29. Buena Suerte.

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Maratón 2/?

{Alex}

-Con cuidado, Bubbles.-dijo Jos mientras bajábamos del auto.

-No soy una bebé Jos.-renegué.-Solo tengo un pie enyesado, nada mas que eso.

-Dijiste que si regresábamos a casa, no ibas a reclamar. Cumple tu promesa.

-Está bien.-dije dando un largo suspiro
.
-Deja que te ayude.-dijo levantándome en el aire.

Subimos las escaleras (O mejor dicho el las subió, yo estaba en sus brazos como una niñas de tres años que no podía caminar) y llegamos a nuestro departamento. El lugar parecía como si no hubiera estado habitado desde hace mucho tiempo. Un nudo se formo en mi estomago al recordar lo que le había hecho pasar a Jos. No se si yo hubiera tenido la misma fuerza que el tuvo, si él hubiera estado en mi lugar y yo en el suyo, no podría soportar probablemente por todo lo que él paso por mí.

— ¿Qué quieres cenar?.-preguntó poniéndome en el suelo suavemente.

—Muero por un buen pedazo de pizza, odio la comida del hospital. Alguien debería enseñarles como cocinar.

Jos rió mientras se lanzaba en el sofá de la sala, cuando lo hizo un poco de polvo se disperso en el aire.

—Mi Papá regreso a Europa anoche.

— ¿Hablaste con el?.—pregunté mientras me sentaba a su lado.

—No. No es que tuviera algo que decirle a parte de gracias. No estoy listo aun de tocar nuestro tema.

— ¿Sabes que es molesto?

— ¿Qué?.—preguntó con una enorme sonrisa.

—Tener yeso en tu pierna, me siento como una estatua. Obviando también el hecho de que no puedo caminar sin decir la palabra con M.

— ¿Mierda?

—Exactamente. ¿Cómo se supone que me daré una ducha con esto?

—No tengo la menor idea.

—Genial, lo que me faltaba. Seré una momia, asquerosa.

Jos rió, haciendo que sonriera yo también. Lo que habían sido para ellos dos semanas enteras de frustración, para mi había sido como una noche de sueño normal. No es que recordara nada, porque cuando desperté solo recordaba los estúpidos cómics de Jake—cómics que no compro—pero aun así ver la expresión en el rostro pálido de Jos, dolió más que ahora estar enyesada, con costillas rotas y moretones por todo el cuerpo.

Y en ese momento, lo supe.

Era la persona más afortunada en el mundo. Tal vez no tuve a una madre que me cuidara, tal vez tuve a un Padre abusivo. Pero tenía a otra persona, pendiente de mi y cuidándome, siempre. Y no necesitaba a nadie más, yo hubiera hecho lo mismo que el hizo por mi. Me hubiera sentido de la misma manera que él, si yo hubiera estado en su lugar.
Me acurruque en el pecho de Jos. Sus respiraciones se hacían cada vez más lentas. Estaba a punto de hablarle cuando me di cuenta que se había quedado dormido. Fue ahí que me percate de las marcadas ojeras que había debajo de sus ojos. Esta podría ser la primera vez que pegaba un ojo en todo este tiempo.

{...}

—No quiero hacer esto, Jos. Vamos a casa, sobreviviré.

Jos se rio, haciendo que me ponga aun más nerviosa.

—Vamos, Bubbles. Eres más valiente que eso. Estaré contigo lo prometo.

—No lo entiendes. Ayer busqué cosas en Internet, dicen que el 60% de la población es enyesado una vez al año. Y que el 3% de ellos sufren accidentes cuando le retiran el yeso. No quiero ser parte del 3%.

MENTIRAS [JOS CANELA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora