Hoy, que fue nuestra salida me la pase de lo mejor, reimos, lloramos de alegría, nos contamos cosas.... Termine llevándola a su casa, Me despidió con un beso, un beso que duró suficiente para hacerme sentir en el cielo. No fue un beso de esos que te incitan a tener sexo, fue un beso de esos tiernos, un beso de esos que te llevan al cielo y al infierno al mismo tiempo. Un beso que definitivamente quería repetir.
Después de muchas salidas más, una de tantas, mas que otra, la lleve a su casa. Me invitó a pasar y sucedió... Lo que jamas creí que sucediera. Ella, con un gesto de índole coqueta, me invitó a pasar, argumentando que estaba sola. Acepté su invitación y después de un tiempo de vernos fijamente, comenzamos a besarnos, ella puso su mano en mi pierna y yo seguí, le besé el cuello y poco a poco fue quitando su ropa, al mismo tiempo que ella hacia lo mismo conmigo. Yo bajé lentamente con mis besos, comenzando en su boca y bajando lentamente por su cuello, sus hermosos senos, por su estomago y hasta llegar a el paraíso que tenia entre las piernas.... Besé sus piernas, y lo hicimos, de una manera tan linda y sutil.
Nos entregamos una a la otra completamente, sin dudarlo.
Después de ese día todo cambio. Decidimos comenzar una relación y bueno, pasamos momentos que jamás olvidaré.
