¡Hey Oppa! [Markhyuck]

일

La chica veía a Haechan expectante esperando aún la explicación de su primo. Desde que había llegado el chico no hacía más que inspeccionar el uniforme de arriba a abajo.

-¿Y bien?- preguntó la mayor.

-¿Bien que Sooyoung noona?- preguntó Donghyuck dirigiéndose al baño de su habitación.

-Estoy esperando que me digas para que quieres mi uniforme- Joy lo observaba con los brazos cruzados desde la cama.

- ¿Puedes esperar al menos a que me lo ponga?- el Moreno preguntó con un tierno puchero en los labios.

-No, empieza- la chica exigió.

-Hay noona, eres la única que no cae ante mis encantos- resopló Haechan mientras se acercaba para poder sentarse junto a la chica- mamá me metió en unas tontas tutorías, ¿Qué van a pensar de mi los demás? Sabrán que mis notas no fueron tan bien y eso me haría perder parte de mi reputación de inalcanzable.

-¿Y para que mi uniforme?- cuestionó Sooyoung sin entender.

-Me vestiré de chica y así nadie me reconocerá, subiré mis notas de nuevo, mamá feliz, reputación intacta, Donghyuck feliz.

-Bien, ve a cambiarte- mandó la mayor.

-¿Ahora?

-No, mañana- ironizó la fémina- Si, ahora.

Haechan suspiró y se pusó de pie para cambiarse, no quería enojar a su salvadora después de todo.

Después de media hora Haechan salió del baño con el uniforme puesto y una peluca castaña.
Sin embargo no había nadie en su habitación, se lanzó a la cama sin cuidado y esperó el regreso de su prima.

Unos minutos después la puerta se abrió y la chica entró con una bolsa en la mano.

-Esto será más difícil de lo que pensé- susurró para si Sooyoung.

Haechan se levantó y dió una vuelta, sus movimientos tan torpes que casi se cae.

-¿Quieres poder actuar como chica Hyuck?- el chico lo pensó por un momento pero asintió- bien, deberás pasar por el dolor de una chica entonces.

Sin esperar más la chica pegó unos papeles raros a sus piernas, Haechan observaba curiosamente todo lo que su prima hacía, sin embargo todo su mundo se volvió negro cuando la chica retiró el papel de su pierna.

El dolor era insoportable y la cantidad de pelo que había en los papeles adhesivos no ayudaba.
El menor cerró los ojos fuertemente y mordió una almohada, esperando la tortura que no tardo mucho en llegar.

Al terminar Joy aplicó crema en sus piernas y se lanzó a su lado en la cama.

-¿Tanto me odias noona?- preguntó Donghyuck sin aliento.