Capitulo 2

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Esa mañana me quedé en el jardín leyendo un libro que me trajo mi madre en su ultima salida, me dijo que me gustaría, un grupo de amigas que con el tiempo cada una decidio hacer su vida en sitios diferentes y terminaron coincidiendo y recordando viejos tiempos. Tan solo me había leido unas cuantas hojas cuando fernando carraspeo detrás de mí atrallendo mi atención

-dime Fernando-Dejé el libro en la mesa y me di la vuelta para mirarle

-señorita, su padre acaba de llegar y desea verla.

-Fernando por favor, Carla, llamame carla eso de señorita de siempre me a incomodado-Me levante de la silla y entre al salón seguida de Fernando. Mi padre se encontraba en el sillón mirando a la nada como si así pudiera hacer desaparecer lo miles de problemas que le deben de rondar por la cabeza. Me hacerque a su lado y me sente mientras le tocaba el hombro

-papá, me a dicho Fernando que querías verme.¿Ha pasado algo? es que te noto distraido..

El simplemente levanto la vista a mi cara y me sonrío, pero su sonrrisa no le iluminaba los ojos como cuando yo era pequeña y despues de haber echo alguna trastada me acercaba a el poniendole cara de niña buena.

-nada cariño, solo quería ver como estabas. Se que esto para ti es una tortura pero quiero que lo entiendas lo más importante para mi es que tú y tu madre esteis bien y...- No le dejé terminar y levantandome del sofá me cruce de brazos  no pude aguantar más mis palabras

-Sabes papá, yo te entiendo, entiendo que todo esto lo hagas por nuestro bien entiendo que traigas a mil tios trajeados y con pinganillos para que nos vigilen las 24 horas del día, pero tambien tienes que entender que aunque suene egoista tu nos as metido en esto, se que tu trabajo te encanta y que es lo que siempre as sabido hacer bien, pero tu tienes que entender que yo tengo mi vida, yo estaba haciendo lo que mejor se me daba y lo que mas me gustaba y e tenido que dejarlo para venirme aquí y estar en casa encerrada con mil ojos puestos en mi, necesito un respiro, necesito sentir que no todo lo que estoy haciendo está siendo observado. Papá, necesito que me dejes respirar que me des mas cuerda, ¿quieres protegerme? puez hazlo, pero a mi modo. dejame salir a la calle sin tener que aguantar a 4 personas detrás mía, dejamé a uno o dos y dejamé intentar normalizar esta siituación... por favor..- solté cada palabra con desesperación esperando que mi padre pudiera entenderlo.

-Carla.. se como va estas cosas y contra más protección es mejor, joder hija casi te secuentrasn dos veces y yo no pude hacer nada mas que quedarme aqui sin poder hacer nada- mi padre le levanto gritandome y soltando toda la tensión que tenía en ese momento. Fernando y manolo entraron en se momento y nos encontraron discutiendo

-Me parece perfecto papá, intento coperar para que tu te sientas bien sabiendo que me tienen vigilada a tu antojo y para que yo no me siente tan atrapada aquí y agobiada y no quieres ceder... -Me hacerque a la puerta y le miré- Esto ya se acabó papá, no te bajas del burro pues menos me voy a bajar yo.

-¡Carla, ven aquí ahora mismo!.- gritaba mi padre desde el salón mientras salía a toda prisa y cojia mi bolso de la entrada y aprobechaba que Fernando no estaba aquí para abrir la puerta y salir corriendo a la calle, esperando poder conseguir ser más rapida que ellos y perderles de vista.

Corrí con todas mis ganas por el camino de la entrada intentando no tropezar con la grabilla del camino, porfin divisaba la victoria cuando empeze a oir los gritos de mi padre y fernando a lo lejos corriendo detrás de mí, pero en el momento que me gire para ver cuanta distancia les sacaba sentí unos brazos agarrarme por la cintura ocasionando que me faltara el aire y callesemos al suelo del impacto. No me lo podía creer, estaba a tan solo unos metros de la salida y unos brazos que por cierto eran bastante musculosos me habían echo un placaje en toda regla.

-¿Carla estas loca o que?. mi padre llegó junto a fernando a ayudarme a levantarme del suelo mientras me quitaba el polvo de la ropa y me quedaba mirando a la persona que estropeo mi casi victoria.

-Pero de que vas joder, me podría a ver echo daño al caer y aparte que hacias en....-levante la vista para verle la cara cuando no pude terminar la frase, delante mio tenía ni mas ni menos que aun hombre el cual precisamente ganas de matar no te dan, moreno de altura 1,85 mas o menos con unos ojos verdes intensos los cuales te dejan sin habla y una sonrisa que quita el susto el hipo y no todo lo que tengas en ese momento, madre mia.. más guapo no podia ser.. ¿pero en que estaba pensando? por culpa de ese hombre no podía haber escapado y ahora tenia que aguantar el cabreo de mi padre y el dolor de espalda por la caida.En ese momento el cabreo de mi padre dio paso seguido de la mirada inquisidora que Fernando me lanzaba

-¿Pero no te das cuenta en la situación que estamos? como puedes ser tan irresponsable y tener un comportamiento tan infantil y cabezonería eh carla dime

-Mira papa, no me digas sobre mi comportamiento infantil o cabezonería porque es por tu culpa, porque parezco una niña de tres años con mil niñeras, si tu me dejaras respirar algo más me comportaría como la mujer de 25 años que soy, pero como no te da la gana pues esto es lo que hay.-Me le quedé mirando un rato rentandole con la mirada cuando me di cuenta que no estabamos solos- ¿Y tú quien eres?.-le pregunte al rompe escapadas

-Lucas, soy Lucas guzman y creo que ahora seré el mil y uno de tus niñeras-me dijo riendose. ¿pero esto que es? ¿Otro más? no puede ser esto empeze a pasar la mirada de mi padre a fernando y de fernando a mi padre esperando que me desmintieran eso, cuando volví a mirarle y me di cuenta de su vestimenta, pantalon de traje con camiseta blanca con una corbata negra y las insignias del ejercito, no podia ser verdad, otro no por favor. Me di la vuelta y salí corriendo hacia la casa esperando que no fuera así, que todo fuera un error y que mi padre recapacitara.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora