Narrador
Al presente...
K- ¡Maldito! Ahora veras. Te daremos la golpiza de tu vida bastardo infeliz.
M- ¡Ja! Por favor no me hagas reír, sabes muy bien que práctico Muay Thai - Ming giro a su izquierda viendo como yo sé escondida detrás de él y con sus manos agarraba la parte trasera de su playera y tenía una cara de estar un poco asustado- Yo no tengas miedo solo te pido que confíes en mí y que agarres al ojon y no lo vayas a soltar por nada de este mundo, ok, porque si le pasa algo yo estaré más que muerto. Y manténgase alejados de mi, ok
Y- ¡Esta bien! Dame al cachorro - cuando estaba apunto de irse, el tal Kent lo agarro.
M- déjalo que se vaya.
K- ¡Chicos trás él! - colocó una de sus manos en la cintura de yo- cuando terminen con el idiota de tú amigo hermosura. Tu y yo tendremos un momento muy agradable entre nosotros ahora solo siéntate y observa el espectáculo.
Eran cinco contra uno, aunque ellos eran mayoría, Ming no se las iba a dejar muy fácil él también daría batalla.
El pobre de Ming solo pudo escuchar el chasquido de los dedos de ese tipo.
Cuando el quiso reaccionar y ponerse en modo de pela ya era demasiado tarde el ya estaba reado do, solo estaba esperando el primer ataque, para poderse defender.
M- no seas cobarde; sólos, tú y yo uno contra uno cobarde.
K- ¡Ja! Acabé lo - tomando asiento dónde anteriormente estaban hace unos minutos Ming y Yo platicando tan a gusto -
Yo, sentía tanta impotencia y la vez culpabilidad, de no poder ayudar a su mejor amigo en este momento.
Realmente se sentía como un maldito debilucho, si le hubiera echo caso a Ming de tomar clases de defensa personal, si tuviera más carácter y si no tuviera tanto miedo. El estaría ayudando a su amigo y no estuviera ahí solo sentando viendo.
Ming estaba en medio del círculo que habían formado los otros sin más, uno de ellos dio el primer golpe en la parte trasera de la cabeza eso hizo que diera unos paso hacia adelante cuando siento otro golpe en su rostro, ahí fue cuando perdió el equilibrio y cayó al suelo, dándoles oportunidad a los otros de patearlo en todo su cuerpo.
Ming
Entre todos me estaban golpeando, par de montoneros de mierda. Sólo podía escuchar los ladridos del ojon y a la vez los gritos de Yo para que pararán un poco.
No sé cuánto tiempo llevó en esta posición, solo sé que pasan personas a ver lo que está sucediendo pero nadie intervienen, solo se quedan parados ahí viendo o para grabar mi dolor para tener unas cuantas vistas en sus redes sociales. Pero nadie me ayuda.
Mi pobre amigo sólo gritaba que ya era suficiente.
Hasta que escuche unas voces que para mí fueron la gloria de vida, que no lograba reconocer por lo aturdido que estába. Pero me ayudaron a quitarme de encima hacés idiotas y me ayudaron a levantarme del suelo.
F- ¿te encuentras bien Nong?
M- si... ¿P'Forth es usted verdad?
F- si, soy yo. Ahora puedo preguntar ¿Qué demonios está pasando aquí?... Ustedes montoneros. Cinco contra uno, eso es de cobardes...
K- ¡hey tranquilo! Sólo le estoy dando una lección al Nong de no meterse con mis juguetes verdad hermosura.
F- ¿Que mierda estás diciendo? ¿Yo porque están juntos? Pin agarra a Ming.
