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-Entonces, ¿por aquello tu padre se enojó tu padre? ¡Vaya estúpido!

Comentó el muchacho de cabellos castaños quién daba un mordisco a su trozo de pan irlandés. Asentí sin decir ninguna palabra, aún no podía superar la reacción de papá luego de saber que su hijo menor y en que más esperanza tenía que pudiera mantener la empresa que el poseía fuera una simple mariquita gay, como el me gritó al enterarse.

-Encuentro que está bien que seas Gay, digo -tragó lo que comía- que seas gay no te imposibilita de tener una vida normal, tienes la ventaja de tener a los hombres más lindos que muchas mujeres desean.

Ambos reímos, él tenía razón.

-Entonces, nunca me respondiste si te gustaba All time low- recordó el tema que intentó abordar cuando notó lo incomodo que estaba al comienzo.

-Me encantan, son una de mis bandas favoritas- sonreí.


-¿Que otras más te gustan? -Preguntó mientras podía sentir como una mirada de curiosidad inundaba aquel angelical rostro.


-Si tienes tiempo te las digo todas- dije sonriendo mientras giraba mi celular en mi mano.

-Tengo mucho tiempo- dijo alargando la ‘u’.

-Bueno. The 1975, Misfits, Nirvana…- me interrumpió.

-¡No pude ser!- Chilló.

Lo observé un poco asustado.

-¿dije algo malo?-pregunté.

-No, de hecho dijiste muchas cosas bellas… podrías ser amigos, mejores amigos fácilmente- sonrió enseñando su blanca sonrisa.

Oh por dios. ¿Me acaba de decir que podíamos ser mejores amigos?

-¡Claro! ¿Tu quieres?- me odio a mí y a mi inseguridad.

-Obviamente- movió su pelo largo imaginario como una diva.

-Genial- dije y sonreí.

Él esbozó una sonrisa, debía decir que en estos momentos era incomodo ser gay, ¿cómo podía fascinarme tanto una sonrisa que conocía desde hace tan solo unos minutos? ¡Imposible! ¡Estás loco Luke!

-¿Estudias o algo así?- preguntó de la nada.

Asentí –Estudio economía en la universidad nacional de Australia.

Sus ojos se abrieron y un brillo apareció en ellos.

-¡Que puta coincidencia! ¡Este año entraré a estudiar psicología allí!

Volvió a chillar, esta vez más infantilmente.

Por otra parte me sentía cómodo, podría tener a alguien en la universidad, aparte de mi mejor amiga… obviamente.

-¿Internado o viajarás todos los días dos horas?-pregunté.

-Internado, no tengo un automóvil, ni tampoco el dinero para malgastarlo en transporte… sabes, la economía no va bien en la clase media- bromeó, o debo de suponer que bromeó sobre aquello.

Sonreí y me abrazó.

-Me caes bien- Joder, este chico aparte de ser lindo es tierno.

-Tu a mi igual- Lo abracé de vuelta.

-¿Me das tu número de teléfono?- Otra vez, ¿Cómo es que me cayó tan bien rápidamente?

Asintió y me dictó su número, no resultaba difícil de aprender, tenía los mismos dígitos a lo largo los cuales se repetían.

-Creo que debo de irme, mamá estará poniéndose nerviosa si no llego, tu sabes, luego de la discusión y todo…

Me interrumpió nuevamente.

-Creerá que te suicidaste, sí, mamá pensó lo mismo cuando le conté que era gay y decidí ir a dar una vuelta para despejarme.

Comentó de la nada, dejándome completamente impresionado a la vez, Ashton era gay. Grité para mis adentros, la frase tenía razón: No tendrás arco iris sin un poco de lluvia.

Mi lluvia fue la pelea con mi papá y el arco iris… Ashton.

Sentí una pequeña presión en mi mejilla y como esta quedaba húmedamente, me había besado y rápidamente se fue corriendo sin voltear nuevamente.

Nada de esto tenía sentido alguno, o probablemente lo tenía pero me encontraba demasiado incrédulo y confundido como para descrubir lo que me quería decir todo esto que estaba ocurriendo. Como típica película americana toquetee mi mejilla y no pude evitar sonreír como un estúpido, giré sobre mis talones y partí nuevamente hacía casa, esta vez escuchando música más alegre y llevando todo el ritmo en el caminar, dejando a unas cuantas personas confundidas ante mi peculiar forma de caminar, parecía nene de 8 años enamorado por primera vez de su maestra de primaria.

Pero toda esa felicidad se acabó al ver el auto de mi papá en el estacionamiento de la casa.

¿Y ahora que le diría? “Papá, me encontré a un chico lindo que es gay.” No, no, no, no.

Luego de unos minutos fuera de mi casa, pensando como entrar; decidí entrar por la puerta de la cocina.

Mi papá preguntaría “¿Dónde estabas?” Y odio mentir, así que, Hemmings… Prepárate para morir.

Entré y allí estaba papá, ¿no podía estar en su habitación o en el garaje? ¿Tenía que estar justamente en la cocina? ¡Maldición!

Entré con la cabeza gacha y sin decir nada, intentando de ignorarle, pero él me detuvo.

