Falling Skies

Falling Skies -CAP. 36

Cap. 36: Se fue para siempre

Cuando apenas sucedió la invasión, mientras yo corría por mi vida, algo sucedió…

*Flashback*

No podía mirar atrás o tal vez no quería, necesitaba llegar a la fortaleza del ejército, antes que ellos me atraparan, como lo hicieron con Niall.

Mi padre, cuando huíamos juntos, nos dijo: “Corran, corran, y sigan corriendo. Lleguen a la base del ejército, ahí encontraran seguridad.” Luego nos dio un beso en la frente a cada uno.

Corría exasperada en el bosque, yo sabía para donde era pero sentía que no llegaba nunca, se me hacía eterno el camino. Hasta que una inesperada piedra se me cruzo en mi camino. Caí en la fría tierra golpeándome desafortunadamente con una piedra en la cabeza, quedando inconsciente.

Cuando desperté estaba claro, la noche había pasado, pero aun el sol se escondía temeroso en su manta de nubes. Me trate de levantar pero fue inútil, estaba demasiado débil, no había comido desde la tarde de ayer ni había bebido nada desde hace mucho.

-tienes que levantarte, _____….por favor….por mi- me susurraba una voz conocida…..*Niall* pensé. Me pare rápidamente con la adrenalina a mil.

Nada. Solamente niebla y altos árboles, pero algo me hiso venir abajo a la tierra de nuevo. Me escondí lo mejor que pude, como a unos diez metros caminaban niños, pero no niños normales ya que tenían el captador que los controlaba.

*Que hago ahora!!* pensé aterrada, no podía salir de donde estaba, sino me atraparían y me pondrían esa cosa con la que me controlarían.

Caminaban en fila, uno detrás del otro, como zombis, no había nada en su mirada, hasta el punto de que ya se estaba volviendo blanquecina, sin color.

*Por favor Niall, aparece* pensaba a punto de ponerme a llorar, sentía que se me oprimía el pecho y que necesitaba desahogarme.

Hasta que algo me saco de mis pensamientos, balazos. Solté un grito ahogado pero me tape la boca rápidamente con la mano. Me escondí más y cerré los ojos fuertemente, estaba aterrada, me tiritaban las manos y los labios y las lágrimas corrían por mis mejillas. Yo escuchaba todo, como peleaban las personas normales, con aquellos mounstros, que, a simple vista parecerían indefensos niños.

Cuando los balazos y los gritos cesaron, aun no me atrevía a salir de mi escondite, pero cuando el sol se puso y apareció la luna, me dispuse a ponerme en pie, necesitaba comer y beber algo, urgentemente.

En el ya abandonado campo de guerra, solo quedaban cuerpos tirados, un poco de fuego y sangre por todos lados.

Yo pasaba sin mirar los cuerpos ensangrentados y todos rasguñados, que yacían ya sin vida en la fría tierra.

Luego de haber caminado entre los cuerpos muertos, algo me detuvo en seco.

Un niño, no, un mounstro, estaba a no más de cinco metros de mí.

*Mierda, mierda, mierda* maldecía sin poder moverme.

Él estaba agachado al lado de un cuerpo de una mujer.

*dios mio, no, por favor, no, no me digas que ahora estos se alimentan de carne humana*  pensé aterrada. Pronto mis piernas ya no me sostendrían por el miedo que sentía.

Mi mente trabajaba a mil para buscar una salida de esta, hasta que  mi mirada se posó en el mounstro.

Cabello rubio, delgaducho, pálido.

-Niall…- susurre aterrorizada y a punto de largarme a llorar.

El niño se dio vuelta mostrando su rostro un poco desfigurado aclarando mis dudas.

-Niall…- dije un poco más fuerte sin perder las esperanzas de que mi hermano no se haya ido del todo.

Este se empezó a acercar de a poco, pero algo en su mirada me hacía retroceder.

-Niall, soy yo….tu….tu hermana- titubee apuntándome con mis manos.

El niño solo se acercaba cada vez más rápido y cambiando su semblante a uno hambriento, sediento de sangre.

Él no era mi hermano, el Niall que había conocido ya se había ido….para siempre.

CONTINUARA…………….

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PRONTO....PRONTO....¡GRAN FINAL DE LA NOVELA!