Relato: Un beso bajo la lluvia

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Adentro las risas falsas y conversaciones vacías, carentes de significado real no parecen cesar mientras simplemente me pierdo en la belleza natural frente a mi.

Me siento tan fuera de lugar en este lugar, pero es algo más... Es la sensación de no tener mas placer del que las personas pueden creer que puedes tener.

Una densa lluvia cae en la calle desierta a la luz de las luces de una manera casi mágica.

Todo en este lugar grita dinero, poder, elegancia de mas incluso hasta en la manera como cae la lluvia.

Abro la puerta lentamente mientras cierro los ojos sintiendo la brisa fresca de la noche mezclada con el olor que desprende la tierra mojada.

Extiendo mi mano sin siquiera pensarlo y suspiro cuando la fría lluvia cae en ella... No quiero pensar, no quiero escuchar, solo quiero por un momento ser alguien que hace mucho tiempo no soy.

Con los ojos cerrados doy uno, dos, tres pasos y levanto mi cara mientras la lluvia cae sobre mi, no puedo evitar sonreír saboreando la libertad.

Pueden pensar que es una locura solo por el hecho de estar bajo la lluvia con un elegante vestido.

No me importa y camino mientras hay una melodía que solo vive en mi cabeza... Así empiezo a bailar.

Giro tras giro... Con los ojos cerrados, solo sintiendo una libertad que había perdido entre sonrisas falsas.

Cuando abro los ojos ahí está el...
Bajo la lluvia sin importarle nada mas en este mundo que vivir este momento.

Sonrío y con una señal para que haga silencio lo invito a mi baile silencioso junto a una melodía que decido compartir solo con el.

No lo conozco, ni el a mí pero bailamos como dos amantes que finalmente se han reencontrado.

Mi corazón late junto al suyo y por un momento el sentimiento de hogar se instala en mi corazón mientras respiro con una paz que no sentía en mucho tiempo.

Intenta hablar pero coloco un dedo para sellar sus labios mientras niego.

Solo somos dos desconocidos que se han unido en este baile que proviene del corazón y una melodía que solo vive en nosotros.

La lluvia no deja de caer mientras  nos envuelve en su magia bajo las luces de una calle desierta que parece contar miles de historias.

Me abraza contra si como si se le fuera la vida en ello y creo que en ese momento entiende que es todo lo que podemos tener.

Mientras la lluvia poco a poco empezaba a disminuir nos miramos a los ojos y solo sucedió... Un beso que nos marcó para toda vida.

Un beso cargado de palabras no dichas pero que nunca fueron necesarias.

No hubo promesas, ni nombres y para mi fue suficiente.

Un amor pasajero, un baile bajo la lluvia en los brazos de dos amantes desconocidos.

Nunca nos volvimos a ver, pero dentro de mi sabía que el había seguido con su vida como yo con la mía.

Desde ese momento comprendí que para amar no necesitaba que fuera eterno sino que cada latido fuera significativo.

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