-¿Dónde te encontrabas Lucas?- Pronunció papá, su voz no era tan potente como hace unas horas, estaba más calmo. Voltee a verle, sí, estaba más calmado.

Saqué mis manos de los bolsillos de mi pantalón – Salí a dar una vuelta, ¿no es obvio?- reí nervioso al percatarme de que estaba modificando todo, estaba mintiendo. Pero debía de salvarme y tampoco quería morir a los 18, aún no.

Asintió.

-Lucas.

Le interrumpí.

-Papá es Luke… mi nombre es Luke Robert, solamente te falta que me comiences a llamar Roberto- comenté.

Escuché como Ben, uno de mis hermanos se reía desde el rincón de la habitación.

“Estúpidos” pensé mientras me sentaba en un taburete.

-¿Quién era ese chico que besó tu mejilla?

Me petrifiqué al instante que escuché decir aquello a mi padre, cerré fuertemente los ojos y desee por un momento que todo fuera una simple y gran mentira.

-¿Yo? Papá estás loco yo fui donde Ja…

Me interrumpió.

-¡No me vengas a mentir Luke Robert Hemmings! ¡Yo conozco bien a mi hijo y ese eras tú! Volveré a repetir y quiero una respuesta, nada de llantos maricas -respiró- ¿Quién era?

-Papá- mi voz comenzó a quebrarse.

-No contestes, que asco… Un hijo que dejó embarazada a los vente, un hijo desempleado y otro maricón, ¿Qué salió tan mal?- Gritó furioso papá

Pude observar por el rabillo de mi ojo como mi hermano rodaba los ojos para salir de la habitación, probablemente molesto.

Solamente sentí como mi corazón se rompía ante ese incomodo momento.

-¿Te importa quién mierda es?- le pregunté, claramente enojado.

-¡Luke Robert Hemmings no me hables así!

-Papá, yo te hablo como se me da la puta gana

-¿Entonces te haces el malo? ¡Vete de mi casa ahora mismo!

Gritó papá y sentí como mi mundo se caía por completo.

-Papá…

-¡Hemmings que te vas de mi casa ahora mismo! ¡Te pagaré esa maldita universidad pero no quiero volver a ver tu asqueroso rostro!-gritó nuevamente.

Sentí como pasos rápidos venían del segundo piso y mamá junto a mi hermano llegaban al marco de la puerta.

-¿Qué haces?-preguntó mamá confundida.

-Esta vergüenza se marcha de casa en treinta minutos- Gruñó papá mientras salía dando portazos nuevamente hacía el garaje.

No lloraría ahora, solo llamaría a Ashton, eso sería eso.

-Luke…-Dijo mamá una vez que yo estaba mis cosas.

-Mamá ya se donde ir.

-¿Te irás a casa de tu amiga?

-Nope.

-¿A dónde?

-Te daré el nombre luego.

-Claro.

Dijo y salió de mi cuarto. Rapidamente tomé mi celular y salí al balcón, marqué a Ashton.

-¿Luke?- Preguntó él.

-Sipi.

-¿Qué sucedió? ¿Estás bien? ¿Quieres un abrazo?

-Me preguntaba si podía quedarme contigo en tu ca…

Me interrumpió.

-¡Claro!

Reí pero me dolió la cabeza.

-¿Siempre querrás interrumpirme?- pregunté mientras volvía a internarme a mi habitación.

Escuché como pronunciaba el típico “Ajá” y luego produciendo aquel maravilloso ruido desde el otro lado llamado Risa.

-¿Quieres que te vaya a encontrar a la plaza? ¡Ni sabes donde vivo!

Podía sentir como sería.

-Está bien, ¿Sabes cuánto te debo?- Pregunté.

-No querrás saber mi respuesta pero supongo que en este caso el alquiler- bromeó.

Reí.

-Debo colgar As-

-Dime Ash y sí, perdón por interrumpir- se disculpó.

Mierda, era tierno.

-Okay Ash, gracias muchísimas gracias… ¿nos vemos en treinta minutos en el parque?- pregunté.

-Sí, treinta.

Colgó.

Sentí como al colgar alguien llamaba a la puerta, voltee y mamá volvió a entrar a mi pieza.

-¿Quién es Ash?-preguntó.

-¿Me estabas espiando? ¡Mamá!- Contraataqué.

-¿Tu novio o una niña?

-Es un amigo- corregí.

Ella tan solo asintió y me entregó una maleta, me ayudó a poner bien la ropa y de vez en cuando unas cuantas lágrimas se le escapaban.

-Ay no mamá…- Dije.

-Te quiero, no lo olvides- dijo limpiando una lagrima que caía por su cara.

-Debo de irme al parque.

-¿¡Vivirás en el parque!?

-No mamá- reí.

-Más te vale, te buscaré mañana por el parque, ¿ok?

-Si lo que digas.

Me dio un beso en la mejilla y salí de casa dirigiéndome hacía el parque.

simplemente increíble lo que pude ocurrir en un día, dejar casa por primera vez, admitir tu real orientación sexual, discutir con papá, comenzar a hablar con un desconocido a quién llegas a confiar de una manera jodidamente irreal, y todo en un día o menos. 

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2014 ⏰

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