Parte 1 Sin Título

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Leonardo era un muchacho diferente... o bueno, más bien era de los pocos muchachos que aún veían a las mujeres como seres humanos y no como objetos sexuales, esto se lo inculcaron sus padres quienes eran personas decentes que habían hecho todo lo posible para darle una buena educación a su hijo, para a mala suerte de Leonardo, esto ya no era lo que atraía a las mujeres de su edad, quizá si hubiera nacido en los 90's sería un casanova.

Leonardo era apuesto a los ojos de su familia y amigos de la familia, desafortunadamente no lo era para los ojos de la única mujer que le interesaba en ese momento: Carla.

- Carla ¿Te hiciste algo hoy?

- No ¿Por que?

- Porque te ves guapísima

-Gracias...

Estas eran las únicas conversaciones que tenían estos dos y con el tiempo deprimían más a Leonardo, el cual se sumía poco a poco en una crisis emocional preguntándose ¿Por que el no era capaz de al menos lograr que la chica que le gustaba aceptara salir con él? "¡Eres tan mediocre!" Se decía a sí mismo cada vez que veía a la fría y bella Carla.

Pero... ¿Quién era Carla? Carla era una adolescente de 18 años, misma edad de Leonardo, era una típica adolescente de último año de preparatoria, a Carla le asustaba el hecho de que por primera vez iba a sentir la sensación de llegar a un lugar donde era desconocida, la sensación de ser una chica nueva en la universidad a la que iba a ir, le gustaba salir con sus amigas a donde fuera: shopping, cine, starbucks, cielito, lo que sea que las involucrara la llenaba de felicidad ya que estas eran las mejores amigas que una chica de su edad pudiera pedir, le gustaba la música de moda y unas cuantas canciones vintage más, era atlética y poseía una flexibilidad que hacía que cualquier gimnasta temblara.

Leonardo pasaba por una agonía increíble, no podía soportar el hecho de que las personas que conocía en las fiestas de sus padres le dijeran que era un muchacho apuesto, Leonardo se decía a si mismo "¿De que me sirve ser apuesto o que estas personas me digan que estoy guapo si soy un completo rarito para Carla?". El principal problema de Leonardo era su mayor ventaja frente a los demás muchachos de su edad: Él no era como ellos; Leonardo era un muchacho extrovertido pero raro a los ojos de sus compañeros de clase, ya que le gustaba el rock en inglés y el rock en español, género que estaba en decadencia en esos años, pero no por falta de calidad musical, sino porque ya no era la música que atraía a grandes públicos, los adolescentes de su edad preferían presumir que habían ido al concierto de Uzielito mix y de Bad Bunny, que decir que habían estado en el slam de Café Tacvba, de Fobia, de Molotov, o de La Maldita Vecindad, esa música estaba reservada para los tíos y padres chavorrucos de su generación.

Debido a esto Leonardo no era alguien con quien una niña de su edad quisiera estar o tener una relación amorosa, pero este hecho lo convertía en alguien diferente, en ese tiempo ser diferente era igual a tener un pedazo del pelo quemado de Michael Jackson: imposible, y los que lo eran en su gran mayoría sufrían de los mismos conflictos que sufría Leonardo.

Leonardo estaba completamente destrozado, no tenía ánimo para nada y esto no le hacía gracia a su amigo Edgar.

-ya olvídate de ella

Le decía siempre a Leonardo.

-No puedo, no se porqué, solo sé que ella es la persona más bonita que he conocido.

-Bueno Bueno, entonces si tan bonita ¿Por que no te pela?

-Eso mismo me gustaría saber a mi

-Hermano, esto no te hace bien, no puedes seguir sufriendo por una persona que no te pela

-No lo digas como algo que me gusta, porque es un mal que no le desearía ni a mi peor enemigo, tú no sabes lo que se siente tener este hoyo en mi corazón, tu tienes una novia bastante bonita y tuviste que pasar por menos para conquistarla...

