Abrió la puerta del cuarto y allí estaba su sonrisa, amaba los pequeños hoyuelos que se hacían en la comisura de sus labios. Se acerco sigilosamente jugando con sus dedos, me contagio su alegría y reí nerviosamente.
Beso mi frente, susurro "te quiero" y me abrazo por los hombros, le regrese el gesto y rodee su cintura respondiendole "tu sabes que yo mas, te aseguro que no tienes idea de cuanto". Tomo mis hombros y me recostó lentamente sobre la cama, no dejaba de sonreír, eso hacia que las células de mi sangre danzaran de un lado a otro.
Su dedo indice comenzó a recorrer uno de mis brazos, no supe cual, el éxtasis recorría todo mi cuerpo, suavemente su dedo llego a mi cuello provocandome cosquillas, dibujo círculos en mi mejilla y sentía como temblaban sus manos cuando besaba uno a uno mis parpados cerrados, "te amo" emano de su garganta chocando con mi frente. Al abrir los ojos sus pestañas estaban a punto de tocar las mías. Sentí sus labios sobre los míos y un manjar sabor miel y menta recorrió mi boca, cerré los ojos y tome su nuca para que el beso fuese mas estrecho y tener el privilegio de acariciar su cabello, me abrumo sentir su piel contra la mía y como un beso se transformaba en una suave sonrisa sobre mis labios.
La funda de seda de la almohada estaba ligeramente húmeda donde habrían estado mis labios, apreté los ojos y sentí como quemaba la lagrima que recorría mi mejilla...