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CAPÍTULO UNO:
UN GIRO EN EL TIEMPO.
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DERRY; MAINE22 DE SEPTIEMBRE, 1988

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DERRY; MAINE
22 DE SEPTIEMBRE, 1988.

1

Él estaba embelesado, sus ojos revelaban la fascinación eterna; ella se reflejaba en ellos.

Benjamín Hanscom recuerda el día que conoció a Mackenzie Denbrough. Fue en el dia 22 de septiembre de 1988. La pacífica y solitaria biblioteca pública de Derry cavilaba tristemente bajo la piel amoratada del cielo otoñal. Fue un día cálido. Ben recuerda claramente el clima; la última jornada del calor. A partir de entonces se había instalado una temporada fresca y nubosa en donde las lluvias agonizantes descendían desde el norte en grandes ráfagas viento, arrasando vigorosamente con todo a su paso: arbustos, malesas, opacas hojas café y cadáveres en descomposición de pequeños animales que luego se asentarían en el dique de los Barrens. El agua era gris en la mañana, verde en el oleaje del mediodía, y negra a principios de la fría noche otoñal.

2

Ben amaba la biblioteca.

Sin duda amaba cada uno de sus atávicos e inusualmente atractivos contrastes. Amaba su imperecedera frescura, aún más perceptible en los días de verano; amaba su sepulcral y envolvente silencio, quebrado sólo por el murmurante hojear de las páginas, el leve golpe de un sello y susurros ocasionales. Amaba el tenue luz que caía en diagonal por las altas y estrechas ventanas mientras el atardecer estaba a un paso de fundir el cielo en un tinte púrpura amatista. Le gustaba el olor a libros. A veces caminaba reflexivamente por las estanterías contemplando aquellos millares de volúmenes imaginando un mundo de vidas dentro de cada uno, anhelante. Era una pena que fueran pocos quiénes se entregarán en cuerpo y alma a descubrir los fascinantes tesoros que aquél sitio guardaba en su interior. Era singular; un mundo que oscilaba peligrosamente entre los sueños y la realidad. Un lugar para escapar y simplemente, incluso por un corto periodo de tiempo, ser uno mismo.

Y sobre todas esas cosas, amaba recordar el hecho de que fue allí donde la conoció por primera vez.

—New kids on the block. — Todo comenzó con esas simples cinco palabras. Todo. Cuando Benjamín se volvió hacía donde provenía la voz, su rostro ardió en un giro amargo. Era ella, Mackenzie Denbrough. Su voz era embriagadora. Su cabello castaño rojizo, cuyos reflejos parecían cobrizos y a veces casi rubios, flotaba en una gloriosa y deslumbrante nube alrededor de su cabeza en ondas naturales casi hasta la cintura. Era una cualidad malditamente atractiva que primero atraía la atención y después, de algún modo, definía el resto; sus ojos azul grisáceos, sus labios naturalmente rojos, la piel de tersa e impecable. Una diminuta salpicadura de pecas se esparcía en su pequeña nariz, tan genuinas y chispeantes como su personalidad esencialmente fresca y reconfortante, casi acogedora. Era sumamente sexy, perfecta.

𝐌𝐀𝐂𝐊𝐄𝐍𝐙𝐈𝐄 ━━ it.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora