-¡Oh por un demonio!, no creas que vas a tomar me el pelo.
-Amor...- Quiso continuar sin embargo lo interrumpí.
- ¡Amor la más vieja de tu casa!, no puedo crees que hayas eso. ¡Yo te amaba! ¿Estas estúpido o te golpeaste la cabeza? Para que creas...
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muy conocida lo normal... Hanna ha comenzado una relación con Adrik un 30 de abril ellos formaban la mejor relación del instituto. Su mejor amigo Marco no es de su agrado Adrik.
-Amor, mira hoy vamos por pizza. Te necesitó ahora. -Dijo Adrik en vos baja. -Hoy no puedo, tengo que ir a la casa de Marco. -Contestó ella detrás del celular. -Amor, ¿A caso el es más importante?.- Cuestiono en voz baja. -No, pero amor mira después de ir a su casa voy a la tuya y conversamos. Llevó comida china tú favorita, ¿Te parece?.- Respondió con emoción. -No amor, era ahora, pero no importa. Divierte te. -Dijo en en voz baja. - Adiós. Colgó, «Oh, bueno esta bien» pensó ella. Tratando de peinar su cabello, era un completo desorden.
Bajó las escaleras hacia el living anunciado que ya se iba a ir, su madre sólo le grito algo desde la cocina que no pudo comprender.
Camino dos cuadras y ahí estaba la casa de Marco, su mejor amigo desde los 4, se conocieron desde el preescolar. El la defendió de un niño cruel que halaba de su cabello mientras ella hacia pucheros.
Ella miró sus ojos color avellanas, el miraba sus ojos color cafés.
Un mensaje anónimo llegó a su teléfono, ella sólo elevó su ceja de confusión.
«El tiempo se acaba tictoc, y cuando suceda tú ya no podrás hacer nada»
