CAMINOS CRUZADOS; Bnet (CANCELADA)

XX

Domingo, 10:15
Me fui moviendo poco a poco. Había dormido bastante, no me voy a quejar. Me rasqué los ojos y los fui abriendo lentamente hasta que veo donde estoy. En seguida recuerdo que estoy en casa de Bnet. Más concretamente en su cama, pero no hay nadie a mi lado. Recuerdo toda la noche de ayer. Todo lo que dije. Le mentí y me siento fatal.

Me levanto de la cama y abro la puerta de la habitación silenciosamente yendo a la cocina esperando que Javi estuviese ahí.
No me equivocaba. Ahí estaba, de espaldas a mi, preparándose el desayunado mientras miraba el móvil. Mis pasos al tocar las baldosas de la cocina se escucharon y se giró hacia mí.

–Buenos días- dijo sonriendo. Le veía más feliz que anoche

–Buenos días- dije acercándome a él

–¿Qué tal has dormido? ¿Estás mejor?- dijo mirándome a los ojos

–Sí... sí estoy mejor- dije insegura

–Ya sabes que estoy aquí para lo que sea- sonrió de lado

–Vale. Gracias- dije abrazándole

–De nada- dijo juntando más mi cabeza contra su pecho- Te he preparado algo- dijo mostrándome unas tostadas con mantequilla- No te he hecho nada más porque no sabía que más ibas a querer- dijo subiendo los hombros.

–Que mono- pensé- Gracias, otra vez- reí- Esta bien con eso, no tengo mucha hambre

–Tienes que comer algo, ayer no cenaste- dijo con un tono de preocupación

–Si me lo insistes, papá- dije de broma a lo que me miró mal y yo reí

–Te has levantado graciosa eh- dijo ahora él también riendo- ¿Te hago un café o algo?

–Por ejemplo- dije- Pero me lo puedo hacer yo, no te preocupes

–No me cuesta nada- dijo dirigiéndose a la cafetera

–Bueno, vale- sonreí y me senté en la encimera

–Por cierto, ¿cuándo vuelves a casa? Me ha llamado Alba preocupada y la he repetido 50 veces que no se preocupase de nada, pero te quiere pedir perdón. Y no solo ella, Bruno y Adrián también- dijo

–Pues no sé, antes de comer estaré por allí- dije mirando al suelo

–Vale- dijo viniendo otra vez cerca de mí mientras el café se hacía- Y cuéntame algo del chico ese que te gusta, que uno de tus mejores amigos lo tiene que saber- dijo haciendo que casi me atragante con una tostada. Otra vez a mentir, que bien. Justo cuando iba a responder cualquier chorrada, el timbre sonó. Gracias a quien sea quien haya llamado, me has salvado la vida.

–Ahora vuelvo- dijo marchándose de la cocina para abrir la puerta con el ceño fruncido. Supongo que no esperaba a alguien, así que lo primero que pienso es que es Alba, Kapo o Estrimo. También pienso que puede ser alguno de su grupo de amigos más cercano, o quizás alguien de su familia. Pero todas mis deducciones acaban cuando escucho un nombre en concreto- ¡Sofía! - escuché a Javi desde lejos. No podía ser verdad lo que está pasando- Pensé que ibas a venir esta tarde

–He quedado con Lucía, por eso he venido ahora porque suponía que no te importaría. Me dijiste que tus padres y tus hermanos no estaban- dijo una voz de chica

–Que va, no me importa- dijo Javi. Se le notaba feliz por su voz- Estoy con una amiga- hizo una pausa y se escuchó cómo cerraba la puerta- Quizás la conoces- dijo cada vez más cerca de mi

–Ah, ¿estás con alguien?- dijo la chica- Pues entonces no os molestó Javi- dijo, a lo que me salió una sonrisa en la cara. Para que mentir

–Que no molestas- dijo haciendo que mi sonrisa desapareciese- Vamos- dijo. Aparecieron por la puerta y yo intenté sacar una sonrisa. Miré a la chica, de arriba a abajo. Tenía pinta de tener mi edad o quizás un poco más, era de mi estatura y con un color de pelo castaño claro. La chica era guapa, no nos vamos a engañar. Luego miré a Javi, que ni me estaba mirando. Estaba mirando con una sonrisa a aquella chica llamada Sofía. Sinceramente, me dolió. Pero esto debe ser el karma por mentir, ¿no?