"Cuál es el propósito de hacer mi vida tan miserable, eh, señor Kim?"
Jung Hoseok, un impecable alumno de último año en una secundaria prestigiosa, ve su rutina dada vuelta tras la llegada de un nuevo profesor de contaduría ,Kim dolorenelculoJin, qu...
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—Señor Jung.— La voz enfadosa de mi profesor seguida de un golpe seco de la tapa de un boli en mi cabeza, lograron traerme nuevamente a la realidad de muy mala manera. —¿Es capaz de explicar qué exactamente es lo que lo mantiene tan distraído durante mis clases?—Indagó en tono burlón, mirandome con desdén desde la parte superior de su pupitre.
Carraspeé, acomodé un poco mi uniforme y me obligué con fuerza sobrehumana a no arrugar el entrecejo con rabia; fue entonces cuando abandoné mi asiento con todas las intenciones de responder a lo que se me preguntaba. Mis ojos inmediatamente buscaron hacer contacto con los suyos, mientras las carcajadas de mis compañeros se hacían cada vez más tenues.
—Sinceramente lo siento.— Solté en un suspiro pesado una vez logré hacer contacto visual con dicho hombre. —Señor Kim, siendo francos...su clase es extremadamente tediosa.
Fue mi condena, una simple palabra con la suficiente honestidad era lo justo para irritar al joven docente que dictaba "Computo y Presupuesto" desde hacía pocas semanas; y al parecer su mayor detonante era yo. En las diez clases que habían transcurrido con el señor Kim pasé un mínimo de cuarenta minutos finales haciendo trabajos adicionales por castigo, y ya honestamente no podía verle la cara sin evitar explotar en cólera.
—Señor Jung— Uff, ya nos llamábamos el uno al otro por el sufijo "señor" ,esto se estaba poniendo serio. —¿Es consciente de lo qué significa su declaración?— Oh, sí...sabía a la perfección lo que venía y por ello ya estaba mordiendo mi labio inferior con fuerza para evitar soltar alguna grosería.
—¿Podría refrescar mi memoria?— Cuestioné los suficiente molesto a la figura de autoridad frente a mí.
El hombre acomodó sus rubios cabellos engominados hacia atrás, robando unos tantos suspiros por parte de las urgidas del curso, y comenzó a caminar entre filas de bancos hasta llegar al mío; allí permaneció estático, firmemente imponiendo su sobrehumano metro noventa y tantos, a la par que me tanteaba con su verdosa mirada de arriba a abajo.
—¿Soy o me le parezco?— Refunfuñe entre dientes ya con las cejas unidas en una V con demasiado ángulo.
—Se quedará después de clases a ayudarme con algunos trabajos, y luego ,dependiendo de lo que haga, ello estará solamente en su exámen.— Sentenció dándome un golpecito en la cabeza con su largo dedo índice, para posteriormente agacharse y recoger la tapa del boli.—No haga planes para después de clases el resto de la semana, alumnito Jung Hoseok.
La mandíbula casi se me desencaja de lugar a causa de una expresión exagerada que la situación me obligaba a poner. No había razón alguna para extender su castigo hacia días en los que ni siquiera dictaba la materia, y mucho menos en un horario extracurricular que claramente le correspondía a mis actividades aparte y tareas. Ése hombre era un terrible dolor en el trasero y no buscaba ninguna manera de simpatizar conmigo; mejor dicho, todo lo contrario, estaba constantemente a la espera de una oportunidad para crear discordia entre nosotros.
