¿Te haz preguntado que es lo que siente una persona que esta rodeado de personas las cuales nos sabes si son tus amigos o no?
Talvez lo haz hecho u talvez no, pero si sabe lo que se siente sabrás que no es lo mejor del mundo, es lo peor.
Desde que soy pequeño lo he sentido así, la gente me juzga por mi aspecto el cual según las personas a mi alrededor es hermoso, pero, yo no lo veo así, no recuerdo desde donde empezó, lo único que se es que odio mi aspecto.
La gente siempre ha estado a mi alrededor buscando algo de mi, no puedo tener una relación ya sea de amistad o amor, porque siempre buscan algo de mi aspecto.
Nunca me he enamorado de nadie, he tenido varias novias, las cuales de alguna manera a otra me termino aburriendo de ellas con facilidad, no veo nada interesante en ellas preguntando porque salí con ellas en un inicio.
Todo el mundo es aburrido, siempre tratan de fijarse primeramente en su aspecto, la sociedad a llegado al punto de que me aburre lentamente, pero, hay algo en una persona que me hace mirarla con algo de interés.
Erick.
Lo veo todos los días, es un chico que esta en mi mismo grupo, no tiene muchos amigos, no es tan guapo como yo, no tiene calificaciones sobresalientes, pero lo encuentro de una manera interesante.
Según recuerdo había dos chicas las cuales estaban enamoradas de mi, sinceramente nbo me interesa en lo mas minimo,
Fingí que me gustaba una de aquellas chicas solo para poder jugar con sus sentimientos, realmente nunca me ha gustado ninguna de aquellas chicas, las veo demasiado aburridas, ellas son igual que todas las demás.
Hoy, un día igual a los demás, nada de especial en el, estaba en su ultima clase, ya totalmente aburrido miraba por la ventana, no había nada especial dentro de la aula, y cuando iba a dejar de mirar hacia afuera, lo miro.
Erick.
Lo miraba de pies a cabeza mientras el caminaba junto con un chico, no podía dejar de mirar hacia afuera, había algo en Erick que realmente me hipnotizaba, no sabia que era, pero tampoco quería saberlo.
Erick se tropezó, y sin pensarlo una sonrisa se formo en mi rostro al mirar aquella escena, me sentía extraño, como si no fuera el, sentía algo raro dentro de mi, una alegría que si la describiera era como algo interminable.
Mire hacia otro lado, tratando de no pensar en el, en su sonrisa, en sus ojos verdes como una esmeralda que brilla mas que el mismo sol, su optimismo para todo, su voz tan hermosa como un ángel.
Ya no sabia que hacer no podía salir de su cabeza, todo le recordaba a el, no había ninguna sola cosa que no le hiciera pensar en aquel chico.
Se había enamorado, se había enamorado, se había enamorado, se había enamorado.
Me había enamorado, caí como un soldado caído contra las garras de el amor, un amor que se podía tomar de el mismo como una idiotez.
Soy idiota enamórame de una persona la cual nunca me podrá amar, no creo que este amor termine nunca, no creo poder volver a interesarme en otra persona que no sea el.
Yo me enamoré de el, no de otro del el.
La campana sonó indicando que las clases habían terminado, no fui el primero que salió, pero, tampoco fui el ultimo, solo salí de aquella aula.
En sus pensamientos solo podía repetirse unas pequeñas palabras.
Este sentimiento nunca saldrá a la luz.
Nunca lo hará.
Nunca.
