llevar una vida mucho mejor: su horario laboral le permitiría ver a Marta con más frecuencia, y a Jara sólo le quedaban un par de años para pasar a secundaria, con lo que tendría tiempo de sobra para ayudarla a prepararse los exámenes.
Sin embargo, algún sentimiento de inestabilidad le recorría desde la espina dorsal cada vez que posaba la mente por completo en su situación.
Sin darle mucha importancia, siguió caminando, encontrándose con que ya casi había llegado a su destino.
Sólo le quedaba entregar los papeles para poder ver a Marta detrás de las paredes blancas del psiquiátrico.
Estaba cansada de la misma pregunta que le hacían siempre, pero supuso que era normal que a la gente le impactase que una niña de 17 hubiese cometido un triple asesinato; aún así siempre guardaría cariño hacia su hija.
Y allí se encontraba, bajo la lluvia de marzo, sujetando un paraguas azul.
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Microrrelatos.
Short StoryHistorias narradas de forma breve basadas en una palabra que previamente he buscado en un generador online de palabras aleatorias.