e i n s

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rami
–trastorno de personalidad, categoría c, evitación.
tragué saliva mientras detenía la inercia de la esferas que se encontraban en el escritorio de aquel consultorio.
–huh?– mire al doctor delante de mi, mire a mi madre, la cual estaba con una mirada helada hacia el borde astillado de la silla en la que se encontraba sentada. sentía el nudo en mi garganta mientras la conversación del médico y mi madre se escuchaba cada vez mas lejos. ¿estoy... mal?
–rami– la voz del doctor me sacó de mis pensamientos– mira, esto te ayudará a que te sientas mejor.
tomé la pequeña caja que el doctor me ofrecía y la inspeccioné. sertralina.
mire a mi madre, la cual sonreía a medias en gesto de agradecimiento.
se levantó lentamente de su asiento, seguida de el doctor, el cual, le dio la mano a manera de despedida.
–cuídate, rami– se despidió con la mano– si necesitas algo, solo llama, okay?
mi madre miró al doctor desconcertada.
–es necesario que tenga un celular, me refiero a rami.
si, 17 años y no tenia celular, no lo necesitaba, tendría que ver mi rostro cada vez que sostuviera delante de mi aquel espejo negro y la idea no me agradaba para nada.
–claro, verá que con los medicamentos, no tendrá mucho problema en usarlo.
mi madre soltó una mueca de disgusto.
abrió la puerta y salió, la seguí y cerré la gran puerta color maple con una placa que ponía "psiquiatría".
respiré ondo antes de ver a las demás personas esperando su turno en aquella sala gris, cuya única fuente de luz era un foco de led que me mareaba un poco y dejaba líneas transversales en las paredes.

salíamos de el estacionamiento, aun sostenía la caja que el medico me dió.
–no tienes porqué sentirte mal, rami, es como si tuvieras un resfriado– los nudillos de mi madre se volvieron blancos ante el volante. suspire y sentí mis lágrimas caer. rápidamente las sequé con el borde de la manga de mi chamarra.– quieres ir por tu celular? creo que eso te puede animar un poco.
me encogí de hombros y tomamos rumbo hacia el centro comercial.
se detuvo en frente de la tienda de celulares.
–quieres que baje contigo?– preguntó mientras quitaba los seguros de las puertas. negué con la cabeza.– en ese caso, ten– me dio un plástico con números que hacían que mi sentido del tacto se pusiera en alerta. no era una sensación linda.
–compra el que te guste– estuve a punto de preguntar cual era el presupuesto para este, pero arranco en cuanto cerré la puerta.
me encaminé a las puertas eléctricas de aquella tienda la cual era muy popular, según el periódico.
sentía los nervios de punta, mordí mi labio y entre temeroso a la tienda de fachada futurista, llena de tonos blancos h grises.
mire a lo lejos una mesa redonda con celulares grandes, demasiado grandes. me acerqué a estos y pude ver mi reflejo.
ojeras. fue en lo único que pude pensar antes de que un chico se pusiera frente a mi.
–hay algo en lo que pueda ayudarte?– y volvía, ese nudo, era una cadena de acero inoxidable, no un nudo.
—amm, q-quiero un amm, celular?– vi sus ojos azules que de cierta manera me daban un poco de confianza.
–claro! – respondió el animado– como para que lo quieres?
quererlo para algo mas que solo llamadas? huh?
–solo quiero hacer llamadas– el sonrió y me guió a un celular de un tamaño compacto el cual cabía perfectamente en la palma de mi mano. mordí mi labio. – creo, que quiero este.
señale el equipo y el con energía saco de un cajon que abrió con una llave una caja blanca.
–tarjeta o efectivo?– me sonrió, su sonrisa era amplia y llena de vida.
le tendí la tarjeta que mi madre me había dado.
–son 300 dólares, okay?– asentí y el introdujo la tarjeta en una ranura especial en su celular.– okay, ahora solo tienes que darme tu nip.
trate que mi mano temblara lo menos posible para teclear la fecha de nacimiento de mi madre. tragué saliva pesadamente al notar su mirada en mi rostro, que seguramente tiene una expresión de susto total.
la maquina comenzó a chillar y saco un papel el cual confirmaba la compra.
–aquí tienes– me dio una bolsa igual de blanca que toda la tienda, introdujo el ticket en la bolsa y de su pantalón saco un pequeño papel color azul cielo– ese es especial.
me guiñó el ojo y sonrió.
trate de hacer una mueca lo mas parecida a una sonrisa y me dirigí casi corriendo a la salida.
mi madre me esperaba en la entrada de esta con una bolsa del supermercado con una botella de agua.
saque la medicina que me habían recetado y ahi mismo, la tomé.
volví mi mirada hacia la tienda de celulares y estaba aquel chico apuesto con su mirada puesta en mi. trate de ignorar el pensamiento que me decía que estaba burlándose de mi y seguí a mi madre hacia el estacionamiento.
lloré todo el camino a casa.








Hola, yo de nuevo, quise escribir una historia nueva, aun que no he actualizado la otra juasjuas y pues, me inspiré en lo que ha estado pasando últimamente en mi vida :( pero bueno, el tema aquí es que no se como se llama el ship de rami y gwilym, así que si alguien tiene alguna idea o sugerencia, son bienvenidas owo
Con mucho amor,
Joe el pendejo.
Pd: espero que les guste esta historia, seguro sera re corta

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2019 ⏰

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