¿Qué nos pasó? | KookTae

2- Antes del viaje, parte 2.

Era domingo por la noche y Jungkook se encontraba frente a la puerta de lo que alguna vez fue su hogar. Debía dejar a sus hijos con Taehyung, pues al otro día tenía trabajo y ellos colegio, cosa que el castaño hacía todos los días porque entraba a trabajar más tarde que él.

No había nada que alegrara más a Jungkook que ver a sus hijos disfrutar una comida con sus abuelos, o quedarse hasta tarde viendo una película con ellos, pero las cosas no podían ser eternas y ya era hora de despedirse de ellos.

Aun no se acostumbraba a la idea de vivir solo luego de tantos años de vivir con Taehyung y sus niños. Tampoco se acostumbraban Jaehwa y Hajoon a dividirse entre uno y otro, sobre todo la mayor.

Debía de buscar algún modo para que sus padres estuvieran juntos de nuevo. No pensaba seguir así.

Taehyung abrió la puerta y sonrió en cuanto vio a sus bebés. Hajoon lo abrazó como de costumbre, pero Jaehwa ya tenía cara de que no quería estar ahí, como todo fin de semana.

—Hola, ¿cómo les fue? —preguntó Taehyung. Realmente se notaba que estaba de buen humor.

—Vimos a la abuela. —dijo Hajoon.

—Fuimos a un parque acuático. —agregó Jaehwa, abrazada a Jungkook. — ¿Por qué no te quedas un rato? Cena con nosotros. —le preguntó al pelinegro.

—No, ya es tarde. Jaehwa, entra ya. —dijo Taehyung, perdiendo un poco la sonrisa. Ella siempre se hacía esa clase de preguntas, poniéndolos en una situación algo incomoda.

—Adiós, papá. —dijo, largando un suspiro y pasó por un lado de Taehyung para ir a su dormitorio.

—Adiós. —se despidió también Hajoon, haciendo lo mismo.

—Compórtense bien. —dijo Jungkook, siguiendo con la vista a sus hijos hasta que ya no fue capaz de hacerlo. Observó a Taehyung quien ya estaba por cerrar, pero se lo impidió.— Tenemos que hablar.

—No puedo, ya me voy a dormir. —dijo el castaño, queriendo evitarlo.

—Por Dios, Taehyung, es sobre los niños. ¿Qué acaso ya no te importan? ¿Eres consciente de lo que a Jaehwa le está pasando? —Taehyung soltó la puerta, dispuesto a escuchar, sin saber que Jaehwa no se había ido realmente a su cuarto.— Está bajando sus calificaciones y me preocupa que su comportamiento este cambiando tan drásticamente.

—Estoy pendiente, sí, pero es difícil lidiar solo con ella. Intento hablarle, intento razonar y sin embargo no tengo buena respuesta de su parte.

—Pues será contigo porque conmigo no es así.

—Porque piensa que soy el malo de la historia, porque ellos no saben lo que en verdad pasa y no tienen porqué saberlo porque es algo nuestro...

—Y no tienen que saberlo, pero tú prácticamente le estas imponiendo a que se lleve bien con tu pareja cuando no tiene que ser así.

—Eso no es cierto. —frunció el ceño.

—Si a ella no le simpatiza no vas a lograr que se lleve bien. Deberías de saber eso ya.

—No le simpatiza porque es una caprichosa. Ansel se porta muy bien con ellos, jamás les ha hablado mal de ti y cuida de mí. Si él hiciera algo malo contra mis hijos créeme que sería el primero en sacarlo de mi casa y de mi vida. —se cruzó de brazos, indignado.

—No le simpatiza porque siente que él está quitando mi lugar.

—Pues tendrán que aprender que no es así y que yo también merezco ser feliz. Si Jaehwa no cambia... tendré que buscarle ayuda. —ya tenía pensado buscarle un psicólogo que la ayudara a superar el divorcio que estaban llevando a cabo.