¡Au revoir!

475 19 8
                                    

"No puedo retenerte mi amor,

Por más que mi corazón te grite con desespero, se que será en vano.

No responderas a mi llamado".

¿Qué desconsoladora puede ser la vida? Se preguntaba el extranjero que era dueño de aquellos melancólicos pensamientos, después del peor momento de su vida, que así consideraba hasta ahora.

-Han Geng... Lo siento, tengo que dejarte... -Murmuro aquel atractivo joven, que arrebataba más de un suspiro por parte del chino.

-Pero Jérémié... -Pronunció en un tartamudeo el aludido, con cierto temblor en sus piernas, al tratar de acercarse a aquel sillón rojo estilo inglés, donde su hasta entonces pareja reposaba.- ¿Porque piensas en dejarme? ¿Porque ahora?

Esta vez fue el francés quien suspiro, apartando su vista de hacía fuera de la ventana, para observar al moreno.- Han... Voy a partir, y no quiero tener un "porqué" voltear hacía atrás.

"Consiso, duró y certero,

Ese era el tono de aquellas palabras con las cuáles se estaba deshaciendo de mí".

-N-no pienso retenerte... -Murmuro a duras penas el asiático, por el nudo que se formó en su garganta esos instantes-

"Tan doloroso..."

Empujó aquel cruel momento, que sucedió hace sólo una semana, una maldita semana.

De un día a otro, se iba el dueño de su amor, de una manera tan seca que no podía creerlo. Jérémié nunca fue de tal manera, no con el y mucho menos por una razón tan poco coherente como su viaje a América.

Pero, ¿que podia hacer Han? Entregarse a un amor de aquella manera, un romántico inegable que había sido deshecho.

Se recosto en su mullida cama, comenzaba a creer que estaba en depresión o algo por el estilo, fuerzas vagas, estrés, un sentimiento de tristeza que no se iba en ningún momento.

Era obvio, pero no quería admitirselo por completo, tenía que seguir asistiendo a la universidad y no necesita que su ruptura lo consumiera.

[Ring, Ring~]

Tomó su ahora muy molesto teléfono, qué resonaba de manera dolorosa en su cabeza, descolgándolo para contestar.

-¿Aló? -Cerro sus ojos esperando respuesta al otro lado de la línea, la cuál no tardó mucho.

-¡Primo!

Ah, esa voz, tan conocida y confortante a la vez. Momento no muy indicado para hablar con su primo ZhouMi.

-Hola Mi... -Rodó los ojos algo fastidiado, no por que le molestara, si no, por su reciente agotamiento psicológico.

-¿Cómo estás? ¿Te estás alimentando bien? -Cuestionó su familiar de manera extrañamente materna, eso le causó algo de gracia- ¿Está todo bien?

Sonrío de medio lado -Claro que sí Mi... Todo bien... -Se tragó aquel suceso sentimental, y prosiguió en su conversación- ¿Y tú? ¿A qué se debe tu llamado?

[En China, en parte de la línea de Zhou Mi]

-Uhh... ¿No puedo saludar? -Respondio el familiar de piernas largas con cierto dejó de gracia en sus palabras- Bueno... También te quiero pedir un favor...

De un momento a otro, unos pasos se escucharon en el apartamento de ZhouMi, dejando ver una delgada silueta y a un chico de facciones afeminadas.

-¿Mi? ¿Estás hablando con tu primo? -habló ese extraño sujeto con una gruesa voz, la cuál estaba en desencuadre con su apariencia, la cuál aún no se lograba apreciar del todo, dado a la poca luz del lugar, arrastrando unas cuantas valijas hacía ahí.

¿Uhh..? En eso estoy H.. ¿eh? -balbuceo sin poder terminar su frase, al ser interrumpido ZhouMi por Han.

-¿Con quien hablas Mi? -cuestióno Geng, frunciendo un poco el ceño.

Su primo dejó que un silencio algo extraño se presentará por algunos minutos, hasta que al fin volvió a tomar la palabra.

-Ah... Han, es que el favor que te voy a pedir es algo grande...

-Bueno, entonces creo necesario que empiezes a decir, de que trata ese gran favor.

-Pero antes dime que aceptaras.

Y entonces, otro silencio incómodo de hizo presente.

-Aceptó Mi, sólo dime... -Antes de que el moreno terminara de hablar, la línea súbitamente cayó, fuera de servicio.-

Je t'aime, Mon amour. (Hanchul en Español) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora