Eve Él Casamentero.

Me gustan los retos

—Soraru disculpe no era mi intención.— hablaba InvaderT un chico pelinegro que yacía en el suelo al chocar con alguien.

El azabache ignoraba la disculpa de aquel chico, incluso podría decirse que estaba a dos pasos de matarlo  InvaderT asustado pensó:*Me esta mirando con desprecio mejor me voy* con mucha pena y miedo tomo sus cosas y corrió—lo siento!—

—Soraru-san eres muy malo con las personas.— hablaba preocupado un chico de mirada carmín.

—Y?— respondió el contrario.

—Nada,—suspiro— sólo que deberías ser mas amigable—dijo jugando con sus dedos.

—Callate Mafumafu.—con un tono cansado volteo a ver con una mirada fría a su compañía.

Asintió el albino

Un rato después el de mirada rojiza por fin se dio valor para hablar

—Oye Soraru-san ¿ya conseguiste pareja? como habías dicho.— habló acercándose un poco.

Soraru algo molesto se detuvo—Mafu... ¡cuantas veces te tengo que decir que yo no tengo parejas! son juguetes, nadie me satisface para que siquiera lo considere una persona.— 

—Bueno pero que paso con lon ella era diferente ¿no?—

Respondio —Al final era muy sumisa y me aburría que no pusiera mas entusiasmo.—

—Entonces debería bajar tus estándares si no estarás solo.— comentaba nervioso.

—Mafu yo no debo bajarlos ellos deben arrastrarse y alcanzarlos.—

—Eres muy cruel solo yo te aguanto y no creo que alguien quiera hacerlo contigo después de que lon dejara la universidad por ti.—

—Mafu si solo quisiera sexo lo tendría contigo.—

—Pero somos primos.—

—Y eso que? no me importan esas tonterías, pero nunca lo haría porque eres muy sumiso.—

—Pero ?que no te gusta ese tipo de cosas?—

—Si pero me gusta que se resistan, yo debo disciplinarlos y ellos no deben negarme algo y luego ceder tan fácilmente.—

—Dudo que exista alguien así.—

—Mafu tu vida es aburrida por esas ideas.—

—Me gustan los retos, y espero que sea tan bueno lo que esperó para que se tarde tanto.—

—Soraru mejor vamos a ver a Ama-chan—  comentaba alegre.

—Ese estúpido.—

—Oye no le digas así es mi novio.— el albino con un puchero defendía a su novio.

—Es un idiota eso no se cambia nunca.—

—Vamos creo que hoy tienen un partido de basket.—

Soraru ignoró a su primo y comenzó a caminar, lo tomo del brazo Mafu.

—No seas aburrido, veamos—

—Si puedo lanzarle un balón claro.— respondía recordando al inútil novio de su primo.

Una vez en el gimnasio, se veía a los tontos jugando, las idiotas de las chichas con su gritos de histéricas, así lo veía Soraru pues a su parecer no eran más que basura nadie merecía respirar el mismo oxígeno que él.

De repente  la audiencia y loa jugadores pararon, todos se detuvieron cuando el balón cayo en un par de chicos que caminaban con comida y bebidas tirando todo sobre ambos rematando con un golpe al de lentes.

La audiencia vio la escena, sin aguantar la risa los involucrados en el juego comenzaron a reír.

Fue cuando un grito sorprendió a los presentes

—¡Hey idiotas! de que se ríen.—

Eve algo asustado, trataba de llamar la atención de Urata pero se le veía muy enojado, *no es para tanto no?* Pensó eve pero Urata lo tomo de la mano y lo jalo al centro de la cancha en donde aun un pelimirado y un rubio reían.

—¡Oye animal disculpate!— habló él castaño

Los chicos dejaron de reír y vieron al de estatura baja;
El rubio hablo
—lo dudó eso les paso por no fijarse pequeño.—respondía juguetón.

Un pelirrojo intervino—¡hey lo sentimos! fue un accidente verdad Senra— decía con una mirada fija en Senra.

Eve habló—si lo entendemos nos vamos— dijo alejando se con Urata.

—Cobardes— murmuraba el rubio y el pelimorado.

—Urata vamos— Eve trataba de llamar la atención de su amigo, creyó que no escuchó lo que dijeron, pero fue nuevo na sorpresa Urata soltó el agarre del ojiazul para ir en dirección al más alto.

—¡¿Cobarde?!, a ver ¡maldita perra usada! tú fuiste el pendejo que no alcanzo la pelota.— habló enojado Urata.

¿Que dijiste?— Senra con un tono amenazante se acercó al más bajo.

Respondio cruzado de brazos—Lo que escuchaste.—

Soraru comenzó a poner atención a lo que pasaba escuchando solo un "lo arreglaremos con un juego."

—¿Qué paso Mafu?— preguntó al albino.

Mafu estaba pensando como decirle a su primo como pasaron las cosas, debido a que Mafu no le gustaban las malas palabras buscaba una formó de resumir lo ocurrido —Bueno ese chico les dijo que eran unos tontos y que le ganarían o que se disculparán con el chico de lentes.—

—Ese chico esta acabado—hablaron unas chicas de enfrenté del asiento de Soraru.

—Sera que no sabe que ellos son del equipo de basket son bastante buenos pobre, me siento mal.—

En ese instante Soraru observo al de cabellos castaños.

Ahora comenzaría el juego de los chicos Shima, Sakata y Senra contra Urata y Eve.

Desde un principio el cenizo quería evitar algo así, pues Eve era malísimos en los deportes y por lo que el recordaba Urata también, no tenía idea de porque su amigo hizo eso, la verdad el recordaba que Urata no decía malas palabras incluso cuando escuchó cómo le respondía al de mirada ámbar se sorprendió.

Una vez que comenzó el juego todos apostaban por el equipo del rubio; la primera vez que lanzaron la pelota cayó en la cara de Eve dejándolo fuera del juego.

Habló Shima —sabes es momento de rendirte, es una gran desventaja la que tienes tú contra nosotros.—

En un segundo urata le quito la pelota a Shima y anoto una canasta, toda la audiencia miro sorprendida no solo fue rápido fue precisó.

—Decías algo maldita zorra.— volteo mirando a sus contrincantes.

Soraru quien ahora miraba el juego comenzó a sentir un cosquilleo en su parte baja;
Él era del tipo de personas que las malas palabras lo encendían pero no cualquier palabra, debían tener fuerza y sentido o Soraru así lo explicaba, ese chico no solo era bueno en basket y un mal hablado, pues a lo largo del partido estaba insultándolos, no se dejaba de ninguno.

Era él niño perfecto para disciplinar, y ni se diga del cuerpo que tenia, al verlo jugar noto que tenia piernas algo largas proporcionales a su estatura, una cadera muy resaltada era como la de una chica, así como también una excelente retaguardia.

—¡Hey puta! tragate esta— grito el castaño, terminando con una canasta que le dio una victoria ante esos idiotas, dejando el marcador en 20 a 10.

Los chicos quedaron sorprendidos y algo intrigados Urata dejo la cancha, se detuvo;
Volteo sonrio y dijo— Adiós malditas perras, para la próxima usen su puta cabeza no sus p****.—

Todos los que se encontraban en el gimnasio se quedaron en shock y cuatro quedaron flechados.