Problemas

6.2K 442 83
                                    

__Lauren yo...no se como actuar contigo justo ahora, ¿volverás a encerrarme no es así? Y seguirás haciendo que te haga cosas que sinceramente quisiera no hacer más.

El viaje había acabado y ambas se dirigían nuevamente a la mansión de la mayor, Camila confesó lo peor y Lauren sinceramente no sabia que hacer, si volvía a su actitud de antes ella la odiaria pero si hacia lo que pedía, la perdería.

__¿Que hago entonces Camila? No puedo dejarte, entiendeme y si no estas cerca yo...ni siquiera se como explicarlo__  susurró bajando la mirada, la morena se mordió el labio inferior y soltó un suspiro

__Tu...¿quieres que yo, ya sabes? Rayos, no me hagas decirlo Laur.

Ese mote, la mayor miró a la menor con una sonrisa y esta, se sonrojó.

__¿Tu quieres? Por que sino es así, cambiaré lo juro, no quiero seguir de esta manera contigo__  murmuró apenada, Camila apretó sus labios y suspiró ¿quien era esa quien le hablaba? No se parecía en nada a la loca obsesionada con su miembro que al principio conoció

__Yo no tenía a donde ir cuando me secuestraron esos hijos de puta, verás, mi vida no era fácil así que si me dejaras ir yo volvería a lo que era antes de conocerte.

Lauren sintió un nudo en su garganta al pensar realmente por lo que pasaba esa niña.

__No pasará, no te dejare ir y prometo tratarte bien de hoy en adelante Camila, ya no estarás en el sótano.

La morena la miró con los ojos brillosos, ¿por qué pasaba esto? Ella debería aborrecer a ese ser de ojos verdes, y lo hacía que era lo peor, la odiaba con su vida pero...ella poseía algo, que la hacia replantearse su forma de ser, algo que la hacia perdonarle incluso sabiendo que no lo merecía.

__Me parece bien, Lauren__  susurró apenada, la ojiverde sonrió con ternura y besó ligeramente su mejilla

__Prefecto, mañana mismo buscaré un sitio para ti, así podrás tener libertad para moverte y esas cosas.

__Con el tema de los...encuentros con poca ropa, ¿podrías no hacerlo más? Al menos hasta que yo me sienta cómoda con ello__  murmuró con las mejillas enrojecidas, Lauren tragó pesado

No le estaba gustando hacia donde se dirigía la conversación, ella necesitaba su dosis de sexo con la menor pero sabía que si se lo exigía, ella volvería a ser la salvaje de antes, odiarla e insultarla hasta cansarse y Lauren no quería eso.

Debía resignarse a la abstinencia por un tiempo.

__Está bien Camila, te dije que cambiaría las cosas, ahora será como tu prefieras y respetaré tus decisiones, pero no tardes mucho en sentirte cómoda por favor__  casi rogó aquello, Camila la miró fijamente y asintió con lentitud

Ciertamente le estaba sorprendiendo la actitud de la mayor, aún no confiaba en ella, pero le daría el voto de la duda.

__Gracias Lauren.

__No agradezcas, lo tuve que haber hecho desde que llegaste a mis manos.

La morena hizo una mueca de desagrado al recordar aquellos acontecimientos tan desastrosos y una voz dentro de ella le recordó la clase de monstruo con la que se encontraba.

No debía bajar la guardia ante ella jamás.

__Claro.

El resto del camino fue en silencio, uno casi sepulcral, Lauren se debatía entre hablar o no y Camila solo deseaba llegar a su prisión personal y dormir un poco.

__¿Y, como fue tu niñez?.

__Triste, humillante, dolorosa y bajo mucha soledad__  cortó sin querer hablar de más, realmente le alteraba hablar de su pasado, solo era una extraña con nombre y apellido, lo demás simplemente. No existía

__Eso es...triste.

__¿La tuya que tal?__  preguntó nerviosa, a la mayor se le tensaron hasta las uñas al oírla.

__Tediosa, muy tediosa.

Fue simple y algo cortante, como si el solo hecho de acordarse le diera asco y provocara mucha ira en su interior.

__Tranquila, si no quieres contarlo está bien, ya habrá tiempo para ello.

Ambas entraron nuevamente en un silencio incómodo hasta que finalmente Hank les abrió la puerta.

__Llegamos.

Lauren asintió y las dos bajaron de la limusina, entraron en sumo silencio a la casa y se dirigieron casi de inmediato al sótano, Lauren esta vez no cerró la puerta de la oficina, besó su mejilla y salió nuevamente de allí.

Error.

__¿Será un truco para ganarse mi confianza?.

Eran esos los pensamientos de la morena mientras vagaba por primera vez en todo el sótano. Y luego de media hora de registro volvió a la oficina para dormir un poco.

Pero la puerta del sótano se había abierto.

__¿Camila?.

Era Elena, bajó y quedo estática al verla allí, sin la puerta de la pequeña oficina bajo llave.

__Hola...yo pensé que ya nunca volverías por lo que sucedió, ya sabes__  susurró apenada y la más baja negó recordando aquel acontecimiento tan agrio que vivió

__No eres tu la que abusa sexualmente de mi madre Camila, te juro que no se con quien vivo ahora y. Me da miedo__  confesó finalmente sentándose en el suelo mirando el sofá-cama con algo de asco

Ni de chiste se sentaría allí luego de ver como su madre...ni siquiera podía pensarlo nuevamente.

__Te da asco el sofá ¿no?.

Elena abrió los ojos como platos y se acercó a ella rápidamente.

__No es por ti lo juro, es solo que...aquella imagen aún no se borra de mi mente__  susurró. También tengo el presentimiento de que jamás lo hará...pensó con preocupación

__Lo entiendo, no todos los días vez a tu madre engañando a tu padre con una chica de dieciséis años a la cual compró como un pedazo de carne y tiene encerrada en un sótano ¿verdad? Simplemente es algo anormal todo eso.

Y por muy irónico o imposible que sonara aquello, ambas rieron en lo bajo, pero una mueca de incomodidad se instaló entre ellas luego de eso.

__Me dolió.

Fue un susurró, uno casi imperceptible...casi.

__¿Como?.

Camila la miró extrañada pero con su corazón palpitando rápidamente.

__Me dolió verte con ella, me dio asco, enojo, celos...mierda, estoy jodida Camila__  suspiró y se lanzó al suelo sujetando sus piernas  __Estoy empezando a sentir cosas que no debo y es horrible__  confesó por fin

Camila casi dejó de respirar, aquello era malo, sobre todo porque ella también empezó a sentir cosas por esa chica.

__También yo Elena.

La más baja levantó la vista sorprendida y notó que la morena estaba frente a ella, muy cerca, quizá demasiado.

__Camila.

Susurró para después pecar, la besó. Y Camila le correspondió.

StopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora