Prólogo

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Nilson Rogers

La alarma extremadamente ruidosa de mi reloj plateado sacó de mi sueño profundo rápidamente. Me senté en mi cama y puse mis pies sobre el frio suelo de mi habitación que me despertó por completo.

Me siento tan cansado, en estos momentos es cuando me cuestiono porqué carajos decidí convertirme en maestro.

Mi primera motivación para levantarme es saber que podré ir a ese lugar a compartir conocimiento muy importante, demostrar que la filosofía es algo importante en el desarrollo de los estudiantes. Muchos piensan que aquellos que se especializan en la filosofía solo pierden su tiempo pero esos idiotas no saben de lo que hablan. También me motiva mucho saber que podría generar un cambio enorme en todos esos chicos.

Pero luego de todo esto...está él.

Cuando recuerdo que podré ir a verlo, a pasar tiempo con el se me quita de inmediato todo el cansancio y pereza, veo todas las cosas de manera mas positiva y clara.

El causa todas esas cosas en mi con tan sólo existir.

Ojalá algún día pudiera decírselo.

Pero se que si lo hago no seré correspondido y probablemente él se alejaría de mi, no podría soportar eso. No puedo ni quiero intentar imaginar una vida sin él.

Prefiero guardarme todo con tal de poder ver esa sonrisa luminosa y esos ojos oscuros brillantes a traves de los lentes de sus gafas.

La filosofía de su amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora