¿Qué tan cliché podría ser? || NCT

Capítulo 1: El chico nuevo.

A solo dos días de la publicación de la intro hemos entrado al top por etiquetas de Wattpad, asi que esto es un regalo para ustedes por su apoyo incondicional uwu

Juego: Intenten contar todos los clichés que crucen en su camino.

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Era difícil estar en el lugar de Huang Renjun.

El trabajo de su madre lo obligaba a mudarse constantemente de un lado al otro, estaba acostumbrado, nunca sentaba raíces en ningún lugar por lo cual carecía de amigos. Bueno, por eso y por ciertos rasgos de su persona que pronto comprenderán.

Sin embargo, ese año prometía ser diferente; apenas comenzaba y todo parecía indicar que su madre había encontrado la forma de quedarse en un mismo lugar y que su hijo permaneciera en la misma escuela hasta su graduación en unos dos años. Pero claro, tendría que empezar en un nuevo colegio a mitad del año escolar e intentar ponerse a corriente de todos los demas; por suerte para él su coreano era bueno.

Pero antes del comienzo de clases, le tocaba asistir a una de las aburridas reuniones de los amigos ejecutivos de su madre. La mujer le había dejado el atuendo completo para que se pusiera, puesto que su preciado hijo no podía ir a tan importante reunión con sus fachas de siempre; llevaba un saco a cuadros azul oscuro y rojo con una camiseta blanca por debajo, con el detalle de un pañuelo color crema alrededor de su cuello. Sus jeans eran color azul algo demasiado ajustados para su gusto y llevaba vans clasicas de color negro. Por supuesto, debió privarse de usar sus gafas enormes y llevaba lentes de contacto.

Renjun era muy lindo, pero su bendita costumbre de jamas arreglarse demasiado lo hacía víctima mas de burlas que de halagos.

Sin embargo, tenía la esperanza de que ese año le condujera a cosas mejores.

Temprano en la mañana pasó por un Starbucks en busca de un caramel macchiato y una dona para desayunar, porque claro, no podía desayunar en su casa como cualquier persona, DEBÍA ser un Starbucks. Mientras estaba esperando su pedido para llevar, charlaba con su mamá por teléfono.

– ¡Madre sabes perfectamente que odio vestirme así! ¿Por qué me obligas a ser algo que no soy? – Se quejaba sonoramente – ¡No me comprendes! – Detras suyo, no pudo evitar oír una pequeña risa. Volteó hacia la persona y le dedicó una mirada; era un poco mas alto que él pero parecía de su misma edad. Llevaba un hoodie color negro y jeans color claro con roturas a pesar del frío que hacia esa mañana de enero; su sonrisa traviesa se eliminó de sus labios al verse descubierto. Renjun puso el celular sobre su cuello para tapar la bocina y se dirigió a él – Disculpa, ¿Mi sufrimiento te divierte?

– Lo lamento, solo que te veías super estresado por algo tan pequeño como tu atuendo – volvió a sonreírle. Tenía una sonrisa preciosa que adornaba su rostro adorablemente –. Me llamo Yangyang – se presentó sin motivo aparente extendiendo su mano. Renjun musito algo así como «hablamos luego» hacia su madre y correspondió el saludo tras colgar la llamada.

– Huang Renjun – replicó.

– ¡Longjuni! – Llamó a su nombre, o al menos eso intentó, el empleado de la cafetería. Renjun rodó los ojos frustrado y volvió a girarse para recibir su pedido mientras Yangyang reía nuevamente.

– En Corea siempre pronuncian mal nuestros nombres – señaló, adivinando que ambos eran de origen chino.

– ¿«Ehrenmann»? – Cuestionó una empleada intentando pronunciar la dificil palabra, pero mas que pronunciar la deletreó.

– Aquí estoy – se acercó también al mostrador ubicándose junto a Renjun. Recibió su propio pedido y notó la mirada confusa del mas bajito – ¿Qué? Es un apodo, soy parte alemán – Explicó vagamente encogiéndose de hombros y comenzó a sacar su celular.