Prefacio

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-¡Hija, hoy es el día! -se escuchó el entusiasmado grito de Harriet O'Ryan en la habitación del pedazo de carne durmiente que un segundo después se convirtió en una somnolienta chica.

-¡Ya voy! -respondió esta con la voz amortiguada por un bostezo. ¿Qué hora era? Hizo un intento de abrir los ojos, fracasando cuando notó que su padre se había colado a su habitación y abierto las cortinas mientras dormía para hacer de su despertar una tortura luminosa. Otra vez. Luego de varios segundos, por fin pudo acostumbrar sus ojos al nuevo día que comenzaba (Bueno, había comenzado hace varias horas, pero de eso ella aún no se enteraba) y acercó el reloj despertador a su cara para poder revisar la hora. 2:48 pm-. ¡Mierda!

La chica pateó las sábanas y cubiertas en las que había estado deliciosamente envuelta con desesperación y se levantó como un rayo. Antes de poder dar un paso hacia su objetivo -el armario-, molestas manchas negras nublaron su visión y tuvo que detenerse un momento para luego abrir las puertas del ropero y descolgar el atuendo que tenía preparado desde hace una semana para el día de hoy. Mientras lo sostenía, observó maravillada el vestido negro y ajustado en sus manos. No era nada llamativo o típico de una adolescente de su edad, exactamente lo que ella quería. Necesitaba verse diferente, mayor, rebelde. Esa era su meta. Se llevó el vestido y las demás prendas que usaría esa tarde al baño e intentó darse una ducha corta, cosa que -como siempre- le fue imposible por dejar su mente volar mientras el agua tibia masajeaba sus hombros. ¿Pero cómo no iba a estar distraída, emocionada y algo nerviosa, si volvería a ver a sus hermanos mayores después de tres años?

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N.A: ¡Nueva historia, yay! Solo quería decir que la escribo para el concurso de @AlbaNHeredia "Transforma tu Cliché" y... eso(? Espero que les guste :3

~RC.

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