"No te pasa que te duele el corazón, cuando has dado todo por una persona y quieres seguir intentándolo, pero hay algo que no te atrapa, como que no te convence, y entonces entiendes que a veces hay que soltar, cuando lo que querías era aferrarte con más fuerzas..."
Pero yo no quiero soltar, me quiero aferrar más porque estoy seguro de que él siente lo mismo que yo y así sufra en el camino lograre que su corazón sea mío.
Hoy ha sido lo mismo de todos los días, salimos de una entrevista y como de costumbre Michael y yo actuamos como si pasara algo ente nosotros, ya sabes, pequeñas insinuaciones y bromas, hoy cuando me preguntaron quien era mi celebrity crush he dicho que es Michael, puedo jurar que lo vi sonrojarse, todos rieron, pero yo no había hecho una broma. Michael me gustaba muchísimo, es más, decir que me gustaba era poco, me encantaba, podría observarlo todo el día, es que ¿lo han visto? Su piel es tan suave, su sonrisa tan hermosa, su risa es encantadora, su voz es increíble, sus ojos son el paraíso, sus labios son tan incitadores, él es lo más perfecto que he visto jamás y es mío y lo amo, aunque el aún no lo sepa. Nuestro comportamiento no es como el de unos amigos, tampoco como hermanos o algo parecido, todo mundo lo sabe, pero él se niega a dar otro paso y siempre que intentó hablar de ello él cambia el tema tan rápido como puede, me lástima, sí, pero no me voy a rendir, porque yo sé que Michael me ama tanto como yo a él.
— Calum y yo saldremos a buscar algo de cenar ¿quieres algo? — me pregunto Ashton — ¿No es peligroso que salgan solos a esta hora? — Los de seguridad irán con nosotros por supuesto — Ah — respondí sin más — Entonces... ¿No quieres nada, Lu? — Ah, no, gracias Ash— el sólo asintió y salió por la puerta. Camine con pesadez hacia mi habitación mientras bostezaba, abrí la puerta y me desvestí quedando en simples bóxers antes de dirigirme a mi cama, no hacia falta que prendiera la luz sabía donde estaba todo perfectamente; me tumbe sobre mi cama y escuche un quejido ¿qué demonios? Encendí la luz que se encontraba en mi mesita de noche encontrándome con un Michael soñoliento, decir que estaba sorprendido era poco. — Michael... ¿Qué haces aquí? — el nerviosismo escurría sobre mis palabras — No quería dormir sólo — bostezo mientras sus ojos se cerraban lentamente — ven, Lukey, duerme conmigo ¿si? — asentí sin decir nada y apague de nuevo la luz, me acomode debajo de las sabanas y sentí como Michael pasaba su brazo por mi desnuda cintura para después recostar su cabeza en mi pecho — Buenas noches, Lukey, te quiero. — sentí como mi corazón comenzaba a latir rápidamente al mismo tiempo que un cosquilleo recorría mi estómago. — Buenas noches, Mikey, también te quiero. — No cabía de la felicidad, íbamos a dormir juntos por primera vez, bueno ya habíamos dormido juntos antes pero también estaban Ashton y Calum, ahora éramos sólo él y yo. Sonreí ampliamente antes de caer en los brazos de Morfeo.
-
— ¡DESPIERTA BASTARDO! — salte sobre mi cama mientras abría los ojos, escuche la risa de Calum, lo fulmine con la mirada. — Buenos días para ti también — rodee los ojos — Llevo más de cinco minutos tratando de despertarte, estaba a punto de echarte agua — Ni se te ocurra — el sólo rió sin decir nada, por mi mente pasó el recuerdo de lo ocurrido anoche, gire mi cabeza hacia el otro lado de la cama encontrándome con la nada ¿había sido un sueño acaso? Agaché la cabeza, deja de soñar despierto, Luke, me reprimí a mi mismo. — Si buscas a Michael está allá abajo preparando el desayuno con Ashton, al parecer tu novio si se despierta rápido — sonreí de inmediato y me levanté de la cama en busca de ropa — No es mi novio — trate de sonar serio pero no lo conseguí, mi novio... Sonaba tan bien. Me vestí con lo primero que encontré y me gire para mirar a Calum — Vamos, bastardo — el sólo rió. Caminamos hacia la cocina y me encontré con Michael y Ashton haciendo panqueques. – Miren quién decidió despertar — me dijo Ashton divertido, yo sólo rodee los ojos — deberías aprender a tu novio que apenas noto nuestra presencia salto de la cama — ¿De verdad vamos a empezar con eso otra vez? — pregunto Michael mientras servía los platos sobre la mesa — vamos, a comer que tenemos entrevista en un rato — Sí, papá — respondió Calum sonriente y todos nos dedicamos a devorar nuestro desayuno.
