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jungwoo recuerda perfectamente aquel día como uno nublado y frío, donde la nieve comenzaba a caer por copos pequeñitos y los niños pequeños llevaban ya dos o tres abrigos, incluido él.
ambos estaban sentados en la mesita junto a la ventana de una de las cafeterías más cercanas a la escuela donde ambos iban, jungwoo comía lentamente de su torta de fresa mientras bebía chocolate caliente.
a causa del frío, el mediano local estaba repleto de personas, a jungwoo le causaba no solo un poco de ansiedad, pero además le molestaban los ruidos por más pequeños que fuesen.
—jungwoo... —distrayéndolo de todo el sonido externo, el mencionado voltea abruptamente hacia yukhei, quien parecía un nivel más arriba de nervioso, casi tirando a histérico.
—uhm. —dice con la boca llena de fresas y crema batida. una extraña vergüenza llena su interior cuando yukhei saca de su bolsillo una pequeña carta llena de corazones y demás bobadas que más que lindas, parecen algo cursis a los ojos de jungwoo.
—bueno, lo he pensado bastante. —primer error. —y realmente tú... b–bien... me parece que eres bastante ¿lindo? si, lindo y yo quería preguntarte si te gustaría ser más que amigos... —oh.
justo cuando yukhei dice la última parte con cierto tono más elevado, todas las personas de la cafetería hacen silencio, casi un abrumador y terriblemente incómodo silencio.
¿más que amigos? eso es como.... ¡novios! la mente de jungwoo se tira a imaginar, y no es que yukhei sea feo, al menos sabe que todas y todos están detrás de él en el colegio. pero exactamente eso es lo que jungwoo duda, ¿de todos por qué él?
—¡di que si, niño! —y el mayor miedo de kim jungwoo se vuelve realidad. atención sobre él, porras apoyando a yukhei, personas intentando incitarlo a decir que si, ruido, ruido, ruido.
—¿qué esperas? ¡ya dile que si! —otra más y jungwoo jura que saldrá corriendo de la cafetería. siente náuseas y quiere dormir.
los ojos grandes de wong yukhei se suavizan y por un segundo jungwoo pensó que se pondría a llorar. era tanta la presión que estas personas le estaban poniendo que inconscientemente de su boca salió un bajito "si".
y jungwoo recuerda ese día como uno lluvioso y nublado, justo como el primer día en el que yukhei por fin se atrevió a ponerle una mano encima, o como todos aquellos días en los que debió haberlo insultado de la manera más aberrante para hacerlo sentir feo y sobre todo no amado. jungwoo no recuerda que los novios de sus amigas hayan sido así alguna vez, ¿entonces por qué el suyo si es así? jungwoo no tiene tiempo de pensar la tan aclamada respuesta cuando, herido más psicológicamente que físicamente, sale a la calle para comprarse un té y relajarse y probablemente no volver nunca jamás.
pero jungwoo es manipulable, tanto que sorprende. y cuando se da cuenta de que yukhei es todo lo que tiene, regresa con él como si fuera su razón de vivir. era domingo por la noche, al día siguiente tendrían que ir a clases de nuevo, jungwoo tendría que volver a mentir diciendo que se cayó o que lo robaron, no quiere que sepan lo malo que yukhei puede ser cuando se enoja, solamente quiere que sigan creyendo que son sanos.
jungwoo no se da cuenta cuando las personas dejan de hablarle, o bien, cuando el comienza a dejarles de hablar a ellos. camina solo por los pasillos de la escuela, una mano en sus libros y la otra en un té de canela con muchos sobres de azúcar. ya es casi hora de entrar a clases, así que apresura su paso por las enormes canchas verdes, pero se detiene al oír un suave quejido seguido de sollozos detrás de un árbol.
—¿estás bien? —pregunta lo obvio al no encontrar que decir.
el chico lo mira desde abajo con grandes e hinchados ojos tirando lágrimas como si fuese una cascada. jungwoo jamás había visto a alguien llorar tan fuerte ¡ni siquiera a él mismo!
al no recibir respuesta, jungwoo se sienta junto al muchacho quien en su carnet dice llamarse "mark" y hasta abajo en letra manuscrita escribe "minhyung lee". hace como que no lee eso y procede a intentar animar al extraño de cualquier forma.
muchos intentos de ánimos y una sonrisa después, jungwoo y él extraño parecen estar llevándose bastante bien a pesar de haberle sacado solamente una que otra palabra, que no era su nombre, al muchacho.
—¿por qué llorabas hace un momento? si puedo saber...
mark luce incomodo, pero aún así habla. voz cortada y tal vez sus venas también al jungwoo notar como baja sus mangas largas lo más que se puede, intentando no hacer muecas de lo que es llamado dolor. pero por más que intente ocultarlo, jungwoo ya ha pasado por eso, de hecho lo vive a diario.
—es que estoy solo. —lo dice con la voz más pequeñita y ronca posible. comienza a llorar inevitablemente una vez más. jungwoo no sabe si abrazarlo o no, y decide ser un expectante.
—yo también estoy solo, pero ahora estaré para ti.
