El sonido del timbre era un golpe en mi persona. El sonido aumentaba el sentimiento de vergüenza.
Quería ignorarlo. Pero me levanté en cuanto escuche pasos.
Mi padre.
Él le abriría. Y se enteraría de mi acto de voyeurismo gay adolescente.
Corrí a las escaleras pero era demasiado tarde.
-Hola. Perdón por molestarlo tan tarde, Señor. Pero su hijo me dijo que podía ayudarne a arreglar unas cosas. Creamé, comprendo que es tarde pero esto es realmente importante.
-Ok. Deja hablo con mi hijo.
Mi padre cerró la puerta y volteo a las escaleras. Me vio y me hizo una seña para que me acercará.
-Stiles, te buscan. Uhm, no te tardes y...
-No actues demasiado gay. Lo tengo. Solo es un favor.
-Cuídate. No quiero que duermas muy noche.
No quería que mi padre se enterará de lo que hice. Sería otra decepción. Así que era mejor seguirle la corriente a el nuevo vecino.
Abrí la puerta y ahí estaba mi vecino. Por fortuna vestido.
-Hola, fisgón.
Me habló mi vecino con tono bulón.
-Hooo-laaa. Per-rr-dón por mirar.
No podía con la vergüenza.
-No te preocupes. Todos me miran. Es imposible que no lo hagan. Pero que hayas gemido, indica que pensaste cosas sucias. Eso merece un castigo.- mi vecino seguía con su tono burlón. Pero su voz se volvió ronca y sensual.
-No le digas a mi padre.- por más sensual que sonará su voz, seguía teniendo miedo de que le contará a mi padre.
-No le diré. Pero iremos a dar un paseo. Sigueme.
-¿A dondé?
Ahora tenía miedo. Quizás era homofóbico y me quería matar ahora. Francamente el tipo tenía un aura atemorizante. Sensual pero atemorizante. Ruda.
-Por la cuadra. Usaremos mi carro.
Asentí a lo que decía.
Abrió su cochera y pude ver un camaro negro. Parecia recien comprado. El modelo era pasado. Lo más seguro es que le diera mantenimento seguido.
-¿Qué esperas? Entra a la cochera.- me habló desde la cochera.
Obedecí.
Mi vecino cerró la cochera cuando entre a esta. El mando era movíl por lo que no necesito moverse para hacerlo. Pero si para ponerse enfrente de mí.
-Quitaté la ropa.
¡¿QUÉ?!
-Vamos, quitatela. Necesito que lo hagas para lo que te tengo preparado.
-Nnn-o-ooo.
-Sí, me visté cuando me desnudaba. Me tocá a mi hacerlo.
Con las manos temblorosas empecé a desnudarme. Solo me deje los calzoncillos.
-Toda la ropa, lunarcitos.-me sonrió, el hijo de puta de mi vecino.
Obedecí. Solo miraría. Ojo por ojo.
-Bien. Ahora usa esto.
Me tendio una llanta de refacción de su camaro.
-No puedo usar una llanta.
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El Chico de A Lado
ChickLitStiles es un alumno ejemplar. Tiene el mejor promedio, es el Presidente de la Sociedad de Alumnos. Ganó un premio por puntualidad y por ser el 1 lugar en la feria de Ciencias. Pero es su último año en la preparatoria. Y no ha hecho ninguna de las co...