Capitulo 1

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Era una noche clara,  la luna estava en su zenit y yo estaba en casa de mi mejor amiga Valenciana. Ella era morena, alta, con un buen cuerpo y tenía los cabellos de color negro, como sus ojos. Estoy enamorado de ella desde que era pequeño, pero nunca tuve el valor para decírselo. Después de todo como amaría ella alguien como yo? Somos completamente lo opuesto uno del otro, psicológicamente y fisicicamente. Yo soy rubio, de ojos azules muy claros y piel pálida. Por no decir que soy demasiado tímido e reservado.
Ella siempre fue fantástica, mucho más de lo que yo podría alguna vez desear o merecer.
Valenciana tiene 18 años, un año menos que yo, y sabíamos todo el uno del otro, o eso era lo que yo pensaba, hasta que ocurrió aquel día.

En mi ciudad existían muchos homicidios.
Varias chicas adolescentes aparecían muertas por la madrugada. Todas ellas habían sido torturadas, unas eran descuartizadas, dejando sus entrañas fuera de su cuerpo, otras era mutiladas de tal manera, que era impossible identificarlas.
- No tienes miedo Valeriana?
- De que debería tener miedo Marco?
- Últimamente muchas adolescentes son muertas! No tienes miedo de ser una víctima más?
- Yo? Una víctima? No! Después de todo, se quien es el siguiente que va a morir.
Nuestra charla acabo en ese punto, porque yo no sabía como responder a esa afirmación.
Un tiempo después intente volver a hablar con ella sobre ese tema, pero ella lo esquivo y yo no intente insistir. Después de todo, estoy ablando de Valeriana!  Ella es perfecta, sería impossible que ella hiciese algo malo a alguien.
El tiempo passava y en mi cuidad cada vez existía menos gente. Todos huían del asesino de adolescentes, aun más quando ese sujeto comenzo a mutilar y tortura a niños, hombres y mujeres.
La ciudad olía a sangre y las calles estaban cubiertas de ese líquido. Los señores que limpiavan la cuidad también se marcharon, así las calles se quedaban inundadas de pedazos de cuerpos y sangre.
Una noche me entró en gana el salir a la calle, ya estaba harto de quedarme en casa cerrado a siete llaves, lleno de miedo, cada vez que el sol se ponía. Fue entonces quando ví una cosa que nunca desee ver.
Era Valenciana, ella estaba tumbada en el suelo cubierta de sangre e con entrañas a su alrededor. Pero la sangre y las entrañas no le pertenecían, eran de un hombre que también estava tumbado en el suelo. Ese hombre estava muerto, le faltaba la mandíbula e tenía un gran hoyo en su vientre. Valenciana estaba jugando con las entrañas de aquel hombre, hasta que sintió mi presencia e se giro en mi dirección. Su mirada era fría e penetrante, y yo no me estaba consiguiendo mover del sitio donde estaba.

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