Al desnudo (Para desgracia de Peter Parker)

Capítulo uno - La dichosa playa

De todas las personas que Peter Parker esperaba encontrarse en una playa nudista, la última sería sin ninguna duda Deadpool, o Wade Wilson, ya a gusto del consumidor. Pero ahí estaba él con su estúpido traje rojo y negro, al completo claro, paseando por una playa nudista saludando y piropeando a la gente sin cortarse lo más mínimo. Por supuesto nadie le decía nada, ya por miedo o simplemente por seguirle el juego le devolvían el saludo y algunos incluso se paraban a hablar con él. Era... surrealista. ¿Qué diantres hacía Deadpool en un sitio como ese?

Trabajar, aparentemente. O eso decía, no dejaba de preguntar a todo el mundo, bueno, no a todo el mundo solo a aquellos que le "atraían", si conocían a un tal Daniel e incluso llevaba un dibujo (si a eso se le podía llamar dibujo) para ver si alguien lo reconocía. Sin éxito. Lo más sorprendente, aparte de soportar ese traje en pleno agosto y en mitad de una ola de calor, era el hecho de que el mercenario se atreviese a poner un pie en un sitio donde los complejos físicos no existían, complejos que a él no le faltaban teniendo en cuenta su historial. Pero la pregunta que más se repetía en la cabeza de Peter era porqué cojones estaba ÉL mismo allí. Sí claro, porque para ver a Deadpool en una playa nudista significaba que él estaba en dicha playa y al contrario que su "tímido" amigo, él estaba completamente desnudo.

Tenía que esconderse, pasar desapercibido pero ¿dónde diantres te escondes en un sitio donde todo está expuesto? A Peter le iba a dar algo, estaba empezando a sentir un ataque de asma y eso que no era asmático. ¿O quizás era un ataque de ansiedad? La cosa es que no tendría que preocuparse si no hubiese sido tan estúpido de dejar que Wade descubriese su identidad. Es lo que pasa cuando te dejas tu carnet de estudiante en tu traje de superhéroe porque su habitación era tan puto desastre que sus sudaderas compartían cajón con las mallas de licra para saltar de tejado en tejado. Y no sería porque sus padres no se lo habían repetido mil veces ni le hubiesen comprado otro armario especial para su traje.

"Peter tienes la habitación hecha un desastre, al menos no dejes la ropa por el suelo, ¿y si alguien llega y ve el traje de Spider-man haciendo de fregona en el suelo?" Las palabras de papá-Steve resonaban en su cabeza con un tono de "te lo dije" de fondo. Tony solía ser más estricto pero como también era un desastre con sus cosas en estas ocasiones prefería ceder el papel de papi malo al capi.

Así, en un intento por arreglar la habitación, o al menos que eso pareciese, el pequeño Peter pensó que era buena idea hacer una bola con todo lo que había en el suelo y meterlo de mala manera en el armario. Y sin saber cómo, su carnet de estudiante acabó en el bolsillo que no debía para más tarde caer y ser recogido por Deadpool en una de sus patrullas. Lo peor es que estaba hasta agradecido de que hubiese sido Wade y no cualquier otra persona que pudiese hacer pública su verdadera identidad. No, Wade no haría eso, solo lo stalkearía como Spider-man y como Peter Parker, sólo eso. Todo el santo día, full time. Un coñazo.

"¿¡Qué cojones!? ¿¡Peter!? ¿¡Te llamas Peter, el hijo mimado de los superpapis!? ¿¡Pero cuántos años tienes!? ¡Seguro que no puedes ni conducir!" Deadpool hizo una pausa sin dejar de mirar el carnet que tenía entre las manos "¿Sabes Spidey? Esto es una putada, tu culo no deja de llamarme y me siento como un pedófilo de mierda y no me gustan los pedófilos. ¿¡Cómo voy a seguirte ahora y adorar tu culo!?"

Después de aquello Wade se llevó un mes entero pidiéndole a Peter que le mostrase su cara, la cual ya había visto en el carnet pero quería verla en vivo. A lo cual el joven estudiante se negó, primero por el código de proteger su identidad, aunque ya servía de poco, y segundo porque Deadpool jamás se quitaba su máscara. JAMAS. ¡Incluso comía con esa puñetera máscara!

"Mi cara no es para menores de 21 Spidey"

A Peter eso le importaba una mierda, ya conocía la historia de Wade e incluso había visto, accidentalmente por supuesto, algunas de sus cicatrices cuando se le había levantado o roto el traje en algún combate, algo mínimo pero lo justo para hacerse una idea.