-Bueno, eso sí mira aquí mi punto es que no me gusta que estes así, tu no eres de esta manera y la verdad aunque no lo creas, también a mi me causa un dolor muy grande el tener que verte así, y además ya estoy hasta la madre de tus berrinches y pucheros, tenemos que ponerle un punto final final a esta situación.

-¿Que se te ocurre?

-Mira, ya intentaste todo lo que un aficionado haría, es hora de que nos pongamos serios e intentemos hacer todo lo que esta en nuestras manos.

-Te escucho.

-Todavía no se me ocurre nada... pero eso no significa que no se me vaya a ocurrir, lo que sí te puedo adelantar, es que ya no la vuelvas invitar a salir.

-¡¿Que?!

-Lo que oíste, ya intentaste eso demasiadas veces y no'mas no acepta, tienes que conservar lo poco de dignidad que te queda y utilizarla en algo más elaborado que te asegure que Carla va a caer rendida en tus brazos.

-Okey, me gusta, pero de verdad quiero saber ¿que es lo que se te ocurre?

-Esta bien, del 1 al 10 ¿Que tanto quieres a Carla?

-Ja Ja Ja ¿neta me estas preguntando eso?

-Si..., ¿Puedes contestar?

-Si ja ja ja, pues la verdad los números no pueden medir el afecto que le tengo a Carla

-Verga, por favor no me vuelvas a decir eso, ten un poquito de dignidad.

-Hijo de tu madre.

-Bueno, olvidemos esto, te aviso cuando se me ocurra algo, de mientras tú tranquilo.

¿Que sería lo que Edgar estaría tramando? Leonardo se sentía demasiado intrigado y estresado, sabía que lo que Edgar le había dicho era cierto, tenía que agarrar lo poco de dignidad y canalizarla de una manera diferente, y como el veía las cosas, solo tenía dos opciones: tomar su dignidad, hacerle caso a Edgar y poner en marcha un plan donde Carla se dé cuenta de su amor o simplemente olvidarse de ella, aceptar que Carla no lo quiere y que nunca lo querrá, esto deprimía mucho a Leonardo, pero se veía demasiado tentado a tomar esta decisión, ya que no podía seguir engañándose persiguiendo a una niña que simplemente no le haría caso.

Carla ya se había percatado que desde hace ya algún tiempo Leonardo estaba enamorado de ella, pero Carla no sentía sentimiento alguno hacía Leonardo, nunca había tratado de llevarse con él y no tenía la mínima intención de darle una oportunidad, Leonardo no le interesaba en lo absoluto y eso era algo que sus amigas sabían, en especial Nicole era quien notaba eso y varias veces cuando estaban ellas solas utilizaba esto como pretexto para hablar con Carla.

-Oye amiga y ¿que ha habido de novedad en tu asunto con Leonardo?

-¿Que asunto?

- Pues tu... y... Leonardo.

-Si, pero ¿eso que?

-Pues, Leonardo es súper obvio, y se súper nota que le gustas, y la verdad es un súper niño, que te quiere y estoy segura que te haría sentir la niña más importante del mundo

-Ay amiga ¿Por que no te has dado cuenta que no quiero nada con Leonardo?

-Porque me niego a creer que de verdad te comportes de esa manera con Leo.

-Pues vete dando a la idea, y ahorita que lo pienso, no más bien ¿te gusta a ti?

-No, que te pasa, yo tengo a mi novio y si le digo Leo, es porque es un chavo súper lindo y amable.

-Bueno, solamente quiero que no me sigas insistiendo con este tema de Leonardo, ya te dije que no me gusta, ni me gustará y me gustaría que respetaras mi decisión.

-Esta bien, trataré de no hacerlo.

Nicole hablaba enserio, haría todo lo posible por no mencionar el tema, pero lo que en verdad sentía, era impotencia, impotencia de no poder lograr que su amiga cambiara de opinión, la cual en su parecer se estaba comportando como una tonta y le enojaba aún más el ver como echaba a la basura una oportunidad de ser feliz y de paso le arruinaba la existencia a una buena persona.

Un Plan Perfecto: Operación CarlaWhere stories live. Discover now