Canción de Verano (Versión De Él)

Una canción

Hace un par de días acabo su canción, llevaba mucho tiempo escribiéndola y aún así no cree que sea buena, pero en esos momentos en los cuales se mezcla fragancias del aire, sonidos ambientales y colores en la retina que evoca todo un compendio de emociones hacen que él quiera preservar esas emociones que tanto valora como su pasión por la tabla y el mar, no conoce mejor forma que escribir canciones.
Sólo sabe tocar su ukelele pero a veces siente que no es suficiente, no se enorgullece de su primera canción completa, le da vergüenza que otros la escuchen, ya bastante se han reído de él siendo niño.
Hoy no hay olas, de vuelta al Luau, no hay apenas personas pero una figura destaca y llama su atención, la ha visto antes, tarda en recordarlo, lo consigue, fue en la playa.
Ella está sola mirando en su pequeña libreta, y sin que apenas se note, una lágrima recorre su mejilla.
Él no puede evitar seguir mirando, y recordando la emoción al escribir su propia canción, tuvo una idea, se levantó, fue a por su ukelele tan rápido como pudo. Tampoco suponía demasiado dado que vivía lo bastante cerca, la camarera de reojo lo ve correr preguntándose qué le lleva demasiada prisa.
Pasan unos minutos y está de vuelta, algo agitado, él recobra el aliento.
De pronto, el plan del destino empezó a marchar, él se acerca, acerca una butaca y mientras se pone cómodo a su lado, la mira y a la vez pregunta si le gusta la música, al cabo de unos segundos.. -sí. Dice ella.
No podía disimular su confusión. El sólo le sonrío a la vez que decía, -estupendo, serás la primera.
Toma su ukelele a mediante suaves ritmos acústicos empieza a tocar.
El sonido es suave, tenue, y poco a poco empieza a envolver el ambiente con melodías suaves y prolongadas, al son de su estribillo las pocas figuras a su alrededor giran en torno a él.

En cuanto él acabo, se hizo el silencio, de fondo escuchaba murmullos a lo lejos, algunos breves aplausos. Nervios, su corazón late a mil por hora, lo único que quería era animarla pero al mirar sus ojos inevitablemente empieza a sentirse nervioso, le sudan las manos y nota como le quema la cara.
Al final consigue ver una sonrisa en ella, misión cumplida.
-Espero haya sido de tu agrado, es la primera que escribo.
Ella no dijo nada, no podía quitarle la mirada de encima, al cabo de unos instantes volvió en sí.
-Tengo que irme, ha sido un placer, hasta otra.- Dice él
-Espera!, Dijo ella, sin embargo él no pudo controlar sus nervios y se fue antes que ella notará lo avergonzado y nervioso que estaba.
Parecía un niño y odiaba que lo vieran así.
A medida que él se alejaba se dió la vuelta y a lo lejos vio a una joven figura con su pelo ondeando al viento , él junto con la emoción del momento y su enorme sonrisa levantó su mano , ella le devuelve el saludo , entre ambos sólo de testigos están el sonido de las olas, el calor de la arena, el olor de la sal y los colores del cielo y el